Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Más que vencedores: el factor de la autoridad»

En su mensaje semanal, el Pastor Guillermo Decena explicó que "para ser más que vencedores debemos entender el factor de la autoridad establecida por Dios. Nuestro Dios otorga autoridad a algunos y los pone como líderes, y tiene la soberanía para hacerlo".

Como el amor puro y muchos otros conceptos de los que habla la Palabra de Dios, así también el concepto de autoridad ha sido tergiversado por el mundo. Ahora, la autoridad es por fuerza, violencia y muchas veces empleando astucia diabólica y opresión. Pero la autoridad perfecta es la autoridad espiritual de Dios, que está basada en la bondad y el amor puro por todas las personas, inclusive hacia los malos.

“Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso” (Lucas 6:35-36).

El Pastor Guillermo Decena explicó que necesitamos tener autoridad espiritual para poder vivir como más que vencedores, pero para eso es necesario sanar y corregir nuestro concepto de autoridad.

 

1) La autoridad espiritual está basada en la soberanía de Dios.

Todo lo que existe fue creado por Dios, y por esa razón, Dios tiene la máxima soberanía sobre todas las cosas. Cuando Moisés entregó la ley a los israelitas, la autoridad soberana de Dios era la base sobre la que debían someterse a ella y lo que daría autoridad espiritual a Israel (Deuteronomio 4:39-40).

Esto lo podemos ver en Jesucristo, quien tiene toda la autoridad (Mateo 28:18) y a su vez puede asignar parte de esa autoridad a personas en la tierra. Jesús ha decidido colocar a algunos en puestos de autoridad para mantener el orden y dar el crecimiento a su pueblo, según su soberanía (Efesios 4:11-12).

La iglesia primitiva reconocía la autoridad de los apóstoles y se sometía a su enseñanza y dirección, entendiendo que era Dios quien los asignaba (Hechos 6:2-4). Además de los apóstoles, los ancianos o pastores de las iglesias tenían la misma autoridad.

Nuestra autoridad civil, desde gobernantes a fuerzas de seguridad, son un tipo de autoridad espiritual, ya que «son ministros de Dios», que ejercen el poder en nombre de Dios. Cuando nos resistimos a su autoridad, en realidad estamos resistiendo a Dios.

Por esta razón, la Biblia nos recuerda en Colosenses 3:22-24: «Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís».

Nuestra sumisión y servicio a las autoridades humanas debe hacerse «de corazón, como para el Señor y no para los hombres». La soberanía de Dios respalda la autoridad espiritual levantando a quien Él considere necesario. En temas de autoridad, la guía principal es la sumisión, pues Dios pone y Dios saca (1° Pedro 5:5-6).

En la inigualable sabiduría de Dios, Él ha elegido a algunos para tener autoridad y a otros para estar bajo esa autoridad. Tal vez lo más sorprendente es que Él también ha enseñado que una de las más altas calificaciones para aquellos en posiciones de autoridad, es la humildad como también exige humildad para aceptar esa autoridad sobre su vida. «Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos» (Marcos 9:35).

Este es el ejemplo que dio Jesús, la máxima autoridad espiritual, cuando se hizo el más humilde de todos y se sometió a morir en nuestro lugar (Filipenses 2:7-11).

 

2) El llamado de Moisés.

Uno de los ejemplos más importantes para entender la autoridad espiritual y la soberanía de Dios es la vida de Moisés. El Señor escuchó el clamor de su pueblo oprimido y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob (Éxodo 2:23-25).

Para esto Él llamó a Moisés, para ayudarles a ser liberados. Dios lo llama mientras él estaba trabajando. Es importante ver qué Dios siempre llama a los que se esfuerzan y están dispuestos a trabajar con ahínco para lograr el progreso. Esto es una constante en los que son llamados por Dios.

Primero, Dios confrontó a Moisés y llamó su atención por medio de la zarza ardiente (Éxodo 3:2-5). Un incendio en una zona semidesértica no es nada especial, pero Moisés se maravilló, pues no se consumía el arbusto seco. Él escuchó su nombre y respondió, “heme aquí” (Éxodo 3:4). Esta es una declaración de estar dispuesto a la dirección de Dios.

Segundo, el Señor se presentó a Sí mismo como el Dios de los patriarcas y comunicó su intención de rescatar a su pueblo de Egipto y además de traerlos a la tierra de Canaán (Éxodo 3:6-9).

Tercero, Dios comisionó a Moisés a que fuera al Faraón y liberara al pueblo de Dios de las manos de Egipto (Éxodo 3:10).

Cuarto, Moisés argumentó poniendo excusas (Éxodo 3:11). Aunque había escuchado a Dios hablándole en ese momento, su preocupación inmediata fue “¿quién soy yo?”. Dios respondió confortando a Moisés cuando le promete su presencia (Éxodo 3:12a).

Finalmente, Dios habló de una señal de confirmación para que tenga confianza en el llamado (Éxodo 3:12b).

Más tarde, cuando Miriam y Aarón murmuraron contra Moisés en su boda, Dios mismo salió a defenderlo, y disciplinó a Miriam con la enfermedad de lepra (Números 12:1-2 NVI) ¿Por qué Dios puso a Moisés? Por razones que Aarón y Miriam nunca entendieron, pero eran razones que Dios no tenía obligación de explicarles. Es por esto que hay que aceptar la soberanía de Dios. Para entender la autoridad delegada a una persona, hay que aceptar y confiar en el Señor.

Moisés incluso logra delegar la autoridad que Dios le otorgó a él (Números 11:16-17). Es muy interesante porque es así como Dios sigue usando a los líderes hasta el día de hoy. Estos tienen autoridad para delegar autoridad, cuando están bajo la cobertura del líder principal que Dios pone.

Desde el principio hasta ahora, la delegación de autoridad en la iglesia es sumamente importante, y para eso debemos tener nuestro corazón sano y dispuesto a sujetarse a la autoridad y a emplear la autoridad que Dios da.

Que tengas un hermoso día, Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano «Victory Church»

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