En un plan de alimentación saludable, por lo general, se recomiendan de dos a tres porciones de lácteos al día, donde el queso sobresale por su delicioso sabor y versatilidad en la cocina, más aún en los casos en que las personas no toleran o no les gusta la leche. Sin embargo, su consumo, también se ha asociado con enfermedades cardiovasculares y sobrepeso, debido a su contenido de grasas y sodio.
Es importante destacar, que la porción adecuada será diferente para cada persona debido a que se tienen en cuenta muchos aspectos individuales, y también dependerá del tipo de queso en cuestión, ya que existe una gran variedad de ellos, con diferencias importantes en su aporte calórico y de grasas principalmente.
Los quesos, además de ser muy aceptable en cuanto a sus sabores, son una gran fuente de proteína de alto valor biológico, esencial para formar, mantener y reparar los tejidos del cuerpo. También aportancalcio, fósforo y vitaminas A y D, contribuyendo con la salud de los huesos y dientes. Se obtiene a partir de la coagulación de la leche (puede ser de vaca, cabra, oveja, búfala u otros mamíferos rumiantes) y su posterior separación del suero.
Entonces, ¿cuáles son los quesos más saludables?
Para responder a esta pregunta debemos analizar los tipos de quesos y sus características principales.
Los quesos de pasta blanda, como los untables son los que menos contenido de grasas tienen en relación a los otros tipos, a su vez, en el mercado tenemos una gran variedad de quesos de este tipo que han sido reducidos en grasas, en distintos porcentajes, los cuales son menos calóricos que los comunes. Para elegirlos mejor debemos aprender a observar los rótulos de los envases para encontrar esa información. Algunos ejemplos de este tipo de quesos son el Finlandia, Cotagge, Mascarpone, etc.
Los quesos de pasta semi blanda y semi dura se encuentran en valores medios en cuanto a su aporte de colorías, grasas y sodio. Dentro de este grupo podemos nombrar a los quesos cremosos en general, queso mozzarella, “queso de máquina”, Camembert, Brie, etc. No obstante, también existen variedades de estos quesos en su versión “light” o reducidos en grasas, lo cual hace una gran diferencia en su aporte calórico.
Finalmente, los quesos de pasta dura, los cuales han tenido un proceso de mayor maduración, son los que más sodio y grasas aportan. Entre ellos se destacan el Parmesano, Gruyere, Cheddar, Gouda, etc. Si deseamos cuidar el contenido de grasas saturadas y sodio, para controlar el peso o por alguna enfermedad, este tipo de quesos son los menos indicados. Sin embargo, si no existe contraindicaciones, podemos consumirlos moderadamente, obviamente con menor frecuencia que los otros tipos.
Como podemos analizar, el queso es un alimento que tiene un gran valor nutricional gracias a sus aportes, los cuales varían de un tipo a otro, pero principalmente en su contenido graso y de sodio, no así, en sus otros nutrientes como las proteínas, minerales y vitaminas que, si bien hay pequeñas diferencias entre las variedades, son menos significativas.
Como siempre, la idea de esta nota es contribuir a aumentar los conocimientos acerca de los diferentes alimentos de consumo habitual, sus características nutricionales y sus efectos en la salud. Seamos consumidores conscientes, eligiendo, en lo posible, alimentos que realmente nos nutran y cuiden nuestra salud en general
Lic. Romina Krauss-Nutricionista
M.P. n° 147