Históricamente, y pese a las recomendaciones de profesionales de nutrición, muchas personas con la intención de bajar de peso empiezan algún tipo de dieta. Está comprobado científicamente que ninguna dieta de moda o de gran restricción calórica es eficiente, pues al contario, provocan en la mayoría de los casos, efectos rebote o deficiencias nutricionales.
Sin embargo, el sobrepeso y la obesidad son enfermedades crónicas que deben ser tratadas y la alimentación es uno de los pilares fundamentales a la hora de llevar adelante un buen tratamiento. La mejor forma de adecuar un plan alimentario a nuestras necesidades es acudir a un profesional especializado, quien debe tener en cuenta todas nuestras características personales.
Hoy, les propongo una estrategia de gran utilidad a la hora de comenzar a realizar cambios de hábitos: reemplazo de alimentos. Este método puede dar grandes resultados en el día a día y no es difícil de llevarlo a la práctica, marcando una diferencia importante no solo en la cantidad de calorías sino también en una mejor calidad de nuestra alimentación.
10 reemplazos de alimentos que consumimos habitualmente y que hacen una gran diferencia:
- Leche entera (1 vaso de 200cc: 116kcal) por leche descremada (1 vaso de 200cc: 66kcal). Se reduce grasa saturada.
- Yogur entero (1 vaso de 200cc: 186kcal) por yogur descremado (1 vaso de 200cc: 88kcal). Reduce grasas saturadas.
- Azúcar (1 cda sopera: 80kcal) por edulcorante (cualquiera aporta 0 kcal). Eliminamos “calorías vacías”, es decir que no nos aportan nutrientes. Igualmente, debemos ser cautelosos con el uso de edulcorantes, utilizando la menor cantidad posible y prefiriendo los mas naturales, como la Stevia.
- Manteca o margarina por aceites vegetales. La diferencia radica en la calidad de las grasas, las primeras son grasas saturadas y trans (malas) y los aceites contienen ácidos grasos esenciales (buenos).
- Mayonesa común (1 cda: 96kcal) por mayonesa light o queso blanco descremado (1 cda: 25kcal promedio). Se reduce grasa saturada.
- Queso común (1 porción tamaño cajita de fósforo: 166kcal) por quesos descremados (misma porción: 117 kcal). Reducimos grasas saturadas.
- Milanesa de carne frita (mediana 300kcal) por milanesa al horno (mediana 200 kcal). Reducimos grasas malas provenientes de la fritura.
- Gaseosa común (1 vaso de 200cc: 84kcal promedio) por gaseosa light (1 vaso: 0 kcal) o Jugo natural de frutas sin azúcar (1 vaso cítrico + agua: 55kcal promedio). Reducimos azúcares.
- Galletitas dulces rellenas o tipo pepas por galletitas simples, con avena, salvado, semillas, etc. La porción de las primeras son 2 galletitas mientras que la de las simples son 6-7 unidades. Además de contener más fibra y menos azúcares.
- Fiambres para sándwiches por bife de pollo, carne vacuna, cerdo, atún, etc. Se pueden armar sándwiches con carnes magras, verduras y queso blanco. Reducimos grasas saturadas, sodio y obtenemos mejores proteínas.
Con pequeños cambios podemos hacer grandes avances en mejorar nuestra alimentación diaria, ya que no se trata de dejar de comer ni de prohibir alimentos, sino aprender a elegirlos en base a sus aportes nutricionales y los beneficios de ellos para nuestra salud. Buscar el balance puede ser la clave para lograr el cambio.
Lic. Romina Krauss-Nutricionista
M.P.n°147