Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Estrategias para la paz mental»

El Pastor Guillermo Decena destaca esta semana que "los ataques a la mente son parte de una serie de intentos malignos para sacarnos la paz, para que nos desanimemos, para confundirnos y que dejemos de servir al Señor. La batalla espiritual está planteada, tengan o no conciencia los cristianos".

Por esa razón quisiera presentar algunas estrategias que el Señor nos da para ser vencedores y no ser derrotados por engaños mentales y seguir creciendo a paso firme.

Todos los consejos y prohibiciones que nos da nuestro Padre Creador son para no dar cabida a la autoridad de seres invisibles de las tinieblas.

«Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios…» (Juan 8:39-47).

Algunas estrategias que presenta, en esta oportunidad, el Pastor Guillermo Decena son:

1) La importancia de la paternidad espiritual.

Respondieron y le dijeron: «Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais» (Juan 8:39).

Ellos no entendían lo que significa paternidad espiritual, por eso, en la práctica, no eran hijos espirituales de Abraham.

A muchos cristianos les ocurre lo mismo. Este es uno de los temas más importantes en cuanto al crecimiento y desarrollo espiritual. No hay paz mental escondiéndote dentro de tu caparazón.

El concepto de paternidad es bendición doble, para que ejerzas la paternidad y para buscar crecimiento en la familia espiritual. El encierro mental es igual a deterioro espiritual. Cuando compartimos las cargas con personas sabias, es el 50% de la sanación mental.

«Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo» (1° Corintios 11:1).

Paternidad es fuente, y un padre espiritual debe ser fuente de influencia para ser observado e imitado. Cuando decimos que Abraham era padre de la fe, nos referimos a que su extraordinaria obediencia y devoción a Dios debería inspirarnos para el caminar diario.

El padre espiritual es fuente de consejos, los cuales deben ser tenidos en cuenta por aquel que dice ser hijo. También se trata de las obras. El hijo imita las obras de su padre espiritual. Cuando vemos las obras de Abraham, el también protegía y defendía a todos los que Dios ponía a su alrededor. Pero la Biblia perfila el concepto de la paternidad en forma progresiva. Por ejemplo, Eliseo, hijo espiritual de Elías: «Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes» (2 Reyes 2:9-11).

Josué subió al monte con Moisés, así que se supone que hizo los cuarenta días juntamente con su líder.

Pero ya en el Nuevo Testamento el apóstol Pablo enseña mucho más de la paternidad espiritual. «Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor» (1Timoteo 1:2).

El apóstol se goza en la paternidad llamándole verdadero hijo a su discípulo Timoteo, pero no solo eso, sino que le dice “verdadero”. Esto podría significar que había otros que no lo eran.

Ser hijos trae cobertura espiritual de protección, el que no tiene padre espiritual anda buscando desesperadamente quién es su padre. De lugar en lugar, de iglesia en iglesia. Nunca puede ejercer sus dones y su crecimiento. Dios que es un Dios de orden y de generaciones, desata la herencia espiritual de esta generación hacia la próxima, y así se va afianzando y perfeccionando la obra de Dios en forma superlativa.

¿Qué tiene que ver esto con la lucha espiritual? Mucho, pues te libra de todo espíritu de rebeldía, que es el problema de base de la humanidad desde que fue rebelde a Dios. Además, te afirma en el camino de la verdadera humildad, dándote una orientación en la vida cristiana, brindándote entonces mayor paz y seguridad de cumplir, en conjunto, con la iglesia, el plan de Dios. El Señor nos hace trabajar en equipo.

Además, el Padre corrige a sus hijos, y el que no tiene padre comete errores innecesarios. La corrección tiene el concepto de ayudar a mejorar la vida y el carácter del discípulo. Es decir, llevar a los hijos a mejores niveles en sus vidas. Para esto, los padres espirituales usan la Palabra de Dios, pues esta es útil para corregir. Por esto, el verdadero hijo se deja corregir.

2) Amar de verdad.

«Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham» (Juan 8:40-42).

Sin sentido y sin provocar demasiado a nadie, Jesús los ofendía con su vida sobrenatural, su amor por el prójimo y su enseñanza cargada de pureza y de verdad. Dice la Biblia que lo entregaron por envidia, porque la gente le seguía, y esto estando en santidad y sin pecado.

No debería sorprendernos si algo así sucede en estos días contra los verdaderos siervos de Dios. «Venido el día, algunos de los judíos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo» (Hechos 23:12-14). Una de las armas malignas para atacar la mente es el odio, la intransigencia, la testarudez, ser contencioso etc.

La mente del cristiano sano está llena de paz, de serenidad y sosiego. Pero el cristiano que es usado por Dios puede padecer ataques por parte de personas que no se pueden entender con la lógica, sino espiritualmente.

Pero en este caso particular del apóstol Pablo, los enemigos se habrán muerto de hambre porque “Dios es escudo alrededor de nosotros y es el que levanta nuestra cabeza” (Salmo 3:3). Hágale caso a Jesús, atrévase a perdonar para no quedar atrapado en los pecados ajenos.

Decía Jesús: «Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas» (Marcos 11:26).

3) Abrazar la palabra de Dios con todo mi corazón.

«¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira» (Juan 8:43-44).

El oír y escuchar con suma atención lo que Dios habla y ha hablado marca el distintivo de los verdaderos hijos del Altísimo. Pero suele pasar que la gente escucha la mentira y desecha la verdad. A Jesús nadie le podía señalar ningún pecado, pero así mismo no creían en Él, mientras que al demonio que miente, que es padre de mentiras, las personas le creen.

Una de las cosas importantísimas que dice aquí es que el demonio es homicida desde el principio, su objetivo es matar y destruir, y esto lo lleva a cabo a través de las palabras de mentira. Si el cristiano cae en sus mentiras va camino a la destrucción.

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; (1Timoteo 4:1 RVR). Es muy fácil conocer el engaño del enemigo, porque no se ajusta a la Palabra de Dios y, lejos de producir en la persona amor, alegría, paz, paciencia, bondad, amabilidad, mansedumbre, fidelidad y dominio propio, produce totalmente lo contrario.

¿Qué hacemos para abrazar la Palabra revelada de Dios?

1. Unirnos a la congregación, aprendiendo la sana enseñanza.

2. Tomar la decisión de poner la Palabra de Dios en primer lugar en cualquier área de su vida.

3. Apartar todos los días un tiempo dedicado exclusivamente a la oración y la meditación en la Palabra. Puedes usar libros y mensajes de audio, pero no dejes que ellos tomen el lugar que le pertenece a tu tiempo de oración y estudio de la Palabra.

4. Aplica la Palabra a tu vida y permite que sea el Espíritu Santo quien la convierta en una realidad en tu corazón. Reflexiona en cómo puedes poner en obra la Palabra de Dios, a fin de que ésta cambie las situaciones en tu vida diaria.

5. Ora al Espíritu Santo, quien es el que inspira esa Palabra; que te revele Su significado de manera más profunda y cualquier duda pregunta a tu líder.

Meditar en la Palabra de Dios, de esa forma harás que el maligno nunca te quite la paz y puedas edificar tu fe.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano «Victory Church»

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