En el primer trimestre del 2024, la faena de carne vacuna cayó casi un 8%, uno de los niveles más bajos de los últimos 45 años. Esto tuvo un impacto directo en la producción y el consumo que también se desplomó y registró el valor más bajo en las últimas 3 décadas.
En marzo de 2024, la faena de hacienda vacuna registró un total de 1,054 millones de cabezas, marcando un descenso significativo interanual por cuarto mes consecutivo. Este nivel de actividad representa uno de los más bajos de los últimos 45 años para este mes.
“En marzo de 2024 la faena de hacienda vacuna sumó 1,054 millones de cabezas, experimentando una importante caída interanual por cuarto mes consecutivo y marcando uno de los niveles de actividad más bajos de los últimos cuarenta y cinco marzos”, según detalla un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina.
Factores como la prolongada sequía de los últimos tres años contribuyeron a la venta de vientres y a la disminución de los índices de preñez y parición, lo que resultó en una menor disponibilidad de terneros este año.
La recuperación de pasturas en los últimos meses incentivó a la retención de vaquillonas y novillitos en el campo, con el objetivo de que ganen peso de manera más económica. A pesar de estos esfuerzos, la participación de hembras en la faena total se mantuvo elevada, alcanzando el 47,1% en marzo, lo que indica una continua presión sobre la disponibilidad de ganado para la producción de carne.
Impacto en la producción y el consumo
La faena de marzo de 2024 fue un 13,3% inferior a la del mismo mes del año anterior, ajustada por el número de días laborables, lo que equivale a una reducción de 242,3 mil cabezas en términos absolutos. En comparación con el promedio de los meses de marzo entre 1980 y 2023, la faena se ubicó un 4,4% por debajo.
Las estadísticas oficiales también muestran una disminución significativa en la faena de machos, con un descenso del 19,3% en marzo de 2024 en comparación con el año anterior. La faena de novillitos fue la más afectada, con una reducción del 17,6%, seguida por la faena de novillos, que disminuyó un 28,9%.
En cuanto a la producción de carne bovina, la industria frigorífica vacuna produjo 745 mil toneladas en el primer trimestre de 2024, lo que representa una disminución del 7,6% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta caída en la producción se ha visto compensada parcialmente por un aumento en las exportaciones, que han aumentado un 22,9% interanual.
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En línea con lo establecido más arriba, el consumo per cápita de carne vacuna habría sido equivalente a 42,6 kilos/año en marzo de 2024, ubicándose 18,5% por debajo del verificado en marzo de 2023. En tanto, el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna quedó en 50,0 kg/hab/año en el tercer mes del año, es decir 4,2% por debajo del promedio de un año atrás.
“En consecuencia, el consumo aparente de carne vacuna habría totalizado 499,7 mil toneladas per cápita en enero-marzo del corriente año y habría resultado 17,6% menor al registrado en igual trimestre del año pasado, marcando el registro más bajo de las últimas tres décadas”, advirtió la CICCRA.
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