8 de marzo | En lugar de una fiesta de 15 pidió una computadora, y hoy está al frente de la Arteria Digital Factory del Silicon Misiones

La participación de las mujeres en el ámbito de las ciencias y la tecnología cada vez conquista más espacios, y en Misiones son varias las que son profesionales en este ámbito. En este día de la Mujer, Misiones Online propone conocer la historia de una de ellas.

Cris Holzer es analista de sistemas y coordinadora de la Arteria Digital Factory, y en este Día de la Mujer la propuesta es conocer su historia, su formación y como llegó a ocupar este lugar, que la mayoría de las veces es ocupada por hombre.

La programadora, reconoce que siempre le gustó el mundo de las computadoras, y sus inicios se dio cuando cumplía 15 años, cuando, en vez de pedir una fiesta pidió que le regalaran una computadora. Desde allí comenzó su amor por la programación, “en esa época, no era habitual tener computadoras en la casa y cuando empecé estudiar sistemas, pensé que era algo más tangible, era algo más asociado a la ingeniería. Pero, cuando ingresé a la carrera, me di cuenta de que era todo más intangible”.

Y agregó que, “uno tiene la idea de que un programador te arregla la compu, un celular, y la verdad, que es otra cosa”.

Con respecto a su formación su paso por la facultad lo calificó como “una experiencia linda, éramos dos durante toda la carrera, solamente tuve un profesor que por ahí hacía alguna diferencia entre los hombres y las mujeres, pero el resto no”.

 

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Con respecto al campo laboral, Holzer destacó que, “trabajé en diferentes consultoras desarrollando sistemas, y llegué al Silicon a través de haber trabajado en el equipo de desarrollo de Marandú, con el cual hicimos muchos sistemas, páginas, aplicaciones que tienen que ver con el Estado, y esa fue la puerta de ingreso al equipo de Digital Factory”.

La programadora cuenta que le toco ser la primera mujer programadora en el equipo de desarrollo de Marandú y la primera en estar al frente del proyecto de la arteria Digital Factory. En el mundo de la programación, “todo el tiempo estás aprendiendo cosas nuevas, es dinámico. En este mundo de la programación hay diferentes perfiles y uno se puede ubicar donde más se sienta cómodo. Hay gente que hace tareas que son más duras, más técnicas, y hay otra gente que hace tareas más blandas y de acuerdo al perfil que uno tenga en un equipo”.

Por último, Holzer dio una recomendación a las mujeres que estén pensando en incorporarse a este mundo, “que no tengan miedo, que no es nada difícil, que todo se aprende, nadie nace sabiendo.  Uno tiene el preconcepto de que las carreras de ingeniería son como muy difíciles, muy complicadas, tienen mucha matemática. Pero al final, cuando uno lleva adelante un trabajo, todo eso se diluye y te das cuenta que es como cualquier otra actividad y que si te gusta hacerla es más fácil aún”.