Misiones | Era carpintero, empezó a emprender con madera recuperada y ya vendió sus productos en EEUU, Alemania y Australia

Hace más de 10 años que Ignacio lleva adelante “Panchito”, su emprendimiento, donde elabora artesanías sin necesidad de químicos y utilizando la materia prima que, por ejemplo, tiran los aserraderos. “Encontré un mercado más allá de la frontera con esa madera reutilizable”, marcó.


 “Todo se puede volver a utilizar, nada se desperdicia”, es la filosofía que desde hace años ha empezado a consolidarse en el mundo motorizado por la preocupación en el medioambiente y el daño que está ocasionando el hombre a su entorno.

Son muchos los ejemplos a lo largo y ancho del mundo de personas que se reinventaron en pos de cuidar a la flora y fauna. En paralelo, encontraron una fuente de ingresos económicos y lograron optimizar la administración de los recursos.

En Misiones, durante la Fiesta Nacional de la Madera, celebrada en San Vicente, abundaron la historia de expositores que mostraron cómo todo se puede reutilizar, en un segmento tan particular como el de la foresto industria. Uno de los grandes desafíos que históricamente tiene ese sector en la Tierra Colorada es de lograr un mejor aprovechamiento de la materia prima, ya que solo se utiliza entre un 40 y un 60 por ciento de la madera.

 

  • Algunos de los trabajos en la Fiesta Nacional de la Madera

Los artesanos misioneros recorren aserraderos en busca de material de descarte. También trabajan con arboles caídos, ya sea aquellos que están al alcance- como en la casa del vecino- o tengan que internarse en el espeso monte para hallarlo.

Una de esas historias es de la Ignacio de Aristóbulo del Valle, cuyo stand dentro de la Fiesta Nacional de la Madera fue uno de los que sobresalió, a tal punto que el propio gobernador de la provincia, Oscar Herrera Ahuad, decidió comprarle uno de sus productos.

En diálogo con Misiones Online, el artesano contó la historia de “Panchito”, su emprendimiento. Explicó que era carpintero, pero que hace 12 0 13 años empezó a emprender porque vio una oportunidad utilizando el “desperdicio de la madera”.

“Mi emprendimiento es ‘ Panchito’. Es así como suena. Trabajo con madera y hace más o -12 13 años que estoy en el emprendedurismo por este tipo de trabajo. Por lo anteriormente era carpintero, pero la vida, las circunstancias y el mismo tipo de producción de la carpintería me llevó a cambiar dentro del mismo rubro madera”, arrancó.

Fiesta nacional de la Madera

Ignacio observó que “había un producto se estaba tirando” y que tenía potencial como para convertirse en su principal ingreso económico. “Estaba quedando el desperdicio de madera y encontré que había una utilidad dándole una forma, dándole un acabado para llegar a un producto que el mercado gusta…Y bueno, empecé”, detalló.

Si bien al principio combinó carpintería y la artesanía, terminó por inclinarse por esta última por la demanda que halló en ese sector

Ignacio destacó las bondades de la madera recuperada para convertirla en “utilitarios” e indicó que no utiliza químicos en la fabricación.  

“Cualquier madera es buena para hacer un utilitario. Yo lo defino como un utilitario para la mesa en donde tenés una fuente, una tabla, una cuchara, que te puede permitir mantener tu alimento o servir y ¿qué mejor para la madera?”, expresó.

“Nosotros tenemos tres productos aptos para el alimento: el vidrio, la loza y la madera. De los tres, la madera es la mejor porque conserva los alimentos porque la madera misionera tiene propiedades que realzan el sabor y los conserve. Además si observas vas a ver qué lindo luce en tu mesa un alimento servido en una tabla o en una fuente de madera”, subrayó.

Ignacio junto al gobernador, Oscar Herrera Ahuad, y el intendente de San Vicente Fabián Rodríguez

Posteriormente, añadió que no necesita químicos sino únicamente cera de abeja, porque la madera al natural tiene la posibilidad de que transmite gusto ni olor. “Esto lo más importante porque hay muy pocos productos que realmente sirven para contener alimento. Y bueno, la madera es uno de ellos”, dijo.

Gracias a la cualidad de la madera misionera “que la distingue del resto”, Ignacio halló un mercado fuera de las fronteras provinciales y nacionales. Recorre las diferentes ferias del país donde sus productos son “los únicos que tienen color” y ya logró vender parte de su producción en países como Estados Unidos, Australia o Alemania.

“Tengo productos míos en Australia, en Alemania, en Estados Unidos y los países de acá, de la de la región. La mayoría ha adquirido productos míos porque no hay en donde se encuentran. O sea que me encontré en un mercado más allá de la frontera con esta madera reutilizable”, declaró.

Ignacio explicó que encontró un nicho de mercado que reúne a todas las clases sociales y por eso elabora sus productos pensando en el poder adquisitivo de la familia más humilde hasta los de mayor ingreso

“Yo ya encontré el nicho de mercado y no es tan pequeño porque hay un público que tiene muy buen poder adquisitivo y entonces vos lográs un producto tanto para una mesa económica como para alguien que tengan una necesidad, un gusto un poquito más elevado. Yo te puedo ofrecer una tablita para una familia humilde como para alguien que tenga un hogar y quiera lucir con un buen elemento sobre su mesa”, sostuvo.

Cada vez que Ignacio recorre el país, se siente más orgulloso por represente a Misiones porque es “el único que tiene color”.

“Cuando recorro ferias me siento la persona más orgullosa de representar a Misiones porque realmente soy el único que tengo color. O sea, tenemos trabajos muy similares, trabajos muy bonitos que hacen artesanos de todo el país, pero yo llevo mi mesa y mi mesa tiene color. Ese es el distintivo de la madera misionera, porque el resto de la región es el Algarrobo o el Uruguay. Entonces yo no tengo problema y por eso me he animado a salir de la provincia, porque una vez que vi y el mercado me aceptó afuera. El 80% de mi producción está fuera de la provincia”, concluyó

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