El perdón nos hace libres

El perdón nace del amor y nos libera, nos da alas y nos permite crecer espiritualmente. Cuando no cumplimos con lo que nos hemos comprometido o sin querer hacerlo, herimos a otra persona, “pedimos” perdón y con esto, lo hacemos depender de la otra persona, ya que lo expresamos como una petición y el lesionado al decir “te perdono” nos libera de ese peso que sentimos por el error que cometimos.

Aunque ambas partes son extraordinariamente importantes, es necesario mantenerlos por separado, con independencia de la respuesta que obtengamos del otro.

De ésta manera, asumimos la responsabilidad que nos cabe sobre nuestras acciones y además, que no la podemos hacer depender de las acciones de otros. El perdón no nos exime de nuestra responsabilidad y tiene gran importancia, aunque el otro no nos perdone. Por otra parte, viene el “te perdono” o simplemente “perdono”.

¿Qué pasa cuando alguien no cumple con lo que había prometido y nos sentimos afectados por lo acontecido, pero no se hace cargo de las consecuencias de su manera de actuar?

Nos sentimos víctimas de una injusticia y de ésta manera justificamos el resentimiento que sentimos, ya que nos hemos colocado del lado del bien y al otro del lado del mal.

No hace falta que te pidan perdón para perdonar, hacerlo significa que sus acciones no tienen influencia sobre tus emociones, es una acción más para vos que para el otro. Cuando nos resentimos, nos hemos puesto en una posición de dependencia respecto a quien hacemos responsable y es ahí, donde permanecemos atados, como esclavos, a la otra persona.

Esto va a perturbar nuestra paz, nuestro bienestar, lo que impide nuestra felicidad y libertad personal.

¿Cómo perdonar a alguien que no se disculpó? Es un buen punto, confiar en tu versión de los hechos, no hace falta que la otra persona valide o admita nada (esto no quiere decir que no haya sucedido). Si te dolió, si aún te molesta, comenzar por validar tu emoción es un buen comienzo.

Poner límites claros y que sepan que habrá consecuencias es importante, al igual que no permitir que quieran hacerte pensar que vos provocaste la situación, o que es tu culpa.

El perdón - Ester inglese

¿Perdonar es olvidar?

Olvidar o no, es algo que no depende por completo de nuestra voluntad. Pero el perdón si es algo que está enteramente en nuestras manos. No es un acto a favor de quien nos hizo daño (aunque pueda también serlo) es un acto de liberación personal, ya que rompemos esa cadena que nos ata al victimario. Inclusive, puede suceder que esa persona ya no esté físicamente, o no tengamos relación en la actualidad.

Perdonar es hacernos cargo de ponerle fin a un proceso abierto del pasado, que sigue reproduciendo el daño que nos hizo en el presente.

El perdón - ester inglese

¿Y cuando somos nosotros mismos los que nos tenemos que perdonar? ¿Qué pasa cuando somos víctimas y victimarios de una situación que nos encadena?

Hablamos acá de perdonarnos, soltando esa idea de que somos de una manera y cargamos con nosotros la culpa de por vida de haber hecho algo irreparable. Perdonarnos es reconocer que, en el pasado, actuamos desde condiciones diferentes a las que nos encontramos hoy.

Nos permite transformarnos y dejar de recriminarnos, sintiendo ese efecto liberador, manifestando ese amor a nosotros mismos y a la vida.

A vos, ¿cómo te va con esto?, ¿a quién vas a perdonar hoy?

 

Ester Inglese.

Coach Ontológico Profesional Acreditado.

Socio 6580 AACOP

Instagram ester.inglese

Además...

ULTIMAS NOTICIAS

Columnas