En el viaje hacia una vida plena y satisfactoria, a menudo pasamos por alto el poder de la gratitud. Sin embargo, llevar un diario de gratitud puede ser una herramienta profundamente transformadora que moldea nuestra perspectiva hacia lo positivo y tiene un impacto tangible en nuestro bienestar mental y emocional.
Desde las lentes de las neurociencias y la Programación Neurolingüística (PNL), podemos entender cómo esta práctica simple puede cultivar una mente más resiliente, optimista y centrada en la alegría.
Desde la perspectiva de las neurociencias, el acto de expresar gratitud tiene efectos mensurables en el cerebro. La práctica está asociada con la activación de regiones cerebrales vinculadas a la recompensa que desempeñan un papel crucial en regular nuestras emociones y estados de ánimo.
Al escribir en un diario de gratitud, estamos entrenando a nuestro cerebro para enfocarse en lo positivo, lo que puede fortalecer las conexiones neuronales asociadas con la felicidad y el bienestar.
Además, la gratitud ha demostrado reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que sugiere que esta práctica puede ayudar a mitigar los efectos en nuestro cuerpo y mente. También se pueden observar mejoras en el funcionamiento del sistema inmunológico, lo que contribuye aún más a nuestro bienestar general.
La PNL, por otro lado, nos ofrece herramientas poderosas para maximizar el impacto de nuestro diario de gratitud. Por ejemplo, podemos utilizar la técnica de anclaje para asociar emociones positivas con la actividad de escribir en el diario, lo que refuerza la conexión entre la gratitud y el acto de expresarla por escrito.
Además, la PNL nos enseña a ser claros y específicos en nuestra comunicación, lo que nos permite profundizar al describir detalladamente las cosas por las que estamos agradecidos.
El reencuadre, otra técnica de la PNL, nos permite cambiar nuestra percepción de una situación para verla desde una perspectiva más positiva. De esta manera, podemos encontrar aspectos positivos incluso en las circunstancias más desafiantes, lo que nos ayuda a cultivar una actitud de aprecio y resiliencia frente a la adversidad.
En resumen, llevar un diario de gratitud (en un cuaderno diseñado para tal fin o en cualquier papel, por escrito, a mano… ya que el cerebro lo interpreta más rápidamente) va más allá de simplemente enumerar cosas por las que estamos agradecidos; es una práctica fundamentada en la ciencia y el arte de cultivar una mentalidad de abundancia y alegría.
Desde las profundidades de nuestro cerebro hasta las sutilezas de nuestro lenguaje, la gratitud tiene el poder de transformar nuestras vidas, permitiéndonos encontrar la belleza y el significado en cada momento.
Algunas personas pueden encontrar que pueden establecer un nuevo hábito en unas pocas semanas, mientras que otras pueden necesitar varios meses. Lo más importante es mantenerse enfocado en el objetivo, ser paciente y persistente y celebrar los pequeños logros en el camino hacia la formación del nuevo hábito.
Y vos… ¿cómo expresás la gratitud en tu vida cotidiana? ¿llevás un diario de gratitud? ¿hay algo que te lo está impidiendo? ¿qué obstáculos crees que podrías encontrar? ¿crees que éste hábito podría complementar tu enfoque actual en eso que querés lograr?
Si querés saber más, estoy para acompañarte. Pedí posibilidad, pedí coaching!
Ester Inglese
Coach Ontológico Profesional
Wsp 3751 660207 | IG ester.inglese
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