Garupá: detienen a un joven quien asaltó e hirió a un hombre con un machete

Los efectivos de la Sección Investigaciones de la comisaría de Garupá, arrestaron a un joven de 19 años en el barrio Piedras Blancas por estar involucrado en un hecho de robo calificado y lesiones, en perjuicio de un hombre de 32 años.

Los policías realizaron las investigaciones correspondientes basándose en la denuncia de la víctima, quien manifestó en sede policial que cuando transitaba por las calles Santo Tomé y San Héctor, fue interceptado por el señalado quien, con un machete en mano, le ocasionó una lesión en una de sus manos y sustrajo una motoguadaña para luego darse a la fuga.

Con pistas firmes, los investigadores localizaron al sindicado en la zona, lo detuvieron para luego alojarlo en sede policial en averiguación del hecho.

En tanto a la víctima, fue examinada por un médico, quien diagnosticó herida contuso cortante en su meñique izquierdo que no le llevarán más de cinco días de recuperación; asimismo persiste la búsqueda del elemento sustraído.

Detuvieron a 10 personas por contrabandear réplicas de armas de guerra ingresadas al país por Misiones

Diez personas fueron detenidas acusadas de contrabandear réplicas de armas de guerra, granadas y artículos tácticos para la práctica de airsoft por un valor de 30 millones de pesos, y en uno de los domicilios allanados se secuestró un arsenal compuesto por pistolas, revólveres y carabinas, informaron este lunes fuentes policiales.

Los voceros detallaron que el armamento y artículos para la práctica lúdica eran ingresados por la zona de la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay para ser comercializados en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba, Misiones, Salta y Tucumán.

En tanto, las armas reales fueron halladas en un domicilio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su procedencia es aún investigada.

La pesquisa se inició hace dos años y estuvo a cargo de efectivos del Departamento Delitos Fiscales de la Policía Federal Argentina (PFA).

Cómo operaba la banda

Tras una larga investigación, los federales lograron establecer que los elementos eran ingresados ilegalmente al país desde Paraguay por la Triple Frontera, para posteriormente comercializarlos en distintos puntos de la Argentina a través de grupos privados de Telegram o WhatsApp.

Los investigadores pudieron establecer los roles de cada uno de los integrantes de la banda, entre ellos el de una mujer de nacionalidad paraguaya que residía en el barrio porteño de Barracas, quien era la encargada de realizar viajes a Ciudad del Este, donde compraba los elementos.

Luego, otras personas los recibían en la ciudad de Puerto Iguazú y adonde los cruzaban en precarias canoas, para luego despacharlos por empresas de encomiendas a distintos puntos del país donde eran recibidos por los demás eslabones de la banda que se encargaban de distribuirlos en el mercado local.

Los voceros dijeron que las ventas arrojaban para la banda una altísima ganancia producto de haber evadido los aranceles aduaneros.

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