Fue al dentista porque le dolía la muela y murió en el procedimiento

El caso de Aída conmocionó a todos los habitantes de San Juan. La mujer perdió la vida en medio de la intervención, a causa de patologías previas.

 

Aída González se volvió la protagonista una tragedia que ocurrió el pasado lunes 11 de mayo en San Juan. Luego de padecer un molesto dolor de muela, la mujer de 34 años decidió ir al dentista para una consulta. Allí, le comunicaron que debían realizar una intervención de rutina para calmar el dolor. Sin embargo, murió en medio del procedimiento.

 

 

Cuando Aída ingresó a la guardia, los especialista le suministraron penicilina. Hasta que le haga efecto, hizo tiempo en la sala de espera. “No obstante, a los pocos minutos sufrió un paro cardio respiratorio y murió en el lugar“, confirmó el comisario Víctor Mondaca en diálogo con el medio local El Tiempo.

 

La razón de su repentina muerte no se debió a patologías previas de la paciente. Una amiga Aída señaló: “Nosotros sabíamos de los problemas de salud que ella tenía, por eso entendemos que podía llegar a pasar esto, pero incluso así nos destrozó porque ella era sumamente feliz y cariñosa con todos”.

 

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Si bien los profesionales presentes realizaron maniobras de RCP para reanimarla, no lo lograron. De esta manera, fue una médica del Hospital de San Martín quien llamó al esposo de Aída para anunciar la terrible noticia.

 

Por qué murió repentinamente

 

Aída padecía hipertensión pulmonar, una enfermedad que causa el aumento de la presión en las arterias de los pulmones. Esto provoca que el corazón haga más esfuerzo, se debilite y pueda haber una insuficiencia cardíaca. Su amiga Cynthia Barbero contó que la mujer había tenido ya seis ataques en su hogar que milagrosamente no tuvieron un trágico desenlace.

 

“Ella respetaba la medicación, tenía anticoagulantes y otros que eran importantes para bajar la presión de los pulmones”, detalló. A su vez, recordó su fortaleza y voluntad para seguir adelante: “Era una mina de oro. Se reía de todo”.

 

 

 

Fuente: Mitre