Reflexión del Apóstol Guillermo Decena: «Josué, reinando en el espíritu III»

El Apóstol Guillermo Decena expresó que "la influencia positiva y poderosa que impartió Josué a su generación era una luz que alumbraba. La lealtad de Josué hizo que la cobertura de Dios estuviera siempre sobre Israel y mientras él vivió y vivieron los que fueron influenciados por él, la bendición perduraba sobre el pueblo de Israel".

LA IMPORTANCIA DEL LIDERAZGO ESPIRITUAL.

Josué nos enseña que es imposible reinar en el Espíritu si no lideramos eficazmente, haciendo discípulos conforme a lo que nos mandó en forma expresa el Señor.

“(…) Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:18-20 NVI)

Nosotros jamás deberíamos dejar de prepararnos para servir a Dios, porque cuando eso pase, dejaremos de aprender y allí empezaremos a morirnos espiritualmente.

El liderazgo marca caminos y forja destinos maravillosos, dando a la persona que recibe un rumbo eterno y al que da, un extraordinario sentido de vida que es incomparable.

Josué fue un líder que inspiró a todos hasta los últimos momentos de su vida.

“Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel.” (Jueces 2:7)

La influencia positiva y poderosa que impartió Josué a su generación era, sin dudas, una luz que alumbraba. La lealtad inextinguible de Josué hizo que la cobertura de Dios estuviera siempre sobre Israel y mientras él vivió y vivieron los que fueron influenciados por él, la bendición perduraba sobre el pueblo de Israel. Esta es la forma más impactante de iluminar la generación, liderando con excelencia, como Jesús nos manda.

En este marco, el Apóstol Guillermo Decena detalló algunos puntos:

1- Liderar es alumbrar.

Jesús mismo es el ejemplo formidable de liderazgo espiritual que alumbra.

“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Así mismo, nosotros somos llamados a influenciar para bien a nuestra generación porque debemos ser “luz del mundo.”

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mateo 5:14).

Tenemos que tomar conciencia de la maravillosa tarea de hacer discípulos. La influencia del liderazgo es extraordinaria en términos espirituales y es imprescindible para el desarrollo del reino.

También hizo Jesús referencia al liderazgo de Juan el Bautista:

“Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz” (Juan 5:35).

Juan el Bautista tuvo una corta pero fructífera vida que preparó la venida del Salvador, fue reconocido por nuestro Señor como una lámpara que alumbraba y no hay mejor manera de describir nuestra tarea de líder que una antorcha que alumbre la oscuridad espiritual de Dios.

Dios levanta a Samuel.

Por otra parte, otra gran historia de liderazgo y de gobierno espiritual es la del joven Samuel, de quien tambien podemos aprender valiosas lecciones.

“El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia. (…) Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, (…) y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí” (1 Samel 3:1-4).

Samuel nos ilustra la tarea maravillosa del liderazgo espiritual que nos exige estar despiertos y alertas espiritualmente. El liderazgo es irremplazable, porque detrás del avance del reino de Dios, siempre deberá haber corazones que se esfuerzan, que sufren por las almas y que se sacrifican por la batalla que se pelea en los aires espirituales.

2- El líder mantiene la lampara encendida.

Si nos atrevemos a ver más allá, la luz del Espíritu de Dios estaba apagándose en medio de la noche espiritual de Israel. Era hora de avivar la llama de Dios y de comenzar a recibir la revelación del Espíritu Santo.

“Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, (…) para hacer arder continuamente las lámparas (…) para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.” (Éxodo 27:20-21)

Los sacerdotes tenían la responsabilidad de cuidar y mantener encendidas las lámparas hasta el amanecer; esto es una figura de las cosas espirituales, pues los líderes espirituales tienen la responsabilidad, en medio de la oscuridad, de tener encendida la presencia del Espíritu Santo en el pueblo de Dios.

3- El líder tiene que servir a Dios.

Samuel servía en el templo, y esto sucedía porque fue consagrado a Jehová tal como lo hicieron Aarón y sus hijos en la consagración como sacerdotes y tal como lo hicieron los apóstoles con Pablo y Bernabé antes de ser enviados como misioneros.

El reconocimiento de los líderes que nos preceden en la consagración, nos da el aval suficiente de poder servir al altísimo y poder servir al pueblo de Dios.

4- El líder hace fluir la palabra de Dios.

Dios no hablaba con frecuencia, y cuando lo hizo, fue una palabra de juicio.

Dios hablará y guiará, cuando su pueblo lo busque y cuando sus ministros busquen servirle diligentemente.

5- El líder trae visión con frecuencia.

Esto es fundamental porque es parte de la fe. Cuando la persona no tiene visión de lo milagroso, los líderes son portadores de impartir una visión de fe a la iglesia. Si esto no ocurre, la congregación será privada de la obra sobrenatural de Dios, y esto hará que el pueblo se disperse y se apague.

“(…) Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel” (2 Samuel 21:15-17).

El liderazgo espiritual realizado con amor y excelencia hace que la luz de Dios ilumine sobre la tierra, y es la manera elegida por Dios de ejercer su señorío sobre la humanidad.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Apóstol Guillermo Decena

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