Visitando la Catedral de Notre Dame en París

En mis viajes a Paris tuve la oportunidad de visitar, en varias oportunidades,  la famosa catedral de Notre-Dame.  De culto católico y sede de la archidiócesis de París, esta catedral es uno de los edificios góticos más famosos del mundo y símbolo de los parisinos.  El pasado 15 de abril, a raíz de un grave incendio,  sufrió daños de importante envergadura durante un proceso de restauración, que había comenzado este año.

La catedral de Notre Dame está dedicada a la Virgen María, madre de Jesucristo,  se sitúa en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena.  Recuerdo la primer vez que la visité. Me encontraba en París para recibir el premio Best in the World de los Gourmand Awards,  por mi libro El Libro de la Yerba Mate. Tenía un día libre para visitar París, así que en primer lugar en mi agenda estaba la catedral.  Recuerdo que había llegado muy temprano y que el frío de la mañana me invitaba a desayunar en la famosa cafetería Notre Dame. Este Café está ubicado en un punto estratégico, para observar y contemplar la majestuosa infraestructura de esta obra gótica.

Independientemente de la religión o creencia –  una vez dentro de la catedral la energía que se percibe es maravillosa. Mi mayor sorpresa fue encontrarme, mientras transitaba sus pasillos,  a la imagen de la virgen de Guadalupe, patrona de México. Allá tan lejos pero tan cerca, estaba ella contemplándome con su túnica cubierta de una constelación de estrellas.

La catedral de Notre Dame es uno de los monumentos más populares de la capital francesa. Durante la década de 1790, tras la Revolución francesa sufrió hurtos y daños, pero se mantuvo en pie.

Gracias a Napoleón Bonaparte, coronado luego emperador de Nuestra Señora, la catedral regresó a la iglesia católica.  Pero el salto más importante lo tuvo en el año 1831, cuando Notre Dame pasó a ser el escenario de la novela Nuestra Señora de París, escrita por Victor Hugo. Esto generó un renacer en el interés de los ciudadanos de París por la catedral.

En el año 1845, el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, defensor del naciente estilo neogótico, encabezó un proyecto de restauración que donde agregó las célebres gárgolas y la famosa aguja de 96 metros (que el pasado 15 de abril pudimos observar su caída, en medio del incendio). Luego en 1963, a través de un proceso de limpieza, se pudo quitar el hollín de la fachada, devolviendo su aspecto y color original.

Se trata de uno de los edificios más antiguos de los construidos con el estilo gótico. El uso innovador de la bóveda de crucería y del arbotante, los enormes y coloridos rosetones y el naturalismo y la abundancia de decoración escultórica lo diferencian de la arquitectura románica.

Caminando por la Isla de la Cité, recomiendo visitar la clásica librería Shakespeare and Company es una librería independiente situada en el quinto distrito de París. Esta librería sirve al mismo tiempo como librería y biblioteca especializada en literatura anglosajona. El primer piso sirve también como refugio para los viajeros, conocidos como «tumbleweeds», albergados a cambio de algunas horas de trabajo por día en la librería. El piso bajo dispone de un «wishing well», o pozo de los deseos al que los visitantes suelen arrojar monedas. La propietaria más famosa de la librería fue Sylvia Beach, que regentaba el establecimiento, en el 12 de la calle Odéon, entre los años 1919 y 1941 (el establecimiento se encuentra en la actualidad en el 37 de la calle Bûcherie). Durante ese periodo, la tienda era considerada como el centro de la cultura anglo-americana en París. Era visitada a menudo por autores pertenecientes a la Generación Perdida», tales como Ernest Hemingway, Ezra Pound, F. Scott Fitzgerald, Gertrude Stein y James Joyce.

También es famosa por haber sido escenario de la famosa película “Befort Sunset” segunda parte de la exitosa película “Befort Sunrise”, producidas por Anne Walker-McBay y Richard Linklater.   Y protagonizadas por los actores Ethan Hawke y Julie Delpy, quienes se encuentran después de nueves años en París,  donde Jesse (el protagonista) responde a una entrevista y firma dedicatorias en una librería de su último libro, que en el recuerda a la querida Celine (la protagonista).

También recomiendo caminar por el barrio hasta llegar a la plaza Saint-Germain-des-Prés, y tener la paciencia de esperar una mesa en la vereda del mítico Café Les Deux Magots (el nombre de este Café es en referencia a las dos figuras, dos personajes chinos, que se pueden contemplar en el interior).  Desde sus mesas pueden contemplar a los transeúntes, mientras disfrutan de beber el famoso Pastis (bebida típica a base de anís de los años 30´), como lo hacían los recordados artistas como Ernest Hemingway,  F. Scott Fitzgerald, Gertrude Stein Sartre, Simone de Beauvoir, y Picasso. Sigo recordando Paris, y esperando pronto volver a caminar sus hermosas calles.

À la prochaine!

 

 

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