La presidente de ODS Misiones destacó los avances de la provincia en materia ambiental: “Preservar la selva tiene un valor ecosistémico”

Con el avance ininterrumpido del cambio climático, desde Misiones se está trabajando para aumentar el interés popular y financiar los esfuerzos para limitar sus efectos. Para Azul Nieto, quien fue nombrada presidente de ODS Misiones el pasado marzo, todavía hace falta “ponerse la camiseta”.

ODS Misiones encapsula parte de los esfuerzos del gobierno provincial por avanzar en la ejecución de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptados por las Naciones Unidas como parte de la Agenda 2030. Entre estos objetivos se encuentra la ampliación de las acciones dedicadas a contrarrestar los efectos del cambio climático.

En Misiones, estos esfuerzos se concentran mayormente en la preservación de la selva. Nieto recalcó la importancia de esta política en la era del cambio climático: “Por ahí uno habla de Europa y dice que está en la otra punta de la Tierra, pero en realidad está todo conectado. El simple hecho de preservar la selva ya es un montón”.

El desarrollo desmedido de la industria en los países más influyentes creó un escenario en donde ahora ellos animan a que países menos desarrollados, como Argentina, limiten su desarrollo en pos del ambiente. “Las temperaturas que vemos ahora son parte del efecto inmediato del cambio climático, pero después van a haber enfermedades y faltantes de alimentos”, afirmó Nieto.

 

La importancia del dinero y la voluntad política

 

Enfatizando la importancia del país y de Latinoamérica en esta lucha, la joven de 21 años argumentó que “hay un reconocimiento que se le pide a Nación y a otros países” en el aspecto climático. “Misiones puede talar su selva y hacerse millonaria, como hicieron los otros países, pero el hecho de preservar la selva tiene un valor ecosistémico”.

Sin embargo, el dinero para hacerlo siempre falta. “Falta el dinero para tener programas, controlar la selva, y cuidarla. En el verano estuve muy metida ayudando en lo que es donaciones”, afirmó, recordando sobre los incendios forestales actualmente en curso en zonas de Europa y Estados Unidos. “Seguramente nos va a volver a tocar a nosotros. Parte de la crisis climática son las temperaturas extremas”. Londres recientemente detectó una temperatura de 40,2ºC, la más alta registrada en la historia de la ciudad.

Por otro lado, aparecen noticias de olas de nieve. “Son extremos, o es mucho calor o es mucho frío, y eso tiene consecuencias en los ecosistemas”, explicó Nieto. El jueves pasado, el presidente de Estados Unidos Joe Biden anunció una inversión de US$2,3 mil millones para construir infraestructura adaptada a “temperaturas extremas y desastres naturales”.

“Un poco está la voluntad política, se habla del tema, pero falta para mí ponerse la camiseta y ayudar a países y regiones como la nuestra”, manifestó Nieto. La pandemia trajo consigo un interés renovado por la importancia de cuidar al clima. “Hubo muchas migraciones hacia las zonas rurales, y ahí la gente se dio cuenta de lo importante que es la naturaleza”.

Los efectos del cambio climático producen desbalances en el ecosistema que terminan con efectos insólitos, como animales salvajes llegando a las ciudades para resguardarse de un hábitat inhóspito. Estas llegadas pueden traer consigo enfermedades para las que los humanos no están preparados, agravando así el panorama mundial. “Son cosas que van provocando tensiones. La pandemia nos hizo ver lo importante que son los ecosistemas”, indicó Nieto.

 

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La Agenda 2030 ofrece una guía para combatir estas problemáticas en un lapso determinado, finalizando en 2030. “Lo que está bueno es que nos apura un poco, porque la crisis está ahora y la estamos viviendo. Ya no es como antes, que se mencionaba ‘2050’. Se piden medidas ya”, sostuvo la joven.

Nieto también destacó los esfuerzos locales por reemplazar progresivamente las fuentes de energía no renovables por fuentes renovables. “Hoy dimos un paseo en un tren de Puerto Rico, y nos contaron que tienen una fábrica de biodiésel y que el tren en el que estábamos funcionaba con biodiésel”. En Posadas hay una planta de energía solar en Itaembé Guazú, con otra todavía por abrirse en la zona del acceso oeste. Para Nieto, “de a poco se va moviendo la matriz energética hacia energías renovables”.

Esto no significa, sin embargo, que fuentes no renovables, como el petróleo o el gas natural, dejen de ser explotadas de la noche a la mañana. “La Argentina es un país con petróleo y gas natural que claramente se seguirá explotando. Lo importante es saber que eso se va a terminar, y que tenemos que estar preparados para cuando eso pase. La crisis climática es consecuencia de la explotación indiscriminada de estos combustibles fósiles”, afirmó.

Parte de esta transición depende de la concientización. Se estima que un 95% de incendios forestales son obra humana, y los métodos para detenerlos o prevenirlos están en una constante formación y sentido de alerta. “Hay personas que, frente a esta crisis, dijeron que podía pasar de vuelta y están listas para ayudar”, afirmó Nieto.

Un ejemplo de estos focos ígneos son los incendios en Corrientes, que comenzaron en enero de este año y se prolongan hasta la actualidad. Misiones, sin embargo, no es la excepción. “Se armó toda una logística, ahora todos estamos preparados y se están armando cosas para lo que se venga”, agregó.

Recientemente se ordenó la instalación de un juzgado con competencia en lo ambiental con jurisdicción en toda la provincia. Avances como este permiten que las malas prácticas ambientales no se queden impunes, sino que sean sujetas a un castigo acorde. Para Nieto, la etapa de la concientización “ya pasó”.

“Ya todos sabemos la importancia y las herramientas que se tienen. A veces no queda otra que ponerse la mano dura y sancionar”, explicó, observando que en la Constitución Nacional se especifica el derecho a un ambiente sano. “El ambiente pasa a ser un sujeto de derecho, algo que debe ser protegido”, dijo Nieto.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible cuentan con tres esferas de acción: social, económica, y ambiental. Los objetivos, que son diecisiete en total, son a veces referidos con números, dependiendo de su ubicación en la lista. Así, por ejemplo, ODS 1 es “Fin de la Pobreza” y ODS 5 es “Igualdad de Género”. Los distintos objetivos pueden ser consultados en la página web de Naciones Unidas.

Nieto explicó que cada uno de los objetivos está interrelacionado. “Yo no puedo hablar de cambio climático si no atiendo el ODS 2, ‘Hambre Cero’, y el ODS 4, ‘Educación de Calidad’. ¿Cómo le voy a dar a los chicos una educación de calidad si no hay alimentos, y no hay alimentos porque hay crisis climática y no se puede producir?”. Dentro de los diecisiete objetivos hay 169 metas, cuyo progreso es rutinariamente medido de forma estadística.

Misiones presenta su informe anual referido a los ODS mediante el Instituto Provincial de Estadística y Censo (IPEC), y el gobierno nacional hace lo propio mediante el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). “Tenemos ocho años todavía. Es un tiempo considerable para ponernos las pilas”, afirmó Nieto.

 

Un alto estándar

 

Los objetivos propuestos por la Agenda 2030 presentan un estándar alto para el desarrollo humano. Un estándar alto que, algunas veces, puede ser considerado excesivamente alto. “La vara se puso muy alta. Una crítica que se le puede hacer a los ODS es que no todos los países están en la misma situación. No es lo mismo un país en África que un país europeo”, indicó.

Pero los objetivos no salieron de un vacío, sino que fueron el resultado de años de consultas ciudadanas que fueron consideradas en el proceso. “Se habla mucho de los ODS como la ‘agenda del pueblo’, porque para su elaboración no solo se tuvo en cuenta a los representantes de los diferentes países en las Naciones Unidas, sino que también se le preguntó a personas de diferentes edades en diferentes lugares del mundo qué querían que esté en la agenda”, explicó.

Los ODS surgieron como una sucesión de los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio, que comprendían el período entre los años 2000 y 2015.  “Se vio qué faltó y en qué se avanzó, y ahí surgió la Agenda 2030. Por ahí en 2030 salga otra agenda hasta 2050, y por ahí quieran abarcar más o menos cosas. Hay que ver qué pasa”, afirmó.

Concluyendo el tema, Nieto destacó los esfuerzos de la provincia en materia energética. “Personalmente me sorprendió la apuesta que se le está haciendo a las energías renovables. Es importante buscar esa independencia en la matriz energética y apostar al interior”.

También mencionó los avances en los programas de agricultura familiar, que están contribuyendo en el objetivo de hambre cero. “Hay mucho dinero y muchos recursos puestos en el autoconsumo y en la producción sustentable”, indicó. De igual manera, llamó a prestar más atención al agua, que Misiones posee en grandes cantidades. “El agua es el oro del futuro, y la provincia está llena de agua. Para mí el ojo enseguida va a estar puesto allí”, terminó.

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