A causa del cambio climático, se espera un aumento significativo en la ocurrencia de graupel y rayos

En un mundo que experimenta un calentamiento progresivo, se prevé un aumento en la actividad de rayos atmosféricos, según revela un estudio reciente. Este incremento está estrechamente relacionado con el aumento de eventos de graupel, un fenómeno meteorológico que ha sido subestimado en los modelos climáticos globales hasta la fecha.

La comprensión del cambio climático se basa en gran medida en las proyecciones formuladas por los modelos climáticos globales (GCM por sus siglas en inglés), los cuales son herramientas fundamentales que utilizan representaciones matemáticas de las interacciones físicas, químicas y biológicas en la atmósfera terrestre para predecir el comportamiento del clima en el futuro. Sin embargo, la complejidad del clima y la multitud de variables involucradas hacen que estos modelos sean intrínsecamente desafiantes de desarrollar y evaluar.

Los modelos climáticos globales abordan distintos aspectos del cambio climático, desde estimar las emisiones futuras de gases de efecto invernadero hasta proyectar los posibles impactos en la sociedad y los ecosistemas. Sin embargo, hasta ahora, la relación entre el cambio climático y la actividad de rayos no había sido completamente comprendida debido a la omisión del graupel como variable significativa en los modelos.

Un avance significativo en este sentido proviene del trabajo de Takuro Michibata, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Okayama en Japón. Michibata incorporó un esquema de pronóstico de graupel en el GCM MIROC6, un modelo que simula la interacción entre la atmósfera, el océano y la superficie terrestre, y llevó a cabo una serie de experimentos para evaluar cómo el aumento de temperaturas afectaría la actividad de los rayos en diferentes escenarios.

El graupel, una forma de precipitación compuesta por pequeñas partículas de hielo, juega un papel crucial en este estudio. A través de los experimentos realizados con el MIROC6, Michibata encontró que el aumento de la actividad de graupel está directamente relacionado con un incremento en la frecuencia de rayos a nivel global. Los resultados muestran que desde el período preindustrial hasta la actualidad, la tasa media mundial de rayos ha aumentado en un 7.1%, principalmente debido al aumento de casos de graupel. Además, proyecta que con cada grado Celsius adicional de calentamiento, la actividad de rayos aumentará en un 18.4%.

Este hallazgo tiene implicaciones significativas para nuestra comprensión del cambio climático y sus consecuencias. Los rayos no solo desempeñan un papel crucial en la química atmosférica, sino que también pueden desencadenar incendios forestales, especialmente en regiones como el Ártico, donde se ha observado un aumento en la actividad de rayos en la última década.

El estudio de Michibata resalta la importancia de incorporar el graupel en los modelos climáticos globales para mejorar nuestras proyecciones climáticas y comprender mejor los impactos del cambio climático en diferentes regiones del mundo. Además, sugiere que el aumento previsto en la actividad de rayos podría exacerbar el calentamiento global al provocar más incendios forestales, lo que a su vez liberaría grandes cantidades de CO2 y metano almacenados en el permafrost del Ártico.

Este estudio subraya la necesidad de seguir mejorando nuestros modelos climáticos globales para capturar de manera más precisa la complejidad de los sistemas climáticos de la Tierra. Solo mediante una comprensión más profunda de estos fenómenos podremos tomar medidas efectivas para abordar el cambio climático y sus impactos en nuestro planeta.

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