Asamblea en defensa del Conicet: profesionales se reunieron en Misiones para apoyar y salvaguardar el futuro de la investigación científica en Argentina

Tras las polémicas declaraciones del candidato a presidente Javier Milei, que se mostró en contra del CONICET, este martes 22 de agosto se realizó una asamblea a fin de definir los pasos a seguir. Se convocaron a becarios, personal administrativo, investigadores e investigadoras y a técnicos y profesionales de la carrera de apoyo.

En medio de la incertidumbre generada por los comentarios del candidato a presidente Javier Milei sobre un posible cierre del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la privatización de la ciencia y tecnología, se llevó a cabo una asamblea en Posadas, encabezada por Sandra Nicosia, profesional adjunta de la Carrera Persona de Apoyo del CONICET.

La reunión tuvo como objetivo discutir las medidas a tomar para hacer frente a estas preocupaciones y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la investigación científica en el organismo y en las universidades nacionales. El encuentro se llevó adelante en las puertas del Instituto de Materiales de Misiones, situado en la capital provincial.

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Nicosia destacó que no es viable entregar la tarea de investigación a entidades privadas, ya que esto podría poner en riesgo no solo la fuente de trabajo de los profesionales, sino también el desarrollo del país. Aseguró que la ciencia y tecnología “son fundamentales para el progreso y que es responsabilidad del Estado liderar las políticas científicas”.

Además, consideró que el CONICET es esencial para el país, ya que “garantiza la soberanía científica y tecnológica, evitando la dependencia del exterior”. Se enfatizó que la inversión en investigación es “clave para el desarrollo tecnológico y la creación de conocimiento propio”.

La asamblea también abordó la importancia de la investigación en términos de productos y técnicas palpables, como satélites, barbijos, vacunas y desarrollos tecnológicos. Además, se subrayó el impacto en áreas menos tangibles, pero igualmente cruciales, como género, identidad sexual y biodiversidad, que influyen en las políticas públicas y generan un impacto positivo en la sociedad.

En cuanto a los resultados de la asamblea, se concluyó que existe una preocupación generalizada entre los trabajadores del CONICET sobre el futuro del organismo y el sistema científico nacional. Se planteó la necesidad de defender el trabajo del CONICET ante la campaña de difamación y se acordó acercarse más a la sociedad para explicar de manera clara y concisa la relevancia de la investigación científica soberana.

Sandra Nicosia subrayó que “la eliminación o reducción del CONICET no sería una tarea sencilla, ya que está respaldado por una Ley y cualquier modificación debería ser tratada en el Congreso”. Además, destacó que el CONICET goza de reconocimiento internacional y su cierre sería escandaloso a nivel global.

En cuanto al presupuesto, se expresó la preocupación por la asignación insuficiente de fondos para la investigación científica y se señaló que, a pesar de las dificultades económicas, los investigadores continúan comprometidos con su labor.

En relación con el impacto de la investigación, se resaltó la variedad de áreas que abarca el trabajo del CONICET, desde materiales y genética hasta ciencias sociales y salud. La interdisciplinariedad y el enriquecimiento de conocimiento fueron destacados como aspectos clave para comprender el presente, el pasado y el futuro de la sociedad.

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En Misiones, son aproximadamente 170 personas las que trabajan para el CONICET, entre personal administrativo, becarios y docentes que trabajan en investigaciones. “Se trabaja en genética, en ciencias biológicas, con animales, con plantas… en ciencias sociales se trabaja en lingüística, en antropología, en cuestiones de discurso, de derechos de las audiencias, salud, temas de urbanidad. Es muy amplio, depende de la disciplina y también los abordajes”, explicó Sandra Nicosia.

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