Inundaciones en Brasil | Comienza a bajar el agua en Porto Alegre y trabajan en evitar nuevos desastres climáticos

Porto Alegre enfrenta una crisis sin precedentes tras las devastadoras inundaciones que azotaron el sur de Brasil. La ciudad, capital del estado de Rio Grande do Sul y hogar de 1,4 millones de habitantes, se encuentra en una carrera contrarreloj para evitar nuevos desastres climáticos, según declaraciones de su alcalde, Sebastiao Melo.

Tres semanas después de que comenzaran las intensas lluvias, barrios enteros, tanto pobres como ricos, cercanos al río Guaíba, siguen inaccesibles debido al agua que inundó más de 1.000 kilómetros de vías públicas. El alcalde Melo, de 65 años, visiblemente cansado y vestido con una chaqueta azul y naranja reflectante, recibió a la AFP en la secretaría de Medio Ambiente, convertida ahora en la sede del gabinete de crisis tras la inundación de la alcaldía.

El impacto de las inundaciones ha sido devastador: el 90% de los municipios del estado se han visto afectados, con un saldo de más de 150 muertos y un centenar de desaparecidos. “Este fue el peor episodio climático de Brasil”, aseguró Melo, advirtiendo que con semejante cantidad de lluvia, “puede pasar en cualquier lugar” del país. Muchos científicos sostienen que el calentamiento global está haciendo que este tipo de desastres sean más frecuentes e intensos.

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Unas 30.000 personas han sido desalojadas, casi la mitad de ellas se encuentran en abrigos temporales. La ciudad está en la segunda fase de la crisis, que se centra en la reconstrucción de vidas. “En un primer momento, debimos rescatar a los habitantes, acogerlos en los abrigos, dar comida… Por ello, debemos mucho al voluntariado”, explicó el alcalde.

Para la reconstrucción, se están utilizando varios instrumentos, como la estancia solidaria, donde las personas viven en la casa de un vecino y los poderes públicos cubren el costo. También se está contemplando la compra de vivienda asistida y el alquiler social.

“Vamos a construir tal vez una o dos ciudades solidarias, con tiendas de campaña, una ciudad dentro de una ciudad», afirmó Melo, destacando la necesidad de reducir el número de abrigos que actualmente es de 153.

La recuperación de los barrios afectados depende del descenso del nivel del agua del río Guaíba. “A medida que el agua va bajando, vamos limpiando. ¿Cuántas de esas residencias van a poder ser reaprovechadas? No lo puedo decir. Hay lugares donde no se puede volver, otros que va a ser posible reparar”, comentó el alcalde. La acumulación de barro también ha obstruido la red de aguas pluviales, lo que requiere una limpieza rápida para evitar futuras inundaciones con las próximas lluvias.

El costo y el tiempo necesarios para la reconstrucción aún son inciertos. “Solo conoceremos la envergadura de lo que aconteció con las infraestructuras cuando las aguas bajen. Hoy no se puede decir”, dijo Melo. El sistema de protección contra las inundaciones de Porto Alegre, que data de la década de 1970, necesita una modernización total.

“Estoy hablando de inversiones gigantescas, con diques, instalaciones de bombeo de agua… Y eso no se resuelve solo en Porto Alegre, porque el Guaíba recibe cuatro de los principales ríos de Rio Grande do Sul y llovió enormemente en la cabecera de esos ríos. Esa agua vino toda a Porto Alegre”.

Fuente: Clarín

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