Basado en experiencias reales que tuvo la comunidad judía en la guerra, Hernán Dobry lanza su libro “Los Soldados Judíos de Malvinas” el próximo 2 de junio

Hernán Dobry, periodista y autor del libro "Los Soldados Judíos de Malvinas", habló sobre su investigación y entrevistas con veteranos judíos que combatieron en la Guerra de las Malvinas. El libro busca arrojar luz sobre las experiencias de estos soldados y su conexión con su identidad judía.

Santa María de las Misiones – Hernán Dobry

¿Por qué surgió la pregunta de cuántos soldados judíos hubo en Malvinas y cómo les fue?

Hernán Dobry: Esto comenzó hace 11 años, aunque el trabajo fue bastante interrumpido en el camino. En 2012, publiqué mi primer libro sobre el tema llamado «Los Rabinos de Malvinas». En ese momento, necesitaba encontrar a soldados judíos que hubieran combatido en la guerra para que respondieran a una pregunta que puede sonar ingenua. Quería saber por qué necesitaban un rabino en las islas en lugar de algo más tangible, como comida o ropa, ya que estaban sufriendo de frío y hambre.

Los únicos que podían responder a esa pregunta eran los veteranos o los soldados de aquel entonces, así que comencé a buscar una muestra significativa que me permitiera responderla. Encontré 24 casos en ese momento. Sin embargo, decidí dejar la puerta abierta porque sentí que sus historias merecían ser contadas en detalle, no solo como un capítulo de un libro. 

Quería que sus experiencias quedarán en la memoria de la sociedad, de la comunidad judía y de sus propias familias. Así que decidí escribir un libro en el que cada capítulo contará la historia de uno de ellos en primera persona. Finalmente, en abril de este año, pude publicar ese libro y ahora puedo decir más o menos cuántos veteranos de guerra judíos hubo en Malvinas.

¿La respuesta a por qué necesitaban un rabino está en ese libro?

HD: Sí y no. No hay una respuesta puntual, pero cada uno tenía su propio cable a tierra durante la guerra. En una situación tan caótica como la guerra, todos los soldados, independientemente de su formación, se aferraban a lo que podían. Mi pregunta era cuál era su cable a tierra, qué les ayudaba a lidiar con el miedo y la angustia en medio de esa locura. Algunos creían que tener un rabino allí podría brindarles algo de paz y consuelo. 

En mi primer libro, las historias estaban más contextualizadas y era yo quien relataba, mientras que en este nuevo libro cada veterano cuenta su propia vida. Cada guerra es única, incluso si dos personas están en la misma situación. Pueden tener miedos, temores y angustias completamente diferentes. 

Para ilustrar esto, te contaré un caso muy impactante. Durante la presentación del libro en la Feria del Libro de Buenos Aires el 15 de mayo, uno de los veteranos se puso de pie y compartió esto: cuando llegó el día de la rendición, estaban parados en la puerta del correo en Puerto Argentino, mirando las colinas y viendo cómo los ingleses descendían. Uno dijo: «Nos salvamos». Y el compañero a su lado dijo: «Nos van a matar». Estaban uno al lado del otro, en el mismo contexto, pero tenían perspectivas completamente diferentes.

 ¿Cómo fue encontrar a estos soldados? ¿Cómo identificarlos como judíos? ¿Y cómo entablar esta entrevista para que se abran y cuenten cada uno sus historias? 

HD: En un principio, cuando empecé, no tenía nada. Porque no existía un listado de veteranos judíos de Malvinas. Hoy sí, pero en ese momento no existía. Entonces, fue toda una tarea, primero peinar por encima el padrón de veteranos de Malvinas, empezando a trabajar con la portación de apellidos. Los apellidos que podían sonar a judíos, empecé con la vieja guía, porque estoy hablando de 2008. Y después, con los centros de veteranos, empecé a hablar con los veteranos y preguntar, de cierta manera, si tenían algún compañero judío. Y ahí empezaban a aparecer algunos. 

Cuando empezaron a aparecer esos, había viejas listas en internet donde estaban agrupados muchos, puse mi búsqueda y empezaron a responder otros. Así es como empecé a buscarlos. Y respecto a hablar, es difícil. Hay gente con la que llevo 14 años de relación y nunca pudimos hablar de Malvinas. Hay gente que, sobre el cierre del libro, me dijeron: «Finalmente, voy a hablar». Y el día que teníamos que hacer la entrevista, por la mañana me llamaron y me dijeron: «No puedo, no dormí en toda la noche, no puedo hablar». En el libro hay 39 casos de los 43 que yo tenía en ese momento, y hay 4 que no pudieron hablar.

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¿Pero crees que es por el dolor de revivir ese momento o porque sufrieron situaciones muy duras que son difíciles de creer o recordar, contar y transmitir?

HD: Cada uno tiene su propia razón. O sea, no sé porque no conozco sus historias. Entonces, no sé si fue porque lo sufrieron mucho o porque quieren dejarlo atrás. Han logrado trabajar durante años en dejarlo olvidado en el fondo del cajón y no quieren abrir el cajón de nuevo. O sea, hay muchas razones por las que cada uno no quiere contar su historia o no puede. Entonces, las respeto totalmente. 

Y quiero señalar algo que a veces suena duro, pero es así, salvando las diferencias entre los casos y las compañías. Los sobrevivientes del Holocausto tardaron décadas y décadas en poder contar, y algunos murieron sin hacerlo. Entonces, cuando tienes una situación de estrés postraumático tan grande, es muy difícil trabajar con cada uno. Hay casos en los que si los hubiera encontrado dos años antes, me hubieran hablado y en ese momento estaban preparados para hacerlo. 

Entonces, la historia de cada uno es diferente, pero sigue siendo terriblemente fuerte. A mí me gusta trabajar en los sentimientos, en las sensaciones, en la parte humana de la verdad, si es que existe una parte humana. Y cuando comienzas a indagar un poco por ahí, empiezan a surgir sensaciones y dolor, y es difícil. Tienen que estar muy preparados porque los vas a sumergir en el infierno. Algunos ya han hablado tanto que están acostumbrados, pero otros no. Hay algunos casos en los que ni siquiera le contaron la historia a su familia y la contaron en el libro.

En el contexto de la guerra, Argentina estaba en medio de una dictadura, y plantearles a esos combatientes si sufrieron algún tipo de bullying, discriminación, antisemitismo, ¿Cómo fue abordado en las charlas con ellos?

HD: Mira, el 30% de los soldados judíos que combatieron en la guerra sufrieron antisemitismo. Que va desde el verbal hasta la tortura. En el contexto en el que se dio la dictadura, es comprensible. Y en el contexto del servicio militar, también es comprensible. Esos mismos muchachos sufrían ese mismo maltrato por parte de sus oficiales y suboficiales durante La Colimba.

Para los oyentes más jóvenes, eso es el servicio militar obligatorio. Pero me gustaría hacer una aclaración. No fueron todos los oficiales y suboficiales del ejército los que llevaron a cabo estas acciones. Es un grupo minoritario, porque la realidad es que en la guerra se combatió con los recursos disponibles, con una valentía y profesionalismo impresionantes. Porque si no, parecería que todo el ejército fue así, y no es mi intención meter a todos en la misma categoría. Pero eso no significa que no haya que contar lo que hizo este grupo minoritario.

¿Y cómo fue la reacción de la comunidad judía después de la guerra y al conocer estas historias? 

HD: Después de la guerra, vivieron lo mismo que vivió la sociedad argentina: el olvido. Se enfocaron en la siguiente historia, pero eso es lo que hizo la sociedad argentina. Malvinas, lamentablemente, es un espejo en el que la sociedad no quiere verse reflejada porque se ve mal. Porque la realidad es que todo lo que padecieron los soldados después de la guerra, es decir, toda la posguerra, especialmente en los primeros 20 años, fue olvido, ignorancia por parte de la sociedad, desinterés. Todo eso lo vivieron debido a la sociedad, que lo escondió debajo de una alfombra. 

La sociedad no se preguntó si necesitaban algo. La indiferencia fue por parte de la sociedad, y esta somos todos nosotros. Entonces, no nos gusta mirarnos en ese espejo porque nos damos cuenta de lo que fuimos. Y también nos refleja que fuimos engañados. Porque la realidad es que todos los que estaban en el continente escuchaban que íbamos ganando 3 a 0, como si fuera la única radio y no pudiéramos ver el partido. Y de repente, el 14 de junio, vimos en el periódico que perdimos 3 a 0. Y nos preguntamos, «¿Qué pasó aquí?». 

Sentir que uno fue engañado es difícil. Con el tiempo, uno va olvidando ese engaño y no quiere recordarlo. A la comunidad judía le pasó exactamente lo mismo que a la sociedad. Porque la realidad es que la comunidad judía está tan integrada en la sociedad argentina que experimentan las mismas cosas. Si la sociedad hace esto, la comunidad también lo hace. No se mueven de manera diferente en estas cuestiones. 

Sin embargo, cuando se enteraron de todo lo que había sucedido a partir de 2012, cuando se publicó un libro, la movilización de la comunidad fue inmensa. Hubo homenajes, reconocimientos, y este libro es parte de eso. El libro es publicado por Ediciones Hebraica, que es la sociedad hebraica argentina. Es parte de este reconocimiento y de este abrazo que la comunidad debía a los veteranos de Malvinas.

¿Te gustaría viajar a Malvinas con algunos de los grupos que entrevistaste?

HD: Me encantaría. Con el grupo, con quien fuera. Una de las cosas pendientes para mí es poder conocer Malvinas. Lamentablemente, mientras vivía en Argentina, me resultó imposible. Viajar a Malvinas por cuenta propia es muy costoso. Y tampoco tuve la oportunidad de estar entre los grupos de periodistas que pudieron viajar durante los diferentes eventos o coberturas que se realizaron en estos años. Pero para mí es una gran asignatura pendiente. Me encantaría hacerlo, especialmente si pudiera ir acompañado de veteranos.

¿Sabes si algunos de los veteranos judíos regresaron a Malvinas?

HD: Sí, varios lo han hecho. A algunos les encantaría volver también, pero aún no han tenido la oportunidad. La mayoría de los que no habían regresado responden a la pregunta «¿por qué?» con un «¿para qué?», para cerrar una historia, dejar atrás una mochila llena de piedras que han estado cargando durante 41 años.

libro Los Soldados Judíos de Malvinas 

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