Posadas | Voluntarias se suman al “Proyecto Raquel”, que se enfoca en brindar apoyo y acompañamiento a las mujeres que sufrieron aborto

Claudia Aguiló, referente y consejera de Gravia, junto con Erika Von Schmeling, psicóloga, compartieron detalles sobre el Proyecto Raquel. Este proyecto, inspirado en la figura bíblica de Raquel, se enfoca en brindar apoyo y acompañamiento a mujeres que han experimentado el dolor y el duelo tras un aborto.

Claudia, Erika- TM

Claudia Aguiló explicó que Raquel, en la Biblia, es reconocida como la mujer que llora por sus hijos muertos. El nombre del proyecto surge de esta referencia, ya que busca proporcionar un espacio donde las mujeres que han pasado por un aborto puedan expresar su dolor y encontrar sanación en comunidad.

El proyecto tuvo sus inicios en Estados Unidos, donde el aborto se legalizó antes que en otros países. En un principio, la iniciativa surgida desde la iglesia tenía como objetivo ayudar a las mujeres que experimentaban un profundo dolor tras un aborto. Aguiló destacó que aunque algunas mujeres no sienten efectos duraderos, muchas otras sí sufren de depresión, ansiedad y síntomas similares al trastorno de estrés postraumático.

Por su parte, Erika Von Schmeling, psicóloga del proyecto, afirmó que la mayoría de las mujeres que pasan por un aborto, ya sea espontáneo o voluntario, experimentan un duelo que se manifiesta en síntomas como depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático. Estos síntomas, junto con el dolor emocional, pueden incluso ser factores de riesgo para el suicidio.

El enfoque integral del Proyecto Raquel reconoce que el impacto del aborto no solo afecta a la mujer, sino también al padre y al entorno familiar. Dentro de Gravia, servicio de acompañamiento a la maternidad, el Proyecto Raquel busca ofrecer apoyo y reconciliación con Dios a aquellas mujeres que han experimentado un aborto, reconociendo la necesidad de sanar las heridas tanto a nivel psicológico como espiritual.

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El acompañamiento brindado por el Proyecto Raquel se lleva a cabo mediante consejeros, quienes reciben una formación específica para trabajar en la sanación y reconciliación de las mujeres. Aunque no todos son profesionales de la salud, todos los consejeros están preparados para brindar empatía, comprensión y establecer una relación de confianza con las mujeres que buscan ayuda.

El proceso de sanación y recuperación varía para cada persona y puede tomar diferentes períodos de tiempo. No hay un tiempo postraumático específico para la recuperación, ya que cada situación y experiencia es única. Sin embargo, el reconocimiento de la herida y el acompañamiento adecuado son elementos clave en el proceso de sanación.

El equipo de Proyecto Raquel en Posadas trabaja con un grupo reducido de voluntarios, quienes reciben formación específica para brindar apoyo y acompañamiento a las mujeres que han pasado por el aborto. A través de etapas y pasos establecidos, se busca que las mujeres reconozcan la herida, se perdonen a sí mismas y puedan iniciar el proceso de sanación.

La confidencialidad es una prioridad en el proyecto, asegurando a las personas que buscan ayuda que su situación será tratada con respeto y privacidad. A medida que se establece una relación de confianza, se acompaña a las mujeres en su proceso de reconciliación emocional y espiritual.

Claudia destacó cómo el proyecto Raquel ha cambiado su perspectiva sobre las mujeres que han pasado por el aborto. En lugar de juzgar, ahora las ve con misericordia, reconociendo su sufrimiento y el duelo que muchas veces llevan en silencio. Por lo tanto, considera fundamental brindar apoyo y red de apoyo a estas mujeres, tanto a nivel familiar como social.

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