El legado de Liliana Picazo: “Fue una referente y guía de muchos, ofrecía su experiencia y conocimientos a aquellos que la rodeaban”, destacó la presidenta del STJ

Liliana Picazo, jurista ilustre de la provincia y uno de los pilares del Superior Tribunal de Justicia, falleció tras una larga enfermedad. Recordada por su coraje y compromiso con la justicia, dejó un impacto profundo en sus colegas, entre ellos, la presidenta del STJ, Rosana Pía Venchiarutti.

Rossana Pía Venchiarutti- El Show de los Impactos

En un golpe inesperado para el mundo de la justicia, Liliana Picazo, una figura ilustre del Superior Tribunal de Justicia, falleció ayer tras una larga batalla contra una enfermedad progresiva. Conocida por su coraje, su espíritu luchador y su compromiso con la justicia, la noticia de su muerte dejó en shock a sus colegas y amigos.

Rosana Pía Venchiarutti, presidenta del Superior Tribunal de Justicia, compartió algunas reflexiones personales sobre su difunta colega y amiga. «No solo he perdido a una colega, sino a una entrañable amiga», comentó, recordando su larga y fructífera relación no solo profesional sino también personal con Picazo.

También destacó la dedicación y fortaleza de Picazo, incluso mientras lidiaba con su debilitante enfermedad. «A pesar de su estado de salud, ella luchó hasta el último momento para seguir adelante. Su espíritu quería seguir dando batalla», dijo.

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Además, elogió la devoción de Picazo por su trabajo, especialmente durante la pandemia. «Aunque tenía la edad para quedarse en casa, iba todos los días y pensaba cómo podríamos seguir trabajando, cómo podríamos proteger a la gente. Fue una referente de muchos jueces de instrucción penal y camaristas penales, convirtiéndose en su guía y ofreciendo su experiencia y conocimientos a aquellos que la rodeaban».

Otra cuestión que remarcó, fue cómo Picazo manejó la transición de fiscal a juez, resaltando la importancia del cambio de roles en su carrera. «Cuando llegó al Superior, ella se convirtió en parte de un cuerpo colegiado que juzgaba a quien ella había perseguido. Entonces era una función sumamente distinta después de haber trabajado sola», explicó. Así, no sólo aceptó este nuevo papel, sino que se adaptó rápidamente y se destacó en él, lo que mostró su habilidad para enfrentar nuevos desafíos.

«Ella era una militante del lenguaje claro y que la gente entienda», aludiendo que su dedicación a la comunicación eficaz y accesible es un testamento a su compromiso de hacer la justicia más comprensible para todos.

La partida de Picazo deja un vacío significativo en el Superior Tribunal de Justicia. «Ahora somos ocho, hemos estado resolviendo la paridad con la asistencia del Procurador o convocando a un vocal de alguna Cámara de Apelación», explicó.

Finalmente, expresó su agradecimiento por la comprensión y el apoyo que recibió el organismo del poder judicial en este momento de duelo, destacando que «el Poder Judicial estuvo ayer en shock, y realmente estamos de duelo. Agradecemos su comprensión y su apoyo en este momento tan difícil».

El legado de Liliana Picazo en el Superior Tribunal de Justicia y su contribución al campo de la justicia perdurarán en los corazones y las mentes de aquellos que tuvieron el honor de conocerla y trabajar junto a ella.

Liliana Picazo

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