Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Maldita memoria»

El Pastor Guillermo Decena manifestó que "perdón y rencor son las caras opuestas de una misma moneda y para pasar de una a la otra es necesario saber que Dios es amor y el amor puro es el más excelente de los caminos. En el antiguo pacto el libro de Levítico enseña que no se debe guardar rencor.

«El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10).

Cristo el Señor vino a darnos vida en abundancia, ya que sin Él, tenemos una vida apagada y escasa. En este versículo podemos ver que el mal tiene un origen, así como el bien también.

El ladrón es el diablo y roba, mata y destruye, pero Jesús vino a darnos una vida superior, una vida con ventajas. Hay personas que al parecer no viven una vida con ventajas, y así es, pero la cuestión está en no desanimarse y entender que Jesús nos quiere enseñar y ayudar para que vivamos con ventajas. Para lograrlo, debemos transitar un camino de conocimiento, de aprendizaje de muchas lecciones y eso quiere decir prestar atención a principios espirituales importantes. Jesús decía “En el espíritu está la vida”, todo lo que apaga el espíritu, apaga la vida verdadera, por lo tanto es importante que prestemos mucha atención a las enseñanzas de Jesús, así nuestro espíritu se encenderá por el Espíritu Santo de Dios.

Una de las cosas que apaga el espíritu son los conflictos con nuestro prójimo. Lamentablemente los conflictos nunca faltan, debemos aprender a evitar los conflictos y si vienen, entender con la ayuda del Señor cómo manejarlos.

Hoy debemos ver un punto importante, el rencor: «No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor». (Levítico 19:18). Perdón y rencor son las caras opuestas de una misma moneda y para pasar de una a la otra es necesario saber que Dios es amor y el amor puro es el más excelente de los caminos.

Dios quería en aquel antiguo pacto levantar a los más preciosos santos para ministrar en su obra, es por ello que enseña en el libro de Levítico a que no debían guardar rencor.

Ya cuando viene Jesús con el nuevo pacto, dice que todos somos sacerdotes y que para estar a la altura espiritual también deberíamos no guardar rencor. Dice el Espíritu de Dios que debemos practicar el verdadero amor que sana y este no tiene nada que ver con el rencor: “el verdadero amor no guarda rencor…” (1 Corintios 13:5).

El Pastor Guillermo Decena destacó algunos puntos:

1) Qué es el rencor.

La Palabra de Dios dice: “no guardarás rencor”. La palabra “guardar” es interesante, porque este pecado sutil se trata del tiempo. Tener rencor es como guardar en su memoria la ofensa y no largarla, teniéndola por mucho tiempo en su corazón y allí está, en cualquier momento sale a luz de alguna manera.

Es por esto que el Espíritu de Dios nos dice: «Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo» (Efesios 4:26-27). Está diciendo en realidad «te podes enojar, pero no peques, no guardes rencor, hoy mismo soluciona el tema en tu corazón, porque eso es dar lugar al diablo».

Muchos dicen no tener rencor, pero los distintos significados de esta palabra describen las consecuencias de guardar ofensas por largo tiempo: por un lado, significa «juzgar», el rencoroso juzga mal a los demás, estima que todos tienen cosas escondidas y malas intenciones y es desconfiado.

También significa «inculpar», echar las culpas, o buscar culpables. Otro significado es «contratar», en otras palabras, tener un contrato de por vida con esa persona a la cual no quiere perdonar, manteniendo una carga sobre su vida al llevar a esa persona en su recuerdo.

También significa «tomar en cuenta», es decir, que se acuerda de todas las ofensas en forma meticulosa. Finalmente, su mejor significado es «hacer inventario», ya que el rencor es un tremendo apego emocional al pasado, pues no olvida las ofensas y las sigue manteniendo en el presente. Independientemente del tiempo que transcurra, no olvida detalles exactos, palabras etc., manteniendo vivo el agravio que sufrió.

Pero analicemos la misma palabra rencor, que se remonta al latín «rancor» de esta palabra viene también «rancio» usado por los poetas latinos para referirse a rencores guardados desde hace mucho tiempo. Esto acaba adquiriendo mal olor, como los alimentos ya rancios.

Por lo tanto el rencor es un sentimiento que trae cosas desagradables. Por eso podemos decir que una maldita memoria es tener un inventario de todos los hechos dolorosos de nuestro pasado, trayéndolos al presente.

 

2) El orígen.

Siempre debemos remitirnos a las heridas del rechazo. No hay mayor ofensa que la falta de amor o falta de aceptación por parte de los padres.

Este rechazo es la madre de todas las heridas, porque es como una puerta que se abre para que entre el rencor que se anida por años e impide la vida abundante, la felicidad y el buen trato con los demás.

Es muy bueno tomar conciencia de que el rencor es un sentimiento que si lo dejamos anidar va a ir contra todas las áreas de la persona, incluso contra su economía.

El rencor te opaca la sonrisa, y hace que algo rancio en tu interior se evidencie al exterior, opacando tu luz, y que por más que lo desees, es muy difícil ocultar.

 

3) El remedio.

«Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas, porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas» (Marcos 11:25-26).

La medicina para las heridas del alma se llama perdón, porque las ofensas proceden de personas que nos han ofendido de alguna manera. Nuestra acción de perdonar desencadenará el perdón de Dios para que seamos sanados.

El perdón de nuestros pecados será el comienzo de muchos milagros. Pero el rencoroso se pierde lo mejor del reino de Dios sobre la tierra y no puede avanzar. Alguien describió el rencor como un veneno que tomamos nosotros mismos ¡y que esperamos que el otro se muera!

El perdón entonces es un beneficio para nosotros mismos y una posibilidad que no podemos desaprovechar, con la ayuda del Espíritu Santo. «Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyeron pesadamente y sus ojos han cerrado…» (Hechos 28:27).

El rencoroso tiene un corazón engrosado, duro y poco sensible. Sus oídos y sus ojos espirituales se han cerrado. No pueden entender plenamente el amor de Dios que perdona y, por consiguiente, no entienden la gracia de Dios, impidiendo de esta manera su sanidad.

 

4) La ciencia lo ha comprobado.

La clínica Mayo es una entidad muy prestigiosa dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación. La clínica Mayo de EEUU dice: ¿Cuáles son los beneficios de perdonar a alguien? Dejar atrás los rencores y la amargura puede dar lugar a una mejor salud y más tranquilidad.

El perdón puede llevar a lo siguiente:

• Relaciones más sanas.

• Mejor salud mental.

• Menor grado de ansiedad, estrés y hostilidad.

• Menos síntomas de depresión.

• Disminución de la presión arterial.

• Sistema inmunitario más fuerte.

• Mejor salud del corazón.

• Mayor autoestima.

Obedezca y confíe en Jesús, lo sienta o no lo sienta, la bendición vendrá a su alma.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

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