El filósofo estuvo en Posadas donde dio su mirada de la situación política y económica del país. Hizo duras críticas al Gobierno nacional, en especial al Presidente sobre quien sostuvo que “su ausencia de palabra lo deshumaniza”

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El filosofó, ensayista y poeta Santiago Kovadloff estuvo en la provincia de Misiones donde este último martes disertó en Posadas junto al economista Roberto Cachanosky en el seminario “Escenarios Políticos y Económicos 2022” organizado por la Confederación Económica de Misiones (CEM) y la Cámara Argentina de Comercio (CAM).

En una conferencia de prensa previa a su disertación, dio su mirada acerca de la actualidad y los desafíos que tiene el país y, en ese contexto, realizó duras críticas al Gobierno nacional y en particular al presidente, Alberto Fernández, a quien evaluó como una persona que “ha profundizado su inexistencia”.

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“El Presidente ha profundizado su inexistencia, se ha convertido en una figura espectral, que no tiene palabra”, manifestó.

Tomando la última idea, añadió que “la ausencia de palabra del Jefe de Estado lo deshumaniza” y marcó que “ya no es un Presidente porque no tiene autonomía”.

“Es muy parecido a un Presidente pero no lo es en verdad no solo porque no tiene autonomía en sus decisiones sino por un rasgo filosófico gravísimo, el Presidente no tiene palabra”, afirmó.

Para Kovsaloff, quien fue declarado Ciudadano Ilustre por la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Fernández atraviesa por un mecanismo “de contradicción perpetua, entre cosas que dice para luego negarlas o cosas que niega para luego afirmarlas”.

“Al quitarle credibilidad en su palabra ha aumentado su volatilización personal y la inconsistencia de su investidura”, remarcó.

 

Crisis de identificación

 

Kovadloff sostuvo que “se está generando un proceso de anomía cívica” y se “está destruyendo la ciudadanía” por una carencia de identificación con la clase política. “Esa gente que va a ir a votar tiene cada vez tiene razones menos interesantes para ir a votar. Porque está urgida por la supervivencia. Vota para poder sostenerse”, precisó.

“Lo que se hace en la Argentina es generalizar la demanda de duración, porque la rentabilidad política del voto hipotecado en la duración es más alta que la rentabilidad política del voto existencial, que es un voto fundamentalmente crítico con capacidad analítica. El que votó para mantenerse es para seguir dependiendo de un Estado que fagocita a la población, se la traga”, sentenció.