Desde el SOIME expresan su preocupación por «la falta de voluntad» en acordar una adecuada recomposición salarial en la industria maderera

Entre los representantes de USIMRA y FAIMA se avanza en las negociaciones de paritarias, concretándose dos reuniones virtuales pero sin llegar aún a acercar posiciones respecto a una nueva recomposición salarial. “En Misiones hay 250 nuevos empleos registrados en la industria de la madera, pero es necesario una recomposición salarial acorde a la inflación y consecuente al nivel de actividad excepcional que atraviesa la industria. Nuestros salarios están en un 20% por debajo de la canasta básica alimentaria”, remarcó Domingo Paiva, secretario general del SOIME (Sindicato de Obreros de la Industria Maderera que abarca la jurisdicción de Eldorado, Montecarlo y San Pedro).

 

“Hoy los salarios de los operarios están en un 20% por debajo de la canasta básica alimentaria, según los últimos análisis realizados por el gremio. Sólo quienes tienen mayor antigüedad perciben un poco más, pero hay muchos otros costos que se deben enfrentar. Es preocupante que llegado el momento en que los empresarios deben reconocer una recomposición salarial muestren falta de voluntad, cuando la actividad atraviesa un momento excepcional y es de público conocimiento la inflación y su impacto en el poder adquisitivo de los trabajadores”, sostuvo Domingo Paiva, en una entrevista con ArgentinaForestal.com

 

Y agregó el dato: en Misiones hay 250 nuevos empleos registrados en la industria de la madera en el último año. “Eso muestra el nivel de actividad, y sabemos del esfuerzo de todos para sostener la industria en marcha y el empleo en este país, pero también es necesaria una adecuada recomposición salarial, acorde a las necesidades de los trabajadores y sus familias, y en consonancia con el momento que atraviesan las empresas”, remarcó.

 

La USIMRA (Unión de Sindicatos de la Industria Maderera de la República Argentina) y la FAIMA (Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines), a través de sus representantes, abrieron las discusiones anuales de paritaria para una recomposición por el periodo de Junio 2021 a Mayo 2022. En ese contexto, desde el gremio expresaron su preocupación ante “la falta de voluntad que se evidencia en los empresarios para reconocer la necesidad de actualización salarial acorde al nivel de incrementos de costos de vida», señaló el dirigente del SOIME.

 

“En 2018 el trabajador maderero estaba en un 10%  por encima de la canasta básica, mientras que en 2021 estamos un 20% por debajo. Esto quiere decir que se ha perdido el poder adquisitivo cuando, por otro lado, el sector de la madera se encuentra en su mejor momento de actividad y ventas. Hay que encontrar un equilibrio y compensar el ingreso del trabajador maderero y su familia porque en un alto porcentaje se encuentra en la línea de pobreza”, sostuvo Paiva.

 

A la fecha se habrían concretado dos reuniones virtuales sin llegar a un acuerdo respecto al nuevo cuadro salarial que regirá desde junio de 2021.  En la Argentina, ante la inflación vigente, las paritarias tienen una clausula de revisión como resorte para los gremios para abrir la negociación en cualquier momento del año. Los empresarios estarían planteando un incremento que no responde a las expectativas de los trabajadores y habría resistencia en el diálogo entre las partes.

 

El último acuerdo salarial entre FAIMA-USIMRA fue de febrero 2020 a mayo 2021, estableciendo un aumento del 23,5% en cuatro etapas. El incremento salarial se distribuyó  de la siguiente manera: un 5,5% con la segunda quincena de febrero, un 6% en marzo, un 6% en abril y un 6% en mayo de 2021.

 

Domingo Paiva, secretario general del SOIME

 

«La inflación real en la Argentina, los incrementos en los costos de la canasta básica, entre otros gastos a los que se debe incurrir en un contexto de pandemia, escolaridad, y demás, coloca al trabajador maderero en un lugar de necesidad de recomposición salarial», fundamentó Paiva.

 

Seguido, agregó que «la industria de la madera fue reconocida como actividad esencial, y los operarios cuidan su empleo y responden a la demanda actual, que es de plena actividad. No tenemos los datos estadísticos, pero en el sindicato no hay registros de cierres de empresas ni despidos, al contrario, se mantienen los turnos en el ultimo año, se ha incrementado el número de empleo registrado, pero solo quienes están con mas de 20 años de antigüedad superan con su salario la línea de pobreza, porque le corresponde por ley un 20% más sobre el sueldo, pero se trata de solo de cerca de un 30% en promedio del personal de toda la industria maderera registrada en el SOIME”, explicó el gremialista.

 

De esta forma, lamentó la «resistencia» que demuestran los empresarios madereros en reconocer una mejora salarial en un contexto «excepcional de la actividad», reinteró. «Siguen en una postura mezquina, y desde el gremio consideramos que tienen y deben trasladar esta mejora a los salarios, porque los trabajadores son parte de que ellos estén pasando este buen momento, ya que se ocupan de la producción y de hacer bien su trabajo por cuidar su empleo», aseguró.

 

Por otra parte, reivindicó la actitud de los trabajadores que en épocas de crisis “siempre apoyaron a sus empresas sufriendo la reducción de jornadas o suspensiones de turnos, y hoy que tienen un buen momento de actividad no quieren reconocer una necesaria mejora salarial”, recalcó Paiva.

 

La información que maneja el SOIME es que los aserraderos transitan desde junio de 2020 un “excelente” momento de demanda. Es una actividad reconocida como esencial para seguir trabajando en la elaboración de sus productos, las empresas recibieron apoyo y contención del Estado Nacional con el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción (ATP) para sostener su fuente laboral, también lanzaron medidas de reducción de algunos impuestos o moratorias con plazos extendidos. En la provincia se dio el beneficio de reducción de tarifas eléctricas para el consumo industrial, entre otras medidas que se adoptaron para acompañar al sector forestal y las empresas en general.

 

En Misiones, por ejemplo, mencionó que a través del apoyo del Estado Provincial y gestiones del Ministerio de Trabajo, se lograron recuperar tres industrias madereras: Tierra Roja (Eldorado), Henter (Montecarlo) y Máster (Tarumá)

 

Según confirmó Paiva, no se han registrado despidos ni cierres de aserraderos en el último año en el gremio, por el contrario, no se han reducido turnos, se fue incrementando la capacidad de producción de los aserraderos, y hay un incremento de 250 nuevas altas de empleo registrado en el último año, lo que demuestran un escenario positivo para la foresto-industria.

 

En la provincia habría unas 50 empresas madereras que se sostienen en la exportación, y más de 600 PyMEs que comercializan en el mercado interno o local. “Sobre la Ruta 12 hay actividad plena en los aserraderos, en el mercado interno y en exportación. Las PyMEs emplean en promedio entre 10 a 40 operarios. Hablando informalmente con empresarios madereros admiten que a diferencia de junio de 2020 donde tenían pedido desde 45 días a dos meses en adelanta ya comprometidos, en la actualidad tienen demandas que atender a 15 o 20 días, no es la regla general pero el escenario cambio en cuanto a la demanda respecto a unos meses atrás. De igual forma, el trabajo a pleno se mantiene y la demanda también, las ventas se logran porque hay gente trabajando detrás, y es momento que los empresarios reconozcan el esfuerzo y compromiso del operario por sostener su empleo en pandemia, gracias a que cumplen los trabajadores ellos (los empresarios) tienen la fábrica en marcha. Los operarios son protagonistas de este buen momento que está pasando la industria de la madera”, planteó Paiva.

 

Aserradero de San Pedro

 

Informalidad sobre la Ruta 14

La otra realidad que enfrenta la foresto-industria es la informalidad de la actividad sobre la Ruta 14, donde habría una mayor cantidad de pequeños y medianos aserraderos  trabajando a «pleno» pero en situación de irregularidad tanto desde la demostración del origen de compra de la materia prima (muchas de ellas procesan aún rollos de madera nativa) como en el nivel de empleo registrado, lo que genera una competencia desleal en el mercado de la industria de la madera.

 

Según información oficial, en la cuenca de San Vicente, San Pedro y El Soberbio se relevaron más de 250 micro y pequeñas industrias madereras de primera y segunda transformación con alto potencial de desarrollo local, pero con deficiencias en su tecnología industrial y gestión empresaria.

 

Un tema “naturalizado” respecto a la venta de madera y trabajo “en negro” sobre la Ruta 14, entre otras localidades, de la zona centro. Ante el interrogante planteado al Sindicato Maderero sobre esta situación, Paiva reconoció que desde el gremio “esta realidad fue en muchas oportunidades denunciada, pero creo que también corresponde que sea denunciado por los propios empresarios y sus cámaras ante los organismos del Estado para combatir la informalidad en el sector  y la competencia desleal que esta situación genera, ya que la rentabilidad que obtiene quien opera en la informalidad es muy diferente al empresario que opera en blanco”.

 

Para el secretario del SOIME, los emprendedores y PyMEs tienen apoyo del Estado para formalizar su situación, reconvertirse, o acceder a determinados beneficios como la ATP, moratorias o incentivos para disminuir sus costos, líneas de financiamientos del Fondo de Crédito. “Todas estas posibilidades un trabajador no la tiene. Desde el gremio tratamos de estar presentes en sus necesidades de salud, en prestaciones que necesitan para situaciones de complejidad. Por la pandemia, estamos en diálogo directo con el Ministerio de Salud Pública y los Hospitales, ya que se presentan casos positivos por COVID-19 pero en forma aislada o por contacto estrecho, no hay cierres importantes como sucedió en Coama Eldorado meses atrás. Pero hay casos, hasta hoy tenemos trabajadores en cuarentena. Tratamos de responder siempre, de ser solidarios, de escuchar y trabajar en conjunto, por eso nos preocupa que cuando llega el momento, después que todos tiramos del carro para salir adelante, no se muestre voluntad para una recomposición salarial adecuada a la realidad”, concluyó Paiva.

 

 

 

 

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest 

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