Vivir con incertidumbre: cómo la pandemia reconfiguró las relaciones sociales y las costumbres

El sociólogo y periodista, Pedro Lacour visitó el estudio de Misiones Online y habló sobre cómo la pandemia reconfiguró las relaciones sociales y las costumbres, poniendo a la virtualidad y la incertidumbre como ejes centrales de la nueva normalidad.

 

“Después de la cuarentena estricta hubo una reconfiguración de los vínculos y las costumbres. Cambios en cuestiones corporales, en cómo acercarnos a otros, pero sobre todo la virtualidad como protagonista que si bien estaba inserta en nuestras vidas pasó a ser eje fundamental”, aseguró Lacour.

 

 

Entre los cambios más significativos la pandemia obligó a la sociedad a vivir un día a la vez, con la incertidumbre como protagonista, planificar y proyectar a mediano y largo plazo se tornó algo imposible. 

 

En este sentido el profesional explicó que “para entender la situación, además de analizar lo que pasa con el coronavirus en el mundo, tenemos que entender cómo afectó a la Argentina donde planificar y proyectar siempre fue muy complejo, y a esa realidad  le agregamos un virus”. 

 

Agregó además que se  tuvieron que poner sobre la mesa muchas cosas a las que antes no les dábamos tanta importancia, fue una adaptación, “pero somos bichos de costumbre”. Asimismo indicó que “la vida se volvió mucho más incierta de lo que era, por ejemplo a la hora de planear un viaje no solo tenés que analizar tiempo sino mucho más el dinero, porque lo que más se acentúo es la incertidumbre económica”.

 

 

Haciendo un análisis positivo de la situación Lacour consideró que “el virus nos hizo más fuertes”, ya que estar alejado de los afectos hizo que las personas generen una coraza.

 

«La pandemia reconfiguro las relaciones sociales y nos fortaleció»

 

Además dijo que “los encuentros ya no son los que eran, se reconfiguraron todos los vínculos, las reuniones virtuales y toda la tensión que genera hablar frente a una cámara, nos acostumbramos a la nueva normalidad”.

 

Con respecto a la posibilidad de volver a la vida tal cual la conocíamos, el sociólogo trajo a reflexión una frase y explicó que tenemos que preguntarnos si queremos realmente volver a esa normalidad ya que “la normalidad era el problema» y aclaró “tenemos que cuestionarnos porque terminamos en una situación como esta si no queremos que vuelva a pasar».

 

 

Sin embargo fue positivo y afirmó que “creo que somos bichos de costumbre y si bien va a pasar un tiempo para llegar a eso, va a volver la vida tal cual la conocíamos, creo en el mensaje esperanzador, no sabemos si dentro de cinco o diez años va a volver a pasar una pandemia pero creo que vamos a volver a la vida como la conocíamos”.

 

Lacour dijo que cree que hay más conciencia con algunos temas aunque, no es tan optimista con respecto a un quiebre -una discusión que se dió al inicio de la pandemia- en este sentido aseveró: “No creo que sea el fin del mundo pero tampoco considero que sea el cambio radical que nos hará vivir a todos en un paraíso”. Y continuó: “Si miramos la realidad económica nos encontramos en una situación que es aún peor que antes ¿Cómo vamos a salir mejores de eso? Es ahí donde hay que poner el foco”.

 

La incertidumbre que provocó la pandemia por coronavirus se explica, justamente, desde la misma realidad a la que se enfrenta la sociedad con un virus desconocido que obligó a millones de personas a recluirse de los demás y modificar hábitos y costumbres.

 

 

Otro de los puntos analizados fue la polémica que se generó en torno a las vacunas, en este sentido Lacour explicó que “la incertidumbre y la desconfianza viene de que en términos científicos es inédito que una vacuna se haga en menos de un año, normalmente es un proceso que llega de seis a siete años. Se hizo en muy poco tiempo”.

 

Agregó también: “De repente cayó un virus que no sabíamos de dónde era, cómo cuidarnos, qué hacer. Hay cuestiones nuevas y la expectativa que se genera con la vacuna y con encontrar la cura y volver a la vida como la conocíamos hizo que estemos tan pendientes”.

 

Para finalizar el sociólogo planteó que “la competencia de la vacuna tiene que ver con lógicas de mercado, con quién saca mayor tajada. Los países están buscando quien puede tener mayor rédito económico, no solo encontrando el mejor antídoto, sino comprando la mayor cantidad de dosis”.

 

“Argentina es uno de los pocos países que tienen vacunas, no son muchos los que tienen acceso y las grandes potencias están comprando dosis y monopolizando la distribución«, explicó Lacour, y se preguntó ¿Hasta qué punto los países que se disputan la vacuna son solidarios con los que no pueden comprarlas?.