Román Queiroz: “Las Pymes madereras no están en condiciones de pagar el bono y la alternativa de financiamiento con las tasas de interés vigentes lo hace inviable”

Representantes de las cámaras madereras de todo el país se reunieron en la sede de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) el jueves, en Buenos Aires, para tratar el anuncio del «Bono de Fin de Año» y el estado de alerta y movilización de USIMRA (Unión de Sindicatos de la Industria de la Madera de la República Argentina) por la preocupación de la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores del sector, el retraso de las empresas en el pago de los aportes de la obra social y frente a la disminución de horas de producción en distinto aserraderos Pymes del país.

 

La actividad foresto-industrial no escapa al contexto de crisis que desde diferentes sectores PyMEs expresan en los últimos meses, pero la preocupación es que la situación podría profundizarse en el corto plazo al no «poder» hacer frente a los altos costos de producción, logística, el incremento de la tarifa eléctrica, las tasas “escandalosas” que aplican para el financiamiento de préstamos los bancos y la inflación que escapa al control del Gobierno Nacional y que impactó en el consumo interno y en la continuidad de la cadena de pago. En este marco, se sumó la semana pasada la noticia del “Bono de Fin de Año” que acordó el gobierno con los gremios, y que generó aún mayor preocupación y el rechazo por parte de los empresarios del sector maderero al decreto que pretende el pago obligatorio de cinco mil pesos a los trabajadores del sector privado en diciembre próximo.

 

El anunció lo realizó el ministro de Producción y Trabajo de la Nación, Dante Sica, la semana pasada tras un acuerdo con la CGT (Confederación General de Trabajo) por el bono de cinco mil pesos excluye a los empleados estatales y anticipó que evalúan la “obligatoriedad” del pago a diferencia de lo revelado en las últimas horas que planteaba un extra “voluntario” y agregó la posibilidad de abrir una línea de financiamiento con bancos para ayudar a las empresas que no pueden pagarlo.

 

En Misiones, desde AMAYADAP marcaron posición ante el bono: “Las Pymes no podemos pagar más nada. Asumir el bono es otro costo más, en un momento económico crítico y sin tener en cuenta la mencionada situación extrema que sufre el sector y que desde la Nación no logran revertir la situación. Esto solo llevará a algunas empresas a su desaparición o a la pérdida de puestos de trabajo”, adelantaron en contacto con ArgentinaForestal.com

 

El empresario Román Queiroz agregó que “el mercado interno está deprimido, y las exportaciones son una salida, pero en la actualidad son menos del 10% de las empresas del país que están en condiciones de exportar o recuperándose para ocupar un lugar en el mercado internacional, el 90% del resto son Pymes madereras que conforman la cadena de valor foresto-industrial y están atravesando una situación muy complicada”, explicó el secretario de la FAIMA y vicepresidente de la AMAYADAP  en una entrevista con Radio Libertad.

RL:¿En qué condiciones esta el sector en este momento para hacer frente a un bono de 5.000 pesos a fin de año en forma obligatoria?

Prácticamente es imposible. Entre un 80 o 90 por ciento de las empresas del sector son Pymes, y no están en condiciones de hacer frente al pago del bono de cinco mil pesos. Algunas pocas empresas podrían afrontarlo, pero son las grandes o exportadoras, las menos.

Los empresarios están desesperados. En la reunión en FAIMA planteaban su preocupación de cómo se podrá resolver esta situación, pero aún no se publicó el Decreto, se habla de un bono de “hasta cinco mil pesos”. Por lo tanto, tenemos que ver a se refieren con eso, cuáles son las condiciones, etcétera.

En el caso de nuestro sector, este año hemos realizado acuerdos con el gremio y Trabajo, y ya otorgamos a los operarios dos bonos. Uno fue de 1.000 y otro de 1.500 pesos. Estos 2.500 pesos en total ahora estamos analizando si podrán ser tomados como parte del Bono de Fin de Año que aplica la Nación, de manera de saldar solo con otros 2.500 pesos a fin de año. Pero es algo que está en análisis porque no tenemos el Decreto aun, no tenemos precisiones de qué implica el pago de ese bono.

 

RL:¿Cuál es la realidad hoy del sector maderero, más allá de la preocupación económica que generó el anuncio del bono?

Complicada. Este es un sector que se compone de una cadena de valor muy amplia, desde la primera transformación de la madera, segunda y tercera trasformación, cada uno tiene su problemática particular, pero en general lo que manifiestan las empresas es una situación de crisis, y esto es coincidente en todos los sectores de la foresto-industria.

Desde lo financiero, es imposible trabajar con las tasas de interés tan altas que se aplican (+60%). Estamos atrapados en una situación de la que no podemos salir, tanto al momento de pensar en sacar un descubierto, cubrir un cheque o pedir préstamo.

Lo único que nos queda es dar un plazo de emisión de cheque al cliente de hasta 90 días, de otra manera no se vende el producto. Pero si cambio al cheque en el Banco, se pierde un alto porcentaje por la tasa que aplican, igual si le entregas a un proveedor, ya que cobra intereses. Es complicado todo al momento de trabajar en la parte financiera.

Además, esto suma a un mercado interno deprimido y cheques en el mercado que son irrecuperables.

En cuanto a las exportaciones, son menos, pero hay empresas que están recuperando ventas al exterior. Por suerte, es un grupo que está preparado y enfrenta un escenario más conveniente. Pero la gran mayoría de las Pymes madereras del país está con una fuerte retracción.

 

 

RL:¿Y cuando escucha a funcionarios del Gobierno Nacional que dice que aquella empresa que no puede pagar en estas condiciones que se financie con un préstamo en el mercado y que pague con ese prestamos al empleado, que opinan ante este contexto?

Es hasta gracioso. Es una locura. Pretenden que financiemos con una tasa de +60% de interés para los créditos un compromiso que no se tiene manera de cómo afrontar con un mercado deprimido y con la inflación sin control.

No sé que pasará. Veremos cuando tengamos el texto del Decreto para entender qué dice exactamente.

Entendemos que con esta medida, la Nación quiere tapar sus errores y falencias, y tirarle la pelota a los industriales o las Pymes para que paguen el bono a la gente para que esté más contenida a fin de año, que es una fecha de mucha sensibilidad social.

Estamos muy preocupados, analizando todo.

 

RL: ¿Han cerrado algunas fábricas o suspendieron trabajadores en los aserraderos?

No tenemos tan latente que hubieran cierres, dentro de las cámaras que son socias en la FAIMA. Habrá algún caso seguramente.

La información que nos brindó, en el caso del SOIME en el Alto Paraná en Misiones, es que por semana hay un promedio de 15 bajas de empleados en general, con algunos despidos. En promedio serían unos 70 empleados por mes que se pierden en el sector foresto-industrial en los últimos meses en la provincia.

En las empresas de Misiones lo que hay en general es reducción de horas de trabajo o se establecen menos días. Se mantiene al operario trabajando pero menos horas.

Una fábrica de terciado de Montecarlo está desde hace varios meses trabajando solo 3 veces por semana, otros aserraderos 4 días a la semana, y así cada uno decide lo que más le conviene para continuar y mantener su plantel de empleados, sin que haya despidos. Se está aguantando todo lo que se puede, hay mucho esfuerzo del propietario maderero.

Y en todo esto, el empleado que se vio afectado en su poder adquisitivo por la inflación, no le rinde el salario, y con la reducción de horas es realmente una situación grave la que está atravesando el operario maderero.

 

RL: Y de la promesa del Gobierno de Nación en que se avanzaría en la incorporación del uso de un 10% de casas madera en los planes de viviendas sociales para reactivar el mercado interno ¿No hay novedades?

De eso no hay nada, ya pasaron dos años. Recordemos que esta promesa del Gobierno Nacional vino cuando el sector maderero estalló por el anuncio de que importarían 14 mil viviendas de madera de China.

Para calmar la situación de la industria local se anunció este convenio de que un 10% de las viviendas sociales del país serian con uso de madera. En su momento fue una buena noticia y se calmó a los madereros. Pero hasta ahora nada se concretó.

En Misiones, con fondos propios la Provincia está trabajando según lo programado, se destina recursos propios para programas habitacionales y se incluye al sector maderero. Pero de Nación no llegaron los fondos esperados según el convenio firmado.

Paso mucho tiempo, y no tenemos muchas esperanzas que destinen recursos para planes habitaciones con casas de madera para el año próximo. Ojalá algún día lo puedan hacer, pero ahora hemos bajado los brazos ya con respecto a este convenio.


Román Queiroz – Radio Libertad

Por Patricia Escobar 

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