Una comisión de padres de Colonia Villa Venecia, a 6 kilómetros del centro de la localidad de Cerro Corá -ubicada a 40 kilómetros de la ciudad de Posadas, y a 39 kilómetros de Leandro N. Alem- pide abrir una mesa de diálogo con las autoridades municipales y provinciales para generar una agenda que permita analizar las condiciones necesarias para la creación de una escuela secundaria con orientación agrotécnica y ambiental. La iniciativa se fundamenta en la necesidad de detener la migración de los jóvenes de la zona mejorando su calidad de vida y desarrollo económico en la colonia.
Juan Carlos Furlan, integrante de la comisión de padres y vecino de la localidad que reside con su familia en la colonia, reiteró la preocupación que mantienen para avanzar en el proyecto: “el futuro de la provincia esta en las colonias, reconocer que nuestras chacras son el motor de la historia en la provincia es vital, pero estamos frente a una situación que está signada por la incapacidad de proporcionar alternativas de trabajo industrial y productivo”, aseveró.
Furlan además fue el coordinador del proyecto de investigación que se presentó meses atrás, que resultó con un primer documental sobre “Historia y presente de Cerro Corá. Aportes para el fortalecimiento de la identidad cultural y el desarrollo territorial de la comunidad”, realizado por medio de la Secretaría de Extensión y Vinculación Tecnológica de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, a través del Programa de Fortalecimiento a las Actividades de Extensión (Profae) de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), material que expone con testimonios la necesidad del pueblo de mejorar su calidad de vida y prosperar en su lugar.
Un proyecto sin avances
El año pasado presentaron un proyecto ante el Consejo General de Educación fundamentando la iniciativa, pero aún no han obtenido ninguna respuesta a la demanda de la comunidad. “En el lugar ya tenemos el edificio, a los docentes y a los padres entusiasmados. Sin embargo, el proyecto que fue presentado, con el número de expediente 35983/15, según vigencia de la Resol. CFE N° 268/15, aún no prosperó en el CGE y según nos explican es por cuestiones de falta de recursos”, adelantaron semanas atrás a este medio.
Cerró Corá es un municipio del departamento de Candelaria que está ubicado en el comienzo de la zona de serranías de las sierras centrales, abarcando una extensa superficie de montes nativos semiexplotados, rodeada por arroyos, lo cual le conceden la particularidad de ser una tierra apta tanto para el cultivo de productos de huerta y granja, como para el agroturismo o ecoturismo.
Pero a la fecha, Furlan sostuvo que “la situación respecto al proyecto de creación de una escuela secundaria en la colonia no se ha modificado en nada. No hemos tenido novedades por parte de autoridades ni municipales ni provinciales. Todo esta tristemente igual. Sobrevivir para poder alejar a nuestros hijos de la estricta supervivencia y esfuerzo vano. Solo nos queda conseguir que nuestros hijos entren en una de las fuerzas para que tengan un sueldito que le permita dejar de depender de los vaivenes de una producción cada vez menos rentable. En la colonia se celebra el irse, el abandonar, porque la realidad es que han reducido al colono a una pauperización tal que no ofrece otra escapatoria más que el migrar”, reflexionó Furlan.
Elegir la chacra
Los vecinos enviaron imágenes para difundir a través de Misiones Online su mensaje y dar a conocer su realidad. “Elegimos quedarnos en las chacras, queremos un colegio en la colonia”, señalan en los escritos.
Al respecto, Furlan explicó que desde la comunidad de Cerro Corá se busca construir un mejor futuro para las nuevas generaciones, pero “en las chacras. No queremos que nuestros hijos se vean obligados a irse de la colonia por no tener opciones educativas en el nivel secundario. Los jóvenes hoy, sin una alternativa técnica o de formación rural en la zona, optan por abandonar las colonias donde se criaron y buscan un empleo cada vez más lejos de la producción de la tierra”, agregó.
En el informe presentado ante Educación reflejaron que en la actualidad la escolarización de los adultos además es pobre. Las familias, en su mayoría numerosas, constituyen una población en edad escolar muy amplia, entre 400 y 500 alumnos – incluye tanto a la zona urbana como rural- según el relevamiento etnográfico efectuado por Valeria Zocayky (Licenciada en Antropología Social) en forma conjunta con docentes de la Escuela Nº 94 de Villa Venecia, y la comisión pro-creación de la escuela secundaria. Esta escuela es la única de la zona que cuenta con el nivel primario y por ende recibe su propia matrícula y la matrícula que egresan de las escuelas aledañas. Se ha detectado que es altísimo el porcentaje de deserción y abandono escolar que se produce en la zona debido a que es económicamente imposible para los padres financiar el traslado de los hijos a otras localidades que sí cuentan con Polimodal.
“La implementación inmediata de una división de primer año es posible debido a que para una primera etapa se dispone del espacio físico existente en la Escuela 94 de Villa Venecia, donde funciona el nivel primario, lo que en principio no ocasionaría erogación alguna en cuanto a la cuestión de infraestructura edilicia”, expusieron oportunamente desde la comisión de padres creada para promover la iniciativa.
En este sentido, Furlan agregó que “a los padres de Villa Venecia nos duele día a día esta situación por el futuro de nuestros hijos. Hoy existe una crisis humanitaria que no parece importarle a nadie, que es el abandono y la desidia de aquellos responsables que son incapaces de reconocer que nuestras chacras son el motor de la historia en una provincia signada por la incapacidad de proporcionar alternativas de trabajo industrial y productivo”, recalcó.
Furlan sostiene que el futuro de Misiones está en la colonia: “Si atentamos contra la colonia, no sólo atentamos contra nuestro futuro como provincia sino que nuestros pibes, en vez de ingenieros y técnicos abocados a la producción de alimentos y tecnología, son expulsados a las ciudades donde acaban por engrosar las ya desmesuradas urbes. Habrá que preguntarse quien quedará para alimentarlos en la ciudad o para plantar las semillas que nutrirán a las futuras generaciones. En Cerro Corá seguimos de pie y queremos que nuestros hijos progresen en su pueblo”, expresó el vecino.
Resistiendo a la extinción de un modelo
En la actualidad Cerro Corá cuenta con aproximadamente 3.000 habitantes, cuya actividad casi única y más importante es la agropecuaria, aunque algunos trabajan en aserraderos, cortan leña y elaboran carbón de leña y ladrillos, en las casas y chacras tienen huertas familiares, y algunos animales como gallinas, patos, cerdos, pavos, etcétera. En los últimos años comenzaron con la apicultura, pero en general esta producción casera le sirve únicamente como elemento de subsistencia. “Una rápida mirada a esta descripción permite ver la necesidad imperiosa de la educación orientada a la formación de conciencias comprometidas con el desarrollo sustentable y que valoricen el potencial de la zona como generador de bienestar físico, mental y espiritual en la medida en que sea utilizado positiva y creativamente”, señalaron los padres firmantes del proyecto.
“Seguimos resistiendo a la extinción del modelo productivo, empero la batalla esta perdida si no modificamos las condiciones, dentro de las que se cuentan como esenciales la de crear un colegio agropecuario. Se trata de una solución de mínima, básica, elemental. Hoy no interesamos a nadie, supongo que ha de ser más inteligente el latifundio sojero, más adecuado la inversión en patrulleros y comisarías a niveles récord, más productivo los asentamientos y villas miseria. Tal vez sea todo ello un mejor negocio para pocos al precio de sacrificar la sensatez. Lo sensato es permitir que nos quedemos, con futuro, con dignidad en la chacra. Deseamos ver a nuestros niños como ingenieros, técnicos y veterinarios, con la mirada llena de orgullo y agradecimiento por ser y sentirse capaces de permanecer allí donde con esperanza y amor han sido concebidos. Eso pedimos, nada más”, concluyó Furlan.
Por Patricia Escobar