El gobernador y sus sucesores agasajaron a los ganadores de las elecciones y dirigentes del oficialismo. Pidieron unidad y esfuerzo para cumplir con los proyectos «que alcanzarán a todos los misioneros».
Emotividad. Closs, Rovira y Giménez vieron la película de los cuatro años.
Bajo un agobiante calor de mediodía, a pocos metros del río Paraná, la Renovación dio ayer una muestra de fortaleza y unidad política que incluyó un llamado a otras fuerzas políticas a sumarse para construir. El sol picante en el corazón del Teyú Cuaré, en San Ignacio, fue el espectador de un abundante asado servido a dirigentes y militantes renovadores, electos o no, que sumaron para que la Renovación obtenga su segundo triunfo en las generales y ampliara el dominio territorial en la provincia.
La señal más relevante de la transición en marcha fue el lento correrse al costado del centro de la escena por parte del gobernador Carlos Rovira, quien, sin embargo, fue fuertemente elogiado por su rol de conductor. A los postres fue homenajeado con un video de testimonios sobre los últimos años de gestión. El primer mandatario, quien el 10 de diciembre asumirá como diputado provincial tiene claro que el nuevo rol que le cabe no es menos importante. Pero reiteró que «no gobernaré, lo harán Maurice Closs y Sandra Giménez».
A la hora de reflexionar el gobernador Rovira y electo diputado provincial subrayó que «yo he sufrido el canibalismo político, la destrucción que pretendieron desde las instituciones, desconociendo lo que había dicho las urnas».
«Ahora se ha resuelto una interna y el segundo más votado fue el que se nos fue por oportunista, pero esos votos son renovadores», remarcó.
El gobernador resaltó la legitimidad que «dio el pueblo misionero con los votos a la Renovación, porque nuevamente volvió a triunfar la verdad. Que nadie se confunda», advirtió, en referencia a la sórdida disputa que mantienen algunos legisladores de la oposición que pretenden hacerse con la presidencia de la Cámara de Diputados con ecuaciones porcentuales que supuestamente los representan mejor en la mayoría de la sociedad.
Los mandatarios electos se encargaron de ratificar el rumbo. Primero habló Giménez, quien felicitó a ganadores y los que no, a quienes llamó a «comprometernos más en estos cuatro años para llenar de energía a la Renovación». A Closs le dijo que «en cada uno de nosotros encontrarás un trabajo militante para demostrar que sabemos hacer».
Closs destacó que «más allá de la encrucijada a la que nos llevaron -en referencia a las apetencias del vicegobernador Pablo Tschirsch-, hicieron más fuerte este proyecto renovador».
«Debe haber mucho trabajo y verdad y un compromiso de unidad que no se debe reflejar sólo en lo macro, sino replicarse en el interior, entre peronistas, radicales e independientes, para seguir construyendo para todos», opinó.
El hasta ahora senador señaló que muchos se sorprenden por el resultado electoral en Misiones y no saben muy bien cómo explicar el fenómeno político. «Dicen que somos compromiso K, o radicales K, o que no saben muy bien qué somos. Yo les digo, somos renovadores», puntualizó.
Closs prometió liderar un gobierno que priorice a los humildes, al agro y la producción. La despedida fue con «los puños en alto y los dedos en V» y con el grito característico de «hasta la victoria siempre».
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