Juicio al dueño de la narco-concesionaria: «Yo ponía cosas a nombre de mi madre y de la mamá de mis hijos y ellas no tenían noción de lo que firmaban»

Se reanudó en el Tribunal Oral Federal de Corrientes el juicio a seis integrantes de una organización que había fundado una concesionaria de automóviles de alta gama en Posadas, un corralón y un emprendimiento turístico para, según la acusación, operar con dinero proveniente de actividades ilícitas.
El lunes se escucharon los testimonios de integrantes de fuerzas de seguridad que intervinieron en la investigación que había sido coordinada por el Juzgado Federal Nº 1 de Corrientes a raíz de datos brindados por la Gendarmería Nacional en 2012.
Los uniformados continuaron así con la descripción de los 60 operativos que se realizaron en el contexto de la causa, que derivaron en el secuestro de automotores, dinero, el embargo de cuentas bancarias y el decomiso de inmuebles en las provincias de Misiones y Chaco.
El juicio había quedado en un cuarto intermedio en diciembre, después de que las autoridades del tribunal, representantes del Ministerio Público, la Unidad de Investigación Financiera, la Afip y de los involucrados en la causa, recorrieron en Misiones las instalaciones de los emprendimientos supuestamente utilizados para el lavado de dinero.
Esto fue luego de que el principal acusado, Roberto Rodríguez, declaró en el juicio por primera vez, el pasado 19 de diciembre.
Según el expediente al que tuvo acceso la agencia Nova, en la oportunidad el imputado reconoció que tenía relación con firmas que eran investigadas por operaciones financieras ilegales. “Yo formé la empresa RR Vip y Corralón Cerro Corá, la firmante es mi mamá”, explicó al ser cuestionado respecto a su vinculación con la concesionaria de autos, el corralón y el complejo turístico.
En relación a esto dijo: “Formé la empresa y la puse a nombre de Santa Elba Aquino y de Griselda Romina Sosa, que son mi mamá (Aquino) y Sosa es la mamá de mis hijos; ellas no tenían noción de lo que firmaban porque yo les mandaba a firmar los papeles y ellas iban y firmaban. Yo soy responsable de las cosas, yo abusé de la confianza de ellas”, declaró.
También hizo referencia a cómo operaba con los automotores que tenía para la venta. “En el tema de los vehículos, yo ponía a nombre de ellas los vehículos. A veces les decía andá a firmar en tal escribanía, y ellas iban y firmaban los papeles sin tener nociones de lo que firmaban”.
Explicó que “en el día del allanamiento y después de todo lo que pasó, ellas supieron las cosas que estaban a nombre de ellas. Había cosas que ni sabían que estaban a nombre de ellas”.
En referencia a su relación con otras firmas de automóviles dijo que “cuando compraba los vehículos en el Chaco, yo compraba los vehículos a Derka y Vargas, entonces como yo no podía sacar de la provincia los vehículos sin patentar, ponía a nombre de (José) Glibota”, dijo refiriéndose a su supuesto socio comercial.
Afirmó que Glibota “ponía a nombre de su señora (María de los Angeles Herrera), a quien no la conozco. Sólo la saludé dos o tres veces por parte de José Glibota”.
En relación a las otras firmas comerciales dijo que “en el tema del complejo turístico Tangará yo no tengo nada que ver, ese complejo es de mi hermano, de Miguel Angel Rodríguez; igual que la empresa Emsetur. Yo tampoco soy firmante de la empresa, nunca participé en Emsetur y soy responsable del corralón Cerro Corá y RR VIP, de la otra empresa yo no soy responsable”.
Remarcó que Daniela Villalba tiene hijos suyos y es por ello que “agarré e hice una mueblería y la puse a nombre de ella. Ella tampoco administraba eso, yo administraba siempre el tema de la agencia, el tema del corralón y el tema de mueblería. Después cerré la mueblería y abrí una canchita de fútbol en Villa Angela”.

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