Patricio Acosta, presidente de la Cruz Roja chilena, argumentó que muchos heridos no van a los centros asistenciales por miedo a ser detenidos.
La protestas comenzaron el 17 de octubre, luego que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, decidiera aumentar la tarifa del transporte público y se convirtiera en el detonante para masivas manifestaciones.
El gobierno intentó frenarlas decretando el Estado de emergencia y un toque de queda en algunas regiones del país y, luego, militarizando las calles y reprimiendo masivamente.
«Hay muchos atendidos que no van a la posta ni a los hospitales por temor a quedar detenidos», explicó, además, Acosta, al tiempo que detalló que el flujo de heridos es variable, considerando la afluencia de cada manifestación.
Acosta detalló que se contabilizan los heridos graves y no «los que vienen con una pequeña herida»; sin embargo, admitió que tampoco consideran los efectos de los gases lacrimógenos, motivo por el cual aseguró que la cifra debe ser «aún mayor».
Fuente Ámbito
AD