La médica ginecóloga María Eugenia Alsina, destacó la importancia de la higiene genital femenina como un tema crucial que a menudo se pasa por alto en las consultas médicas. Alsina enfatizó la necesidad de abordar este tema no solo cuando las pacientes lo plantean directamente, sino también al realizar preguntas pertinentes para detectar posibles áreas de mejora en la educación sobre salud íntima.
Según Alsina, la piel de la vulva es única en comparación con otras partes del cuerpo, ya que es más sensible a los irritantes y alérgenos, y puede experimentar variaciones en la hidratación y la sensibilidad debido a factores como la fricción y la oclusión. Además, explicó que la vulva tiene un pH específico que varía a lo largo de las diferentes etapas de la vida de la mujer.
Durante el primer mes de vida, el pH de la vulva tiende a ser más ácido debido a la influencia de los altos niveles de estrógeno y progesterona que la lactante recibe a través de la lactancia materna. Sin embargo, a medida que estos niveles hormonales disminuyen después del primer mes, el pH puede volverse más alcalino, lo que aumenta el riesgo de infecciones urinarias y otras afecciones.
Asimismo, dijo que durante la edad fértil, cuando comienzan los ciclos menstruales y aumentan los niveles de estrógeno y progesterona, el pH de la vulva tiende a ser más ácido nuevamente, lo que puede contribuir a la aparición de diferentes tipos de flujo vaginal, incluida la candidiasis. Por otro lado, la profesional remarcó que durante la menopausia, los niveles hormonales disminuyen, lo que puede causar sequedad vaginal y aumentar el riesgo de infecciones urinarias.
Alsina también abordó la cuestión del olor vaginal, explicando que si bien la vulva no tiene un olor particular, es importante tener en cuenta que cada persona tiene su propia composición de feromonas y glándulas sebáceas, lo que puede afectar la percepción individual del olor.
La Dra. María Eugenia Alsina, profundizó en la necesidad de no obsesionarse con el olor vaginal y la estética de la vulva. En este sentido, destacó que es común que las pacientes se preocupen por la ausencia de olor en la vulva y se laven excesivamente como resultado. Sin embargo, subrayó la importancia de aceptar que cada persona tiene un olor particular y no exigir a la vulva que tenga un aroma específico.
La médica también advirtió sobre la presencia de olores específicos en la vulva que podrían indicar la presencia de cuerpos extraños, como tampones olvidados o anillos pesarios utilizados para prevenir el prolapso vaginal. En casos donde estos objetos se dejan por períodos prolongados sin supervisión médica, pueden causar acumulación de olores e incluso complicaciones de salud.
Además, Alsina mencionó que ciertas enfermedades sistémicas, como el síndrome metabólico, la diabetes y la insuficiencia renal, pueden afectar el olor y la salud de la vulva debido a cambios en la composición química del cuerpo y la eliminación de residuos a través de la sangre.
Qué productos utilizar para la higiene íntima
La médica también hizo hincapié en el impacto negativo que pueden tener los productos perfumados y los jabones con un pH inadecuado en la piel de la vulva. Estos productos no solo pueden desestabilizar el pH natural de la vulva, sino que también pueden irritar la piel y aumentar el riesgo de infecciones.
En cuanto a la frecuencia de la higiene íntima, Alsina recomendó que la cantidad de veces que una persona se baña generalmente sea la misma que la frecuencia con la que se higieniza la vulva. Sin embargo, advirtió contra el uso de desodorantes íntimos, ya que pueden alterar el equilibrio natural de la piel.
La Dra. Alsina enfatizó la importancia de una higiene íntima adecuada que respete el equilibrio natural de la vulva y evite el uso de productos perfumados o jabones inadecuados. Al educar a las mujeres sobre estos temas, se promueve la salud íntima y se previenen posibles complicaciones a largo plazo.
La elección adecuada de productos para la higiene íntima: Recomendaciones de expertos
Alsina, se destacó la importancia de seleccionar cuidadosamente los productos para la higiene íntima. La Dra. Alsina advirtió sobre los efectos nocivos de los detergentes y jabones comunes que contienen componentes que pueden desestabilizar la barrera natural de la piel y provocar pérdida de hidratación.
En contraste, recomendó el uso de detergentes sintéticos syndet, que tienen un pH de 5 a 7 y están diseñados específicamente para mantener el equilibrio de la piel sin eliminar los ácidos grasos naturales. Estos productos ayudan a reducir la pérdida de agua y pueden ser más suaves para la piel sensible de la vulva.
Alsina mencionó varias marcas de jabones íntimos recomendables, y aseguró que el jabón de ropa blanco no es una opción aceptable, ya que son agresivos para la piel al estar diseñados para quitar manchas de la ropa. Además, sostuvo que en lugar de utilizar este producto, es preferible que las personas utilicen el jabón de glicerina para la ducha intima.
La médica enfatizó que es crucial evitar el uso de jabones antibacterianos o perfumados con un pH superior a 7, ya que pueden eliminar las bacterias beneficiosas y desequilibrar la flora vaginal. Además, aconsejó no realizar duchas vaginales con bidet, ya que pueden introducir bacterias del área anal en la vagina y aumentar el riesgo de infecciones.
En este sentido la Dra. Alsina recomienda seleccionar productos para la higiene íntima con un pH de 7.3 o inferior y evitar aquellos que contienen componentes agresivos o fragancias artificiales. Al seguir estas recomendaciones, se puede mantener un equilibrio saludable en la piel de la vulva y prevenir posibles complicaciones relacionadas con la higiene íntima.
Alsina profundizó en otros aspectos importantes relacionados con la higiene íntima femenina. Destacó que el agua del grifo tiene un pH neutro de 7.3, lo que significa que no siempre es necesario usar jabón durante la ducha. La elección entre agua y jabón depende de la sensibilidad de la piel de cada paciente y de cualquier irritación previa.
Además, desaconsejó los baños de asiento, ya que pueden crear un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano debido a la humedad. Mencionó que, si bien los baños de té de malva o manzanilla a menudo se recomiendan por sus propiedades descongestionantes, no deben usarse de manera rutinaria, sino solo cuando sea necesario para aliviar la irritación.
La médica también abordó el tema de la ropa interior, recomendando cambiarla después de hacer ejercicio físico para evitar la acumulación de humedad, especialmente si la ropa es de nylon. Sugirió usar ropa de algodón, especialmente en climas cálidos, y evitar prendas ajustadas que puedan retener la humedad.
Alsina aclaró que la decisión de usar o no usar ropa interior es personal y no necesariamente afecta la salud íntima, siempre y cuando se mantenga una adecuada higiene genital. Además, comentó sobre el estándar de belleza impuesto sobre el rasurado del vello púbico, señalando que el vello púbico tiene funciones protectoras y facilita la ventilación y la eliminación de desechos celulares.
Mitos y realidades sobre la higiene íntima femenina
La Dra. Alsina cerró la entrevista abordando algunos mitos comunes sobre la higiene íntima femenina y brindando consejos adicionales para mantener una salud íntima óptima.
En primer lugar, Alsina destacó que no es necesario obsesionarse con los microorganismos que habitan en el cuerpo, ya que la colonización bacteriana es natural desde el nacimiento y contribuye al equilibrio general de la salud. En este sentido, explicó que el vello púbico no solo no representa un problema para la salud íntima, sino que también puede contribuir al mantenimiento de un entorno equilibrado en la vulva.
En cuanto al rasurado del vello púbico por razones estéticas, Alsina señaló que no hay ningún problema siempre que no genere irritación o problemas de folículos encarnados. Sin embargo, recomendó buscar alternativas si el rasurado causa molestias, como consultar a un dermatólogo o considerar la depilación láser en un establecimiento confiable.
Alsina advirtió sobre el uso de toallitas húmedas y protectores diarios, señalando que no existe evidencia de que prevengan infecciones o brinden beneficios a la salud íntima. Por el contrario, el uso excesivo de protectores diarios puede aumentar el riesgo de candidiasis vaginal y causar irritación debido a los materiales sintéticos.
En relación a la menstruación, destacó la importancia de cambiar regularmente los apósitos o tampones cada tres a seis horas para evitar la acumulación de humedad y prevenir infecciones. También mencionó la copa menstrual como una alternativa más ecológica y económica, recomendando su uso por su material de silicona tolerable para la vagina.
Alsina hizo hincapié en la relevancia de la higiene sexual, subrayando que es crucial utilizar lubricantes adecuados y evitar el uso de saliva como lubricante, ya que puede irritar la piel y transmitir microorganismos no deseados. Recomendó lubricantes hipoalergénicos a base de agua, especialmente para mujeres en la postmenopausia.
En cuanto a la actividad sexual, Alsina enfatizó la importancia del uso de preservativos, especialmente en el sexo anal para prevenir infecciones y proteger la salud de ambos miembros de la pareja. Recomendó cambiar de preservativo si se pasa del sexo anal al vaginal para evitar la transferencia de bacterias.
La Dra. Alsina también ofreció consejos prácticos sobre la higiene íntima diaria, como el lavado de la vulva de adelante hacia atrás, evitando el uso de toallitas húmedas y protectores diarios perfumados. Destacó la importancia de mantener un pH neutro o ligeramente ácido en los productos de higiene íntima y de evitar el uso de esmaltes de uñas sintéticos, que pueden causar irritación.
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