Reflexión del Apóstol Guillermo Decena: «Abraham reinaba en el espíritu»

El Apóstol Guillermo Decena expresó que "reinar en el espíritu es plenitud de gozo, paz y poder de Dios, y es la perfecta voluntad de Dios para su iglesia, veamos qué nos dice la Palabra de Dios".

«Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!» (1 Corintios 4:8).

La iglesia de los corintios estaba llena de dones y bendiciones, y aparentemente estaban reinando en el espíritu, tal es asi que pensaban que no necesitaban de sus líderes, pero lamentablemente estaban entre ellos divididos y peleados, habiendo muchas competencias infructuosas. Reinar en el espíritu es plenitud de gozo, paz y poder de Dios, y es la perfecta voluntad de Dios para su iglesia.

Pero hoy veamos al padre de los creyentes, a Abraham, a quién precisamente se le asignó este título porque reinó en el espíritu, sus hijos espirituales son como las estrellas del cielo en multitud. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. «Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa» (Gálatas 3:28-29).

Jesús les decía a los religiosos judíos que «si ellos fueran hijos de Abraham, las obras de Abraham harían».

En este marco, el Apóstol Guillermo Decena dijo «entonces rescatemos de la vida de Abraham algunos de sus principios fundamentales y veamos si aparecen en nuestras vidas, pues esto sería indicio de que reinamos en el espíritu».

 

1- HOMBRE DE PACTO.

Un pacto es un acuerdo entre dos partes. Si una de las partes no cumple con sus responsabilidades, el pacto se rompe y ninguna de las partes tiene que cumplir con dichas expectativas. El Pacto Abrahámico se dice que es un pacto incondicional. Veo claramente que la parte de Abraham es creer en Dios y sostenerse en esa fe a lo largo de toda su vida.

Dios decidió llamar a un pueblo especial para Sí, y a través de ese pueblo bendeciría a todo el mundo. El Señor le dice a Abram: «Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra» (Génesis 12:1-3).

También prometía muchos descendientes. Dios prometió que el número de hijos de Abraham sería tan numeroso como «el polvo de la tierra». De él procederían naciones y reyes. También incluía una promesa de bendición y redención. Toda la tierra sería bendita por medio de Abraham.

Claramente, Dios asume la responsabilidad de protegerles, decretando «maldeciré a los que te maldigan». Dios todavía trata con Israel y los acontecimientos del país deberían llamarnos la atención.

El presidente socialista venezolano Hugo Chávez lanzó una solemne maldición hacia Israel “de lo mas profundo de sus vísceras”. Al poco tiempo, curiosamente desde sus vísceras surgía un cáncer que lo llevó a la muerte en el año 2013, a la edad de 58 años.

En diciembre de 2023, un diputado turco Hasan Bitmez de 53 años, largaba un terrible discurso en contra de Israel, termina de insultar a Israel y le da un infarto desplomándose delante de todo el congreso y fallece a las pocas horas. En su discurso había llevado un cartel en el que se leía “Israel asesino”.

Hace pocos días atrás, murió trágicamente el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, conocido como “el carnicero de Teherán”, por las matanzas que impulsó a los opositores en Iran, y pasará en su país a la historia por ser el primero en impulsar un ataque directo de Irán en contra de Israel, y además se le adjudica estar detrás de todos los atentados contra Israel, como el ataque terrorista del pasado 7 de octubre. Este hombre tenía 63 años.

Evidentemente, si estudiamos las profecías y los pactos de Dios en la Biblia, podemos confiar absolutamente y declarar «el Dios de Pacto cumplirá todas sus promesas».

También vemos que Dios le exigiría a Abraham dar una señal de lealtad absoluta, probándolo para ver si estaría dispuesto a sacrificar a su hijo. Esto comprueba que en todo pacto de gracia también Dios espera respuestas reales y positivas.

 

2- UN HOMBRE GENEROSO.

«Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré» (Génesis 12:1).

No es fácil abandonar el terruño de nuestros padres, porque el ser humano se arraiga a lo que conoce y domina. Este es síndrome de los inmigrantes que siempre recordarán el acto de renuncia que un día decidieron hacer. La generosidad está basada en un acto de desprendimiento que la persona en forma voluntaria desea hacer. «A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar» (Proverbios 19:17).

Pero creo que la actitud de renuncia a lo material de Abraham es fundamental, pues cuando le da a elegir a su sobrino la tierra que mas quisiera, demuestra una absoluta despreocupación de las cosas materiales, y cuando le secuestran a su sobrino con su familia y bienes materiales, no solo rescata a Lot, sino a muchos más, ganando un botín de guerra muy valioso, al cual desprecia para que no digan que se enriqueció con los bienes ajenos. Es por esto que el cristiano no puede tener una actitud de aprovecharse de las circunstancias, para sacar rédito de los bienes materiales de su prójimo.

Pero cuando se encuentra con Melquisedec, sacerdote del Dios Altísimo, le entregó los diezmos de todo, cumpliendo lo que decía Jesús que era rico para con Dios, porque el padre Abraham lo que estaba haciendo al entregarle a Dios el diez por ciento, es reconocer que nada es nuestro, que Él es el dueño y que solo estamos usando las propiedades del verdadero dueño que es el Creador.

Los que son descendientes de la fe de Abraham, van a tener que acordarse del prójimo y también adorar a Dios con sus bienes materiales.

 

3- UN HOMBRE DE SANTIDAD Y PUREZA.

La Biblia cuenta los errores y virtudes de todos los personajes, pero me parece valiosísimo que tomemos conciencia de lo que Dios espera de sus amados hijos. «Era Abram de edad de 99 años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes» (Génesis 17:1-4).

Para reinar en el espíritu, Dios pide a sus hijos caminar en la presencia de Él y ser una persona que ame la perfección, que desee la perfección, que abrace la perfección con todo su corazón, porque los cumplimientos de los sueños de Dios para su pueblo deben reflejarse en su iglesia, por eso Jesús mismo habla de ser perfecto como el Padre Celestial que es perfecto y su mano estará siempre con nosotros cumpliendo sus promesas.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Apóstol Guillermo Decena

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