Condenaron a cadena perpetua en Estados Unidos a una mujer que dejó sola a su hija durante 10 días para irse de vacaciones, y la bebé murió de hambre y sed. La encontraron “envuelta en mantas sucias”, incluso llegó a ingerir sus propias heces, y pesaba menos de seis kilos.
Una tragedia sacudió a la ciudad de Cleveland, Estados Unidos, donde una bebé de apenas 16 meses murió de hambre y sed. La responsable de este horroroso acto fue su propia madre, Kristel Candelario, de 32 años, quien abandonó a la indefensa criatura para disfrutar de unas vacaciones en las playas de Puerto Rico, mientras su hija luchaba sola por sobrevivir en su hogar.
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La noticia causó conmoción en la opinión pública al conocerse que la madre no solo dejó a su bebé desatendida, sino que además publicó fotos de su escapada en las redes sociales, evidenciando un desprecio inhumano por la vida de su propia hija. Esta acción egoísta y negligente llevó a la Justicia a dictaminar una sentencia sin precedentes: cadena perpetua para la madre, sin posibilidad de libertad condicional, por el cargo de asesinato.
Durante el juicio, se revelaron detalles escalofriantes de la desesperada situación en la que se encontraba la bebé, quien incluso llegó a ingerir sus propias heces en un intento desesperado por calmar su hambre y sed. La policía relató que Candelario estaba disfrutando de sus vacaciones en Puerto Rico y Detroit en junio de 2023, mientras su hija agonizaba en soledad en casa.
El informe de la necropsia de la oficina forense del condado de Cuyahoga determinó que la bebé murió de hambre y sed. El juez encargado del caso, Brendan Sheehan, no escatimó en palabras duras hacia la madre negligente, destacando la crueldad de su acto. “Así como no permitió que Jailyn saliera de su confinamiento, usted también debe permanecer el resto de su vida en una celda privada de su libertad”, declaró el juez del Tribunal de Litigios Ordinarios del condado. “La única diferencia será que al menos en la prisión le darán la comida y los líquidos que usted le negó a ella”, agregó.
La acusada, por su parte, intentó justificar su acción alegando problemas de salud mental, incluida la depresión, y expresó arrepentimiento durante el juicio, afirmando haber orado diariamente por el perdón. Sin embargo, sus vecinos revelaron que no era la primera vez que abandonaba a su hija y que varios intentaron advertirle sobre las consecuencias de dejarla sola.
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“Tengo tanto dolor por la muerte de mi bebé, Jailyn”, señaló Kristel. “Me duele tanto todo lo que sucedió. No intento justificar mis actos, pero nadie sabe lo que yo estaba sufriendo y por lo que estaba pasando. Dios y mi hija me han perdonado”.
Los padres de Kristel Candelario intentaron defenderla, argumentando problemas emocionales y de salud que la llevaron a cometer este acto atroz. Sin embargo, la comunidad no mostró empatía por su causa, exigiendo justicia para la inocente víctima, Jailyn, cuya vida fue truncada por la negligencia y el egoísmo de su propia madre.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 25, 2024
Fuente: Clarín.