Panambí ya es madre: la yaguareté y su cachorro fueron captados caminando en la Reserva Natural de la Defensa Puerto Península 

La extinción sigue avanzando. No han habido grandes controles de la pérdida”, afirmó Nicolás Lodeiro, integrante de la Fundación Red Yaguareté, en el marco del Día Internacional del Yaguareté. Según Lodeiro, en Argentina solo quedan alrededor de 250 ejemplares de esta especie que se encuentra en peligro crítico de extinción. En Misiones, hay más de 90 ejemplares.

El principal problema, indicó, es “la falta de definición y la falta de decisión de muchos funcionarios”. Puso como ejemplo que en la provincia del Chaco están listas para ser liberadas dos hembras de yaguareté en el Parque Nacional Impenetrable, donde la especie está prácticamente extinguida. Sin embargo, las autoridades de Parques Nacionales no toman la decisión, a pesar de que todos los expertos están de acuerdo con la liberación.

En la provincia de Misiones, la situación es particularmente crítica en las sierras centrales y Valle del Cuña Pirú. Allí es necesario implementar medidas para prevenir ataques al ganado, que es la principal causa de extinción del yaguareté en el mundo.

Lodeiro remarcó que no hay tiempo para festejar este día, sino para “redoblar esfuerzos” en las acciones de conservación. Consideró positivo el trabajo en educación ambiental que realiza Misiones para concientizar sobre la importancia de preservar la especie.

No obstante, afirmó que es igual de importante la penalización efectiva de la caza furtiva, ya que en muchos casos las sanciones son insignificantes frente al daño causado.

El activista manifestó que la población de yaguareté de la zona norte de Misiones, contiguo con parques nacionales brasileños, constituye el núcleo más importante que queda de la especie en Argentina. De todos modos, el panorama general continúa siendo negativo, con una tendencia clara hacia la extinción si no se implementan medidas contundentes de conservación.

Los guardaparques y el cuerpo de guardafaunas no dan abasto para controlar la presión de caza dentro de las áreas protegidas. “Es necesario más personal y coordinación con las fuerzas de seguridad para resguardar las zonas núcleo de los últimos yaguareté silvestres”, cerró Lodeiro.