Las constantes lluvias y caída granizos que están afectando a gran parte de la provincia y zonas aledañas, son causadas por el fenómeno “El Niño”. Ante esto, una técnica de INTA recomendó prestar atención a los servicios meteorológicos y previsiones que realizan los profesionales a largo plazo. Además, anticipó que estas condiciones perdurarían hasta junio del 2024, según meteorólogo.
Misiones y otras zonas de la región vienen experimentado hace ya varias semanas constantes precipitaciones acompañadas de vientos y granizos. “Las lluvias de primavera están explicadas por el fenómeno del Niño, que es un fenómeno natural que ocurre periódicamente en la zona del Pacífico Central. Si las aguas se calientan y generan un cambio en la atmósfera, esta evapora humedad que se traslada hasta nuestra región en América”, explicó la técnica del INTA Fidelidad Silva.
La Mesopotamia argentina y la zona de llanura pampeana, especialmente la zona norte, se están viendo más influenciadas por este fenómeno, confirmó la experta. “Estamos en una región del mundo en la que el Niño o la Niña impactan con frecuencia, generando cambios notables y a eso hay que prestarle atención”, manifestó a través de una comunicación telefónica.
Pero todos estos efectos ya se venían pronosticando hace varios meses atrás. “Se esperaba que El Niño tenga esta magnitud. En junio se emitió el primer alerta sobre los efectos que podría causar en la región”, recordó Silva y destacó la importancia de prestar atención y escuchar los servicios meteorológicos, dado que permite estar mejor preparados para enfrentar situaciones como las que se viven hoy.
Silva destacó la importancia de monitorear las actualizaciones periódicas de los pronósticos como los que son proporcionados a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) o a nivel mundial, la Administración Nacional de Observación de la Atmósfera de los Océanos de Estados Unidos (noaa.gov). Esto permite estar mejor preparados de antemano para enfrentar las consecuencias de estos fenómenos, sobre todo para los agricultores, considerando las graves consecuencias que pueden generar.
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“Las lluvias constantes y la humedad son propicias para la instalación de plagas y enfermedades en los cultivos, lo que requiere estrategias de monitoreo y control”, recordó e insistió que conocer de antemano las condiciones climáticas les ofrece la posibilidad de estar preparados y proteger (hasta donde se puede) a la producción.
Respecto al futuro, la técnica del INTA señala que las condiciones actuales se mantendrán hasta finales del verano, con una alta probabilidad de que persistan durante todo el otoño. Sin embargo, advirtió sobre la posibilidad de cambios rápidos y la transición a otros fenómenos, como La Niña.
Por último, sobre esa transición de una temporada de sequía extrema (como la que se vivió en la región meses traás) a las actuales condiciones pluviales, Silva aclaró que, aunque son fenómenos distintos, ambos están asociados a cambios en la temperatura del mar debido al movimiento de las masas de agua y la influencia de los vientos alisios.
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