La leyenda del lobizón cobra vida en Posadas, Misiones, con más residentes afirmando encuentros con este ser mítico. Separadas por décadas, las historias comparten detalles inquietantes, alimentando el misterio y manteniendo viva la tradición oral.
La leyenda del lobizón, un ser mítico similar a un hombre lobo, ha sido parte de la cultura de la provincia de Misiones desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, en los últimos tiempos, la mera leyenda parece haberse transformado en una palpable realidad para algunos habitantes de Posadas, la capital provincial. Las historias de encuentros con este ser, descrito como un perro gigante y temible, han incrementado notablemente.
El primero de estos relatos nos llega por parte de un lector. Según comentó, su hermano y él, entonces niños de siete años, fueron enviados a comprar al almacén de su barrio una noche. A su regreso, bajo la luz tenue de una farola en la esquina de Maipú y Tomas Guido, divisaron un animal de dimensiones inusuales, similar a un pastor alemán pero del tamaño de un potrillo. Ante el terror que los embargó al ver al animal correr en su dirección, lograron refugiarse en su casa y desde entonces, las noches se convirtieron en un tiempo de cautela y resguardo.
El segundo relato es más reciente. Ocurrió el fin de semana pasado en un barrio cercano al microcentro. Un conductor se encontró con un animal en medio de la calle, también descrito como un perro de gran tamaño, pero con algunas zonas de su cuerpo casi sin pelo. El hombre quedó observándolo por unos instantes hasta que la criatura se desvaneció en la oscuridad.
Ambas historias comparten detalles inquietantes: la aparición de un animal anormalmente grande, parecido a un perro, y el miedo y respeto que inspiró su presencia. Los relatos, separados por décadas, sugieren que la leyenda del lobizón podría ser más que una simple historia para asustar a los niños.
La ciencia podría desestimar estos testimonios por falta de pruebas concretas. Sin embargo, para los habitantes de Posadas que han experimentado estos encuentros, la leyenda del lobizón ha cobrado vida. Los relatos continúan y con ellos, la intriga y el miedo que esta criatura de la noche genera en la población.
Por ahora, la presencia del lobizón en Posadas permanece como una cuestión de fe y creencia personal. Pero una cosa es segura: estas historias, ya sean reales o producto de la imaginación, siguen manteniendo viva una parte importante de la rica cultura folclórica de Misiones.
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