Agilizar el tránsito sobre el puente, el desafío para mantenerlo inclinado hacia Posadas y que sigan llegando compradores y divisas

Después de muchos años en los que el puente Posadas-Encarnación fue una aspiradora de dólares argentinos que terminaban en Paraguay, desde hace algún tiempo se convirtió en un tobogán por el que ingresan compradores y divisas. Pero la insuficiencia de personal de Aduanas y Migraciones impide a Misiones y al país aprovechar cabalmente los beneficios de este contexto.  

El puente que conecta a las capitales de la provincia de Misiones y el departamento de Itapúa volvió a ser noticia el último fin de semana extra largo y lo fue por el mismo motivo de siempre: las interminables esperas a las que son sometidos quienes intentan trasponerlo. Dada la situación actual del comercio fronterizo, el colapso del puente le cuesta plata a los comercios, restaurantes y hoteles misioneros y además priva al país del ingreso de divisas en momentos de extrema tensión cambiaria.

Según lo reconocen las propias autoridades, el personal que trabaja habitualmente en el centro de frontera a duras penas alcanza para atender la demanda de todos los días y en los fines de semana y feriados usualmente todo colapsa, porque aumenta el tránsito y se reduce el personal.

Cristian Castro, coordinador del Centro de Frontera Posadas, indicó que diariamente cruza un promedio de alrededor de 30 mil vehículos, número que se incrementa en feriados. Por ejemplo, desde el viernes hasta el lunes inclusive, cruzaron más 185 mil vehículos, a razón de 46 mil por día.

El resultado fue una cola interminable del lado paraguayo en la que miles de personas perdieron hasta 16 horas y que recién adquirió una dimensión más normal (porque cola hay siempre) pasado el mediodía del miércoles.

Pese a las demoras habituales para cruzar el puente, todos los días llegan a Posadas miles de paraguayos que cargan nafta, llenan supermercados, compran alimentos, bebidas, comen en restaurantes, visitan lugares turísticos y se alojan en hoteles de Misiones. Pero el impacto económico sería mucho mayor de no mediar las incomodidades que impone la frontera a quienes pretendan cruzarla.

Como en toda dinámica de frontera, algunos productos son más baratos en Paraguay, pero dada la anómala situación cambiaria argentina, la mayoría de los artículos son más económicos de este lado del puente, a diferencia de lo que pasaba históricamente.

Resolver el problema, ya sea simplificando la burocracia a través de sistemas como el de la tarjeta vecinal fronteriza o designando más personal, traería beneficios concretos a la economía de una provincia que sufrió mucho tiempo por las asimetrías de frontera y hoy podría estar capitalizando mucho mejor el contexto favorable.

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