Este viernes se hizo la quinta audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, con un dato crucial suministrado por el comisario Hugo Vázquez. El oficial de la Policía Científica complicó a Máximo Thomsen: lo señaló como el rugbier que incriminó a Pablo Ventura.
Testificaron 11 personas, entre ellas la recepcionista de un hotel de Villa Gesell que vio cómo los rugbiers huían del lugar del hecho, la dueña de la casa que alquilaban los imputados en esa localidad balnearia, peritos y policías.
Los ocho imputados -Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23)- también estuvieron presentes, al igual que desde la apertura del debate oral.3.
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«Tuvimos que llamarles la atención para que no se rieran, que estábamos trabajando en algo serio», detalló el comisario mayor de la Policía Científica, Hugo Vázquez, con respecto a la actitud de los acusados durante el allanamiento llevado a cabo en la vivienda que habían alquilado.
Fue durante este operativo cuando secuestraron la zapatilla llena de la sangre de Fernando Báez Sosa. «Ellos se seguían riendo», aseveró Vázquez. «Fue Máximo Thomsen», confirmó el agente cuando le preguntaron quién señaló a Pablo Ventura como el presunto dueño de la zapatilla.
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