Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «El amor que sana»

El amor que sana es el que tenemos que recibir y es el que debemos dar, es el amor verdadero, celestial, el amor original, amor de Dios, es el amor que realmente vale. Cualquier otro tipo de amor va a traernos decepciones y jamás será amor que sana. Veamos que nos dice la Palabra de Dios.

Una de las peores cosas que nos puede pasar es pensar que tenemos amor “ágape”, el amor de Dios, cuando no lo tenemos. Otra de las peores cosas sería “ser sabios en nuestra propia opinión”. Pero debemos ver la importancia del amor a la manera de Dios, no a la manera del hombre natural.

Tomemos en cuenta el siguiente pasaje porque se refiere a las personas y como debe ser el amor: 1Corintios 13:1 – 13 RVR

Es interesante destacar que este pasaje es consecuencia de todo lo que está detrás, porque el apóstol Pablo le viene enseñando sobre los dones espirituales, pues había una situación caótica en la iglesia de los Corintios. ¿Porque cree que el Espíritu de Dios les habla del amor?, porque los creyentes en Cristo eran de todo menos amorosos, y termina el pasaje del capítulo 12 de la carta:

«Procurad, pues, los dones mejores. Más yo os muestro un camino aún más excelente» 1 Corintios 12:31 RVR

El camino más excelente es el camino del amor, porque te lleva seguro a la victoria. Los cristianos de Corinto se peleaban y discutían a pesar de poseer muchos dones espirituales. Pablo les enseña acerca del manejo de los dones, pero el problema en definitiva no pasaba por el conocimiento, sino por la falta de amor entre ellos. El amor verdadero debía gobernar todos los actos de los cristianos, porque el amor es superior a los dones espirituales.

LA ELOCUENCIA SIN AMOR Santiago 3:1 RVR

«Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe» 1 Corintios 13:1 RVR

Que hermosa virtud es hablar, que maravilla es hablar correctamente, que bueno es saber expresar correctamente y que me entiendan fácilmente.

Si como Moisés y como muchos, nunca has sido de muchas palabras y cuando hablas no sabes si te entienden bien, no te preocupes, porque, aunque hay personas que dominan muchos idiomas y tienen dones sobrenaturales y que hablan lenguas angelicales, pero para Dios es un sonido metálico molesto y resonante, como un platillo ruidoso discordante que no tiene sentido y su sonido rechina a los santos oídos de Dios, ¿porque? Porque no saben expresar amor, amor puro y no usan ese don para edificar, para animar y dar animo con amor, usan sus palabras con dureza y lastiman. Porque no tienen amor, de la falta de amor de su corazón habla su boca. (Santiago 3:1 RVR)

«No conviene al necio la altilocuencia; …» Proverbios 17:7 RVR

Esto puede interpretarse de dos maneras que la persona con falta de sabiduría que habla bien puede ocasionar desastres en la sociedad y otra forma de interpretar la frase es que cuando a una persona de poca sabiduría le puede envolver a cualquiera con alta elocuencia. Ejemplo de esto son las estafas telefónicas que abundan cada vez más.

EL CONOCIMIENTO SIN AMOR.

Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 1 Corintios 13:2 RVR

Aunque tuvieren todos los estudios y todos los títulos: “conocer misterios que nadie sabe” y aun revelaciones sobrenaturales impactantes, pero no tienen el amor puro y sus corazones están llenos de orgullo, no son nada.

En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica. 1 Corintios 8:1 RVR

Es por esto que cuando hablamos o enseñamos no debemos estar desesperados por contar lo que sabemos o hemos aprendido, porque puede ser orgullo o solo que no es el tiempo de enseñarlo. Solo debemos enseñar e impartir amor porque para Dios es lo único importante.

También dice la Biblia “No se hagan maestros muchos de vosotros, pues recibirán mayor condenación” Santiago 3:1 RVR. Claro cuándo vamos al juicio delante del Juez Justo, Dios, sacará a luz la motivación que nos movía a enseñar. Sino lo hacíamos por amor puro y con amor evidentemente recibiremos condenación. Si lo hacíamos por satisfacer el ego y por “hacernos ver” entonces no saldremos muy aprobados delante de Señor.

EL ESFUERZO SIN AMOR

«Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve» 1 Corintios 13:3 RVR

Tomemos conciencia que hay mucha gente de dinero que hace filantropía. Bill y Bellinda Gate han repartido en obras de beneficencia millones de dólares. Pero después de muchísimos años se han divorciado. Para Dios, que un multimillonario reparta dinero no significa nada en absoluto. No sirve dice la Palabra de Dios para poder tener la manifestación de la presencia de Dios. Delante de Dios lo más relevante es si tenemos amor del puro y recuerde que hay varios tipos de “amores” pero el amor que vale, es amor según Dios, no según la gente.

“Y si entrego mi cuerpo para ser quemado” la palabra “Kaio” en griego significa consumir, arder. Significa que una persona, puede consumirse en sus empeños, emprendimientos, trabajos etc. Pero, aunque es una gran virtud que va a traer prosperidad en su economía, no es nada delante de Dios. Soy buen padre dicen algunos, sostengo a la familia, trabajo de sol a sol y me ocurre semejante cosa. Pero si no tiene amor, llega el tiempo donde ve que todo fue en vano. Cuantos se esfuerzan tanto y vuelven a la casa nerviosos y toda la familia debe tener cuidado porque hay hacer que esa persona que “se mata trabajando” no se enoje. Entonces lo abandonan, lo dejan, se cansan porque no tiene amor verdadero. El amor verdadero expresado a los hijos hace que puedan disfrutar de todo lo demás. Ciertamente el ser diligente o aplicado a una tarea con excelencia es muy buena cosa, siempre nos traerá progreso y bendiciones. Pero no nos garantiza la paz y armonía familiar, ni la salud emocional de nuestros hijos. El amor “ágape” debe reinar en la vida de la persona esforzada para que todo alrededor se llene de paz y alegría.

Hay líderes espirituales excelentes en la tarea, esforzados en el trabajo, pero tienen problemas con la gente, con la familia, con el liderazgo. ¿Porque? Porque no tienen amor ágape, no tienen el amor del bueno, del amor que construye, que tiene paciencia, que crucifica el yo, que deja de lado el ego. Y se frustran porque después de tanto trabajo les parece que nada vale la pena, se desaniman y terminan en amargura.

Deberíamos pensar que el maligno hace una tarea titánica para engañar, pero hace el mayor esfuerzo para engañar acerca del amor, por eso surgen los enamorados y después los desamorados o desanimados, algo aconteció, no era amor del de Dios era pura pasión emocional, y otras cosas más.

No hay persona más feliz que la que entiende el amor extraordinario de Dios, lo practica e imparte a los demás. Ese es amor que sana, que construye y que multiplica.

Todo y absolutamente todo debe ser acompañado por el amor de altísima calidad, de alto nivel. ¡Porque el cristiano muchas veces no toma conciencia de que sin amor no hay intervención de Dios y muchas veces se escuda en sus debilidades para poder decir: ¡y bueno, soy así!

Dios no te va pedir nada que con su ayuda no puedas lograr. Ora y clama para que el Dios de amor se manifieste en tu vida y seas un canal del amor puro de Dios.

“Darle a alguien todo tu amor nunca es garantía de que él también te amará; pero no esperes que te amen, solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona. Y si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo” Madre Teresa de Calcuta.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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