Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «Sanidad de los sentimientos»

Cuando uno entiende el mensaje de Cristo, se da cuenta que apela a la sanidad del corazón, de los sentimientos, emociones, voluntad e intelecto. No todos los que buscan a Dios, llegan a ser sanos del alma, porque no lo buscan correctamente o directamente no desean cambiar lo que ofende a Dios. Veamos lo que dice la Palabra de Dios.

«No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová» Levíticos 19:18 RVR

 

Jesús dijo que el mayor mandamiento era «amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma y mente […] y el segundo es así, amar a tu prójimo como a ti mismo» Marcos 12: 28-34.

O sea, lideres sean sanos en sus sentimientos y emociones, sanos de las heridas del alma. Para sanar al pueblo de Dios. “Cuando el líder es sano recoge y no desparraman” cuando no es sano no puede reunir al pueblo delante de Dios.

Cuando uno entiende el mensaje de Cristo, se da cuenta que apela a la sanidad del corazón, de los sentimientos, emociones, voluntad e intelecto. No todos los que buscan a Dios, llegan a ser sanos del alma, porque no lo buscan correctamente o directamente no desean cambiar lo que ofende a Dios.

Una de las cosas que impacta es observar a personas que hacen cosas de tipo religioso, pero no es sana en sus emociones.

 

RELIGIOSO, PERO NO SANO EN SU ALMA

Cuando vemos el primer acto de asesinato en la Biblia, nos damos cuenta que el ser humano es religioso por naturaleza y está dispuesto a hacer actos religiosos, pero eso no garantiza que esté sano en el alma.

Por esta razón es que algunas personas llegan a tener conflicto con la religión.

En el pasaje que presenta la vida de Caín y Abel vemos una persona aprobada y otra desaprobada por Dios. En las apariencias los dos eran iguales, pero no eran así en las intenciones y sentimientos.

Bien dijo el Señor al profeta “El hombre mira las apariencias, pero yo miro el corazón” y así es, Dios rechazó a Caín y su ofrenda, porque evidentemente sus sentimientos eran malos, o sus motivaciones eran incorrectas, como terminó demostrando.

 

MODELO DE LA HUMANIDAD (Génesis 4:3 – 11 RVR)

El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda, por lo que Caín se enojó muchísimo y decayó su semblante. Entonces el Señor le dijo «¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tu puedes dominarlo a él».

Caín empezó bastante bien, pero terminó muy mal, es que Dios no rechaza indefinidamente, pero cuando la persona no entiende el mundo espiritual, termina entrando en un espiral de desenfreno emocional que le lleva al desastre.

Qué distinto que hubiera sido que reflexione en cuanto por qué Dios lo rechazaba y qué distinto hubiera sido que imite a su hermano indagando las virtudes de Abel y arrepintiéndose de sus pecados.

 

CRÓNICA DE UN DESASTRE ANUNCIADO

La historia anterior, nos ilustra la cadena de acontecimientos por los malos sentimientos, y habla no solo de Caín sino de cualquiera de nosotros, si permitimos, que nuestro corazón se llene de rencor u odio:

«Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería maledicencia y toda malicia. antes sed benignos unos con otros perdonándonos unos a otros, como también Dios nos perdonó a nosotros en Cristo» Efesios 4: 31-32 RVR.

La falta de perdón a una ofensa produce ira, la ira trae el resentimiento, y esta a su vez, da lugar a la amargura.

La amargura, según la definición del diccionario español significa: aflicción, sinsabor, disgusto, pesadumbre, melancolía. Un espíritu amargo es difícil de tolerar. Son señales de una persona amargada las siguientes actitudes: dureza y severidad en el trato con los demás, esto se refleja en el rostro, igual que Caín que decayó su semblante.

Las personas en amargura nada les gusta y todo lo están criticando. Son negativas, siempre llevan la contraria a todo. Tienen autoestima baja, se sienten rechazadas. Tienen sentimientos de culpabilidad. Podemos dejar de alcanzar la gracia de Dios, por causa de la amargura (Hebreos 12:15).

LA FALTA DE PERDON CAUSA DE ENFERMEDADES FISICAS

La ira, el resentimiento y la amargura, son puertas abiertas en nuestra alma y atentan contra nuestra salud. Perdonar a quienes nos han lastimado u ofendido produce efectos sanadores muy profundos, no solo en lo emocional sino en lo físico, el perdón es un remedio contra la ira y el estrés. También es importante perdonarnos a nosotros mismos nuestras fallas, errores y deficiencias.

Friedrich Nietzsche, pensador, escritor y filósofo alemán, pensaba que perdonar y amar es para los débiles; y actualmente muchos piensan igual que él.

Este pensamiento es totalmente anti bíblico y según narra su biografía, al final de sus días se sentía solo, casi ciego y sufrió una crisis de locura de la que no se recuperó. Los últimos doce años de su vida, los vivió mentalmente enfermo, hasta que murió en el año 1.900.

Contrario al pensamiento de Nietzsche, se necesita más fuerza y valor para perdonar y amar que para odiar y guardar rencor. El perdón y el amor, son el principal camino hacia la sanidad del alma, sanidad física y sanidad mental.

 

BENEFICIOS DEL PERDÓN

• Cuando perdonamos seremos recompensados, Lucas 6:35-36 NVI

• El perdón nos hace hijos de Dios y como hijos, herederos de sus promesas: Muchos cristianos que no han perdonado, están confundidos, porque a pesar de tener años de haber aceptado a Cristo, sin embargo, tienen vidas de fracaso y de derrota, porque el rencor les ha impedido ser herederos de las Bendiciones que Dios tiene para sus HIJOS, Gálatas 4: 6-7 NVI.

• La sanidad física, mental y emocional es otro beneficio del perdón. El perdón es un antídoto contra la ira y el enojo.

 

CÓMO LOGRAR PERDONAR

¿Pero cómo viene la sanidad de los sentimientos, de las emociones y la paz al alma?

• Comunión con Dios: Esa fuerza viene del Espíritu Santo, pues entonces debemos desear tener comunión con Dios, no se trata de religión y rituales, cuando tenemos comunión con Dios, él nos impulsa a perdonar y a bendecir, Marcos11:25 NTV.

• Contrarrestando los malos sentimientos. Voluntariamente amando a todos, Mateo 5:44-45 RVR. Comprendamos que perdonar es para nuestro bien y que vale la pena decidirnos por este camino que es la base de la sanidad del alma.

• Reconocer que estas resentido y pedir perdón tanto a Dios, como a tu ofensor en oración, si es posible trata de arreglar con tu prójimo ofendido. Algo difícil de realizar es que yo tenga que pedir perdón a mi ofensor, cuando yo estoy esperando que sea él quien me lo pida, pero esto puede desatar tremendos milagros.

• Ora por tu enemigo y bendecilo, es decir a deseale el bien; y verás como empiezan las cosas a cambiar en ti y en él, si aún vive.

• Pídele a Dios que te de amor por tu enemigo, y que puedas verlo como Jesús lo mira, con misericordia y amor, porque Jesús murió aun por nuestros enemigos.

Imita a Jesús, y la gloria de Dios estará a tu disposición. Él perdonó a los que le estaban matando en la cruz, y evidentemente nadie de nosotros ha experimentado semejante injusticia.

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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