Misiones | “Tengo miedo de que mi hija vaya a Paraguay y que me la devuelvan en un cajón”, señaló la madre que escapó de su pareja del vecino país

Micaela Cristaldo (24 años), la joven misionera que escapó con su hija de 4 años en  una canoa a través del río Paraná desde Encarnación (Paraguay), pasa sus días con miedo y aterrorizada en la casa de su madre, en Colonia Oasis. 

 

En diciembre del año pasado, Micaela, se escapó del calvario que era somemtida por su concubino, donde era encarrada por el hombre, golpeada y obligada a mantener relaciones sexuales.  

 

Días atrás, el Juzgado Civil, Comercial, Laboral y de Familia de Jardín América acató la Resolución de la Convención Interamericana de Restitución Internacional de Menores que pedía que la menor vuelva a Paraguay. Sin embargo, Pedro Piris, defensor oficial del Juzgado de Instrucción de Jardín América, apeló la medida y ahora la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral, de Familia y Violencia Familiar de Puerto Rico deberá resolver la situación de la niña y de la madre Micaela Cristaldo.

 

En ese marco, la madre pidió que la Justicia revea su situación ya que siente que si vuelve a Paraguay su calvario va continuar. 

 

Cinco años estuve en Paraguay, me fui a cuidarle a mi hermana que tuvo un bebe y estaba sola allá, ahí le conocí a él, a los tres meses empezó a ser violento, no me dejaba ir a lo de mi hermana, tener celular, tampoco me dejaba hablar con mi mamá”, comenzó relatando su dura experiencia en el país vecino.

 

Al poco tiempo me quedé embarazada, le tuve a mi hija prematura porque él ese día me había golpeado. Vinimos a Posadas y pensé que iba a tener la posibilidad de poder escaparme pero él no me dejaba de vigilar, me volvió a llevar a Paraguay”, contó 

 

Seguidamente, Micaela contó que desde un principio ejerció violencia física hacia la niña. “Me golpeaba todos los días, castigaba a mi hija desde los 2 añitos, la encerraba en la pieza. Él tomaba pastillas porque es depresivo, pero a mi me decía que eran para los nervios”, recordó.

escapó de su pareja del vecino país

Una de las últimas golpizas que le propinó fue el 7 de diciembre, al respecto, Micaela recordó en una entrevista exclusiva con Misiones OnLine “un día nos levantamos a las 7 de la mañana, se quebró un vaso y ahí él me pegó con el escurridor diciéndome que tenía que juntar lo que estaba en el suelo, cuando empecé a juntar me pegó por la cara y me dijo que junte, mi hija veía todo. Me agarra del cuello y me tira contra la pared, se sube arriba mío y me aprieta el cuello, mi hija grita y quiere ayudarme, cuando él me larga yo grito y escucha la hermana de él, que vive cerca de nuestra casa y le pide por favor que abra las puertas, porque él había cerrado la puerta con llave”, contó

 

Luego, el cónyuge abrió la puerta a la hermana  “le agarro a mi hija y salgo a correr. Me escondo atrás de un árbol calladitas con mi hija porque una moto nos perseguía. Cuando pasa la moto corremos hasta la casa de mi hermana, todos los vecinos vieron cómo llegamos con mi hija desesperadas. Mi hermana me dijo que ella sabía que algún día yo iba a llegar así. Ella siempre pensaba en mí pero él no nos dejaba que ella se acercara a mí”, expresó. 

 

A partir de ese momento, cerca de las 11 de la mañana, sin calzado y con los pies en carne viva de tanto correr, Micaela tomó un remis en Encarnación y “rajó” hacia Capitan Meza. Luego, ya en la ciudad paraguaya y tan cerca de su hogar, la mujer pagó un canon de seis mil pesos a un canoero y cruzó el río Paraná en canoa hasta Colonia Oasis. 

 

“Si yo ese día no salía él me iba a matar. Yo no quería tener más relaciones sexuales con el porque el me lastimaba, pero él me obligaba y me judeaba”, describió entre lagrimas. 

Al respecto de cómo vivió esos cinco años en Paraguay, Micaela contó que su ex pareja le obligaba a traficar “desde Encarnación me hacía pasar cigarrillos hacia Posadas, yo no tenía oportunidad de escapar porque él siempre nos estaba vigilando”.

 

 

Nunca me quiso prestar el celular para hablar con mi mamá. Él era consciente de lo que me hacía, sabía que yo alguna vez me iba a escapar. Yo le dije que él no me iba a seguir pegando, que cuando tuviera una oportunidad me iba a escapar y pude mediante la hermana”, dijo.

 

Luego, una vez ya instalada en la casa de su madre en Colonia Oasis, Micaela contó que un día Roberto apareció en la zona. “Cuando me escapé él me vino a buscar y me dijo que si no volvía , él me iba a matar. Mi papá le dijo que le iba a llamar a la policía y ahí se fue”, remarcó.

 

Por último, cerró diciendo “tengo miedo de que él se lleve a mi hija. Ella le tiene mucho miedo. Mi mensaje para las mujeres que sufren violencia de género es que hablen, no estamos solas. Yo pensé que estaba sola pero tengo mucha gente que me está ayudando”, concluyó diciendo Micaela Cristaldo, misionera que vivió cinco años de calvario en Encarnación, Paraguay.

escapó de su pareja del vecino país

Por otro lado,  Rosa Alvez, la madre de Micaela, contó cómo la vio llegar “ella llegó sin calzado, con los pies en carne viva.  Me contó todo lo que había sufrido y a la nena también.. y me pregunto por qué la Jueza quiere que ella vuelva a Paraguay si ella es Argentina”, dijo.

 

De acuerdo al relato de la madre, si Micaela y su nieta vuelven al país guaraní va ser para que “él le mate y me traiga a mi hija en un cajón”, dijo.

 

Cuando ella fue a Paraguay había ido para festejar el cumpleaños de la nieta, pero su “yerno” la trató mal e incluso la había golpeado.  “Él nos amenazó la vez que vino, dijo que yo iba a llorar sangre”, expresó la madre de Micaela.

Vea la entrevista completa

 

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