La psicóloga que forma parte del grupo de trabajo de la Universidad de la Cuenca del Plata, Carolina Centurión, señaló dado que este contexto sanitario va a continuar por un tiempo más, es fundamental visibilizar la importancia de atender la salud mental, tanto en jóvenes, como adultos mayores y niños.
Carolina Centurión – Red Ciudadana
Señaló que en este último tiempo hubo un aumento de enfermedades psicosomáticas, como la gastritis o migraña, que son aquellas que afectan al cuerpo de la persona, pero que nacen del estado emocional y anímico de la persona. Y debido al miedo y estrés que generó la pandemia y el aislamiento social es normal que esto suceda. Por eso, es necesario darle la misma importancia a la salud mental, como se la da habitualmente a la salud física.
Indicó que los adultos mayores forman parte del grupo etario más vulnerable en este sentido, porque al ser personas de riesgo, deben permanecer muchas veces aislados hasta de sus familiares para evitar los contagios. Y a diferencia de los jóvenes, por ejemplo, no tienen la misma facilidad en el manejo de redes sociales y tecnologías para comunicarse con sus seres queridos.
“Tenemos conexión para poder relacionarnos, pero a la vez no todos están conectados a las redes sociales o no tienen manejo a esos recursos que hoy son tan necesarios” señaló la psicóloga.
En cuanto a la salud mental de los jóvenes, cuestionó a aquellas personas que les atribuyen solo a los jóvenes la responsabilidad por el aumento de casos debido a las fiestas clandestinas que realizan. Aclaró que está de acuerdo con que se concientice y se les haga ver las consecuencias de organizar estos eventos, dado que son un verdadero riesgo y sucede.
Pero señaló que “le damos una carga simbólica muy grande, porque también tenemos adultos que están en fiestas clandestina y tenemos padres que autorizan a estos chicos a ir a las fiestas”.
Debido a varias consultas que recibió, explicó que es entendible que los niños tengan actitudes extrañas cuando están en espacios públicos. Muchos padres le comentaron que sus hijos tienen miedo de ir a lugares abiertos, cuando antes iban tranquilamente. Señaló que es normal que suceda, ya que vienen de meses de haber estado solo en su domicilio y acompañados únicamente por su familia, debido al aislamiento social. Ir a lugares como restaurantes, les hace sentir expuestos ya que están con una cantidad de gente superior a la que se habían acostumbrado en este último tiempo. Por eso, recomendó que no se asusten de estas actitudes y que lo mejor que pueden hacer es escucharlos y contenerlos.
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