Durante esta época del año caracterizada por altas temperaturas es necesario no olvidar incorporar alimentos sanos y nutritivos a nuestra dieta diaria a fin de mantener un buen estado de salud y evitar la deshidratación. El foco de cuidado está puesto principalmente sobre niños y adultos mayores, quienes son más propensos a sufrir este tipo de situaciones.
Romina Krauss es Nutricionista (M.P. n°147) y visitó los estudios de Misiones Online TV para explicar qué se debe tener en cuenta cuando las opciones habituales comienzan a tornarse algo pesadas para acompañar las sofocantes jornadas misioneras.
“La única bebida hidratante al cien por ciento es el agua”, sostuvo la profesional. En muchos casos la gente busca otras alternativas para reemplazar el agua, sin embargo no existe tal cosa. Indicó que las infusiones como ser el mate o el tereré no cumplen la misma función ya que la yerba tiene características diuréticas.
La recomendación para todos aquellos a quienes no les es tan fácil la incorporación del líquido vital es el agua saborizada, explicó. A ésta se le pueden sumar trozos de fruta inclusive, hierbas como la menta o también el jengibre según el gusto de cada uno.
En lo que respecta a los alimentos, precisó que en días calurosos es necesario evitar frituras y comidas como el guiso o la sopa -que de por sí se ingieren a altas temperaturas- ya que presentan muchas calorías. Las legumbres pueden consumirse en forma de ensaladas, lo que lo vuelve más liviano, mezclandolas también con otros alimentos como ser pedacitos de pollo y verduras frescas.
“A veces uno piensa en ensaladas y dice: lechuga y tomate. Es una ensalada simple y pobre, pero hoy en día podemos preparar una ensalada completa que quizá tenga lechuga y tomate pero a la que también le podes agregar pollo frío, fideos, huevos o demás”, especificó. Con alimentos como los recién nombrados indicó que la comida ya cuenta con hidratos de carbono, proteínas y si se le agrega aceite también incluye grasas saludables.
En el caso de los deportistas sostuvo que se debe diferenciar a aquellos que se dedican a la preparación física de una manera más instruida de los que practican alguna actividad entre semana. En el caso de los primeros, son personas conocedoras del tema y saben cómo rehidratarse, inclusive a causa del gasto físico deben complementar sus prácticas con más vitaminas y minerales.
Respecto al segundo caso aseguró que “es distinto de las personas que salen a caminar todos los días o van a gimnasio dos o tres veces a la semana. No necesitan más calorías o suplementos porque si se alimentan bien y beben agua ya es suficiente”, indicó la profesional.
El sumar frutas y verduras a la dieta habitual, tal como puede suceder con el agua, a veces es algo que le cuesta a la gente porque no está acostumbrada a hacerlo de forma regular. No obstante en el último tiempo se produjeron modificaciones y, poco a poco, el consumo ha progresado.
Ante este planteo, Krauss afirmó que se deben encontrar las alternativas que a uno más le gusten: ensaladas de fruta, licuados, helados frutales caseros -especiales para ofrecer a los más pequeños-, entre otros. “Tiene que ser agradable incorporar estos alimentos, no un sufrimiento. De lo contrario jamás se va a convertir en un hábito. Todo tiene que ver con los gustos y la predisposición”, cerró.
A.B.V.
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