Incertidumbre en la recuperación del mercado interno y baja rentabilidad profundiza la crisis en el sector de maderas y muebles

 

 

La industria de la madera trabaja actualmente a la mitad de su capacidad. Específicamente, con un 40% de capacidad ociosa. Es un rubro netamente dependiente del mercado interno, con lo cual la estrepitosa caída de la actividad económica que se dio durante los 15 meses del gobierno de Macri son una explicación fundamental a la hora de determinar los inconvenientes que afronta el sector.

 

El rubro acentuó durante el último año los problemas venía arrastrando desde 2014, y las expectativas de recuperación para los próximos meses de recuperación de mercado son inciertas, señalan desde el mismo sector en un informe publicado ayer por el Diario HOY  donde especialistas expresaron que “si no hay un cambio de rumbo en la política económica, la situación empeorará en el corto plazo”.

 

Los números de la realidad sectorial siguen mostrando contradicciones con el discurso oficial y continúan golpeando al sector industrial y, por consonancia, a sus trabajadores.

 

En lo que respecta a 2017, superado el primer trimestre, el 80% de las empresas no espera una mejora de la producción. En maquinaria, solo un 40% de las firmas manifestó intenciones de inversión, mientras que en infraestructura invertiría solo un 29%.

En la misma línea, directivos de la Federación Argentina de la Industria de la Madera sostienen: “Nuestro sector no tiene expectativa de cambio para los próximos meses. Sabemos que hay algunos cambios en otros rubros, no creo que en el nuestro suceda, estamos manejando nuestras industrias, buscando sobrevivir. Vamos a  ser los últimos en recuperarse y eso nos preocupa”, indicó el vicepresidente de la entidad, Gabriel Campins, en el diálogo con este medio.

 

Desde Apyme fueron más contundentes. Su titular, Eduardo Fernández, aseguró que “si se sigue con la misma receta, es muy difícil que cambie el resultado”. “Empezamos a recorrer muchas ciudades donde las industrias se empiezan a convertir en galpones vacíos, y esto no es una metáfora”, remarcó.

 

Los datos de la crisis maderera:

– 77.600 puestos de trabajo genera en total la cadena de valor foresto-industrial.

– US$ 8.155 millones alcanza el valor bruto de producción del sector.

– 16% bajó la producción en los últimos 15 meses.

– 30% cayeron las ventas en el último año.

– 40% es la capacidad ociosa del rubro.

– 42% se incrementaron los costos de producción para el subsector aserradero.

– 32% aumentaron  los costos para el subsector mueblero.

– 80% de las empresas no espera una mejora de la producción en 2017.

 

De acuerdo al último informe difundido por Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción de las pymes industriales cayó un 5% en febrero frente a igual mes del año pasado y un 5,2% si se la compara con enero pasado. Según lo informado por la entidad, “el segundo mes del año volvió a ser malo para la mayor parte de los sectores fabriles”. En el documento se pudo observar un dato particular: además del área textil, cuya crisis fue reflejada ampliamente desde estas páginas, el sector de maderas y muebles aparece como el segundo con mayor caída en la producción y en la rentabilidad.

 

Este rubro tuvo que enfrentar un combo difícil de contener: caída de ventas, aumento de costos y retroceso de la actividad. Si bien los problemas venían desde antes de la asunción de Cambiemos, bajo la presidencia de Mauricio Macri  los inconvenientes de los industriales madereros y los fabricantes de muebles se profundizaron drásticamente, y uno de los principales problemas son las importaciones.

 

Gabriel Campins, vicepresidente de Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (Faima), explicó en el reportaje que “la curva descendente comenzó en octubre de 2014, siguió durante 2015 y se acentuó mucho en 2016. Estructuralmente, los productos de madera dejan de consumirse por sus características, habitualmente dejan de adquirirse cuando viene una crisis, y son los últimos que comienzan a ser consumidos nuevamente cuando esa crisis pasa”.

 

En la misma línea, Eduardo Fernández, presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (Apyme) afirmó que “en la industria maderera la caída es muy grande, es un sector que en los últimos meses sintió la ausencia de programas de financiación. Además el plan Precios Transparentes, que elimina el pago en cuotas sin interés con tarjetas, afectó muchísimo».

 

La industria de la madera trabaja actualmente a la mitad de su capacidad. Específicamente, con un 40% de capacidad ociosa. Es un rubro netamente dependiente del mercado interno, con lo cual la estrepitosa caída de la actividad económica que se dio durante los 15 meses del gobierno de Macri son una explicación fundamental a la hora de determinar los inconvenientes que afronta el sector.

 

Falta de “espalda” para soportar las crisis

El rubro no espera ni proyecta una inmediata recuperación.“Nuestro sector dentro de la economía, si bien es importante porque es mano de obra intensiva y porque está compuesto por pymes, no tiene suficiente espalda para soportar las crisis. Al no ser productos de primera necesidad, son de los primeros que se dejan de consumir, por eso nuestro rubro está sufriendo mucho”, señaló Campins.

Toda la cadena de valor ha sentido la menor demanda. Durante todo 2016 la reducción de la producción fue de un 16%. Las materias primas e insumos, que representan un tercio de los costos, se incrementaron en lo que va del año un 42% en promedio para el subsector de aserrado, y un 34% para el mueblero.

Fernández indicó además que “la baja de la rentabilidad en parte tiene que ver con el aumento de tarifas que no ha podido trasladarse a los precios, al ingreso de importaciones de muebles prearmados de China y fundamentalmente muebles de Brasil, junto con el encarecimiento de los enchapados nacionales por el alto costo de la energía”.

 

El esfuerzo por sostener el empleo

La baja de las ventas del sector en el último año se ubica en torno al 30%. En el caso de las ventas vinculadas a madera aserrada y sus subproductos, se contrajeron un 33,1%, mientras que las de los muebles lo hicieron en un 29,2%, según un informe elaborado por el Observatorio de la Industria de la Madera y el Mueble (Oimym).

Otro dato característico de este rubro es que, pese a la gran cantidad de variables negativas, no hubo una reducción significativa del personal.

En la encuesta elaborada por el Oimym, un 65% de las firmas del sector afirmó haber mantenido estable su dotación de personal, mientras que un 21,5% dijo haberlo disminuido. Por otro lado, un 78% no espera que haya cambios de dotación de personal para 2017.

Esta situación se explica por la calificación del personal, producto de la capacitación que estas pymes han hecho sobre su mano de obra.

En este sentido, Gabriel Campins indicó que “la industria pyme, al tener mano de obra calificada, si echa gente está expulsando esfuerzo y costos de muchísimos años, por lo que tiene que retenerlos hasta sus últimos momentos”.

“En nuestro sector se estima que solo se expulsó un 3% de la mano de obra”, finalizó.

 

La influencia de los productos importados

Un elemento que se sumó en el último año y que contribuyó a profundizar los trastornos de los industriales de la madera y el mueble tiene que ver con las importaciones. En la actualidad, la apertura a productos provenientes principalmente de China, Brasil y Malasia está produciendo daños en el sector.

Desde Faima ya anunciaron que “si bien nosotros no somos usuarios intensivos de elementos importados (porque la mayor parte de los productos intermedios son de producción nacional) puede llegar a haber problemas hasta con los insumos básicos”.

El Gobierno, si bien conoce esta situación, no ha tomando medidas al respecto aún.

En tanto, Eduardo Fernández, de Apyme, manifestó que “a la estadística oficial de las importaciones hay que sumarle que se han incrementado en forma alarmante los viajes de compra a todos los países limítrofes. Eso no está en la estadística oficial y ha generado el cierre de muchos comercios”. Además, agregó que tampoco “está contabilizado adecuadamente el ingreso de importaciones por puerta a puerta, es decir lo que ingresa por el correo”.

 

 

PE

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas