Alto Paraná invirtió 30 millones de dólares para minimizar al máximo los malos olores del proceso industrial

El gerente de Asuntos Corporativos y Legales de Alto Paraná Adrián Lerer dijo que el reconocimiento de la Fundación Vida Silvestre a la empresa tiene que ver con un trabajo conjunto de hace varios años, ya que Alto Paraná donó 300 hectáreas de la reserva de Urugua-í a la fundación con el objetivo de mantener la biodiversidad de la zona. Comentó que desde el 2.002 Alto Paraná no toca más el monte nativo, que sólo planta donde ya hay pinos, y que tienen suficiente terreno como para que el ciclo dure para abastecer su producción. Son 125 mil hectáreas las que quedaron sin tocarse. Señaló que realizan una inversión de 30 millones de dólares para minimizar al máximo los malos olores que despide la planta en la zona. Dispusieron un 0800 como línea de contacto con la comunidad, y están preocupados por la situación maderera en el mundo. Respecto al reconocimiento de la Fundación Vida Silvestre, Adrián Lerer indicó en Radio Libertad que se trata de un «tema de trayectoria, yo lo sacaría del contexto individual que se ha generado con Botnia. Es más que nada la buena fe con la que trabajamos y las ganas es lo que se reconoció hace unos días, en el 30 aniversario de Vida Silvestre a Alto Paraná y a otras empresas».

«Vida Silvestre y Alto Paraná han generado trabajos conjuntos, donación de tierras, 300 hectáreas en la zona de los palmitos (Puerto Iguazú), ya que el angostamiento de los caminos dañaba la conservación, con esas nuevas tierras se logró un nuevo pulmón», explicó Lerer.

No obstante, el gerente señaló que hay «un equilibrio hasta matemático en el bosque nativo, ya que no se toca más la selva misionera desde 2.002 por decisión de la propia empresa». Dijo que hasta ahora la legislación permite la utilización del monte, pero decidieron producir en la misma superficie cada vez más madera. «En el año 2.001 se generó bastante situación incómoda en la sociedad por la conversión (utilización) del Valle de la Alegría, y tomamos conciencia de que más allá de tener un permiso la gente tenía preocupación, y decidimos no tocarlo más al monte», recordó.

Hace dos días que la planta celulósica de Alto Paraná en Puerto Esperanza, que transcurre su aniversario número 25, está parada. Se trata del alto anual por razones técnicas que realiza la empresa, por aproximadamente un mes.

Malos olores/negriat

Lerer señaló que realizaron una inversión de 30 millones de dólares para evitar los olores industriales producto del procesamiento de la madera, aunque inocuo genera molestias olfativas. «Decidimos tomar el toro por las astas aunque no hay una normativa que los regule, o que nos exijan», indicó.

Añadió que hay otras inversiones en el ahorro de uso de agua, y que se están aplicando las mejores tecnologías disponibles en el mercado mundial.

«El proceso de inversiones estaría terminándose en el primer semestre de 2009. Ahora estamos en la parada del 2.007, con excelente balance», agregó.

Línea de contacto

La empresa Alto Paraná dispuso como medio de acercamiento de la comunidad a la empresa, la línea 0800-444-APSA (2772), y de este modo tener un canal de retroalimentación con la gente.

«La gente nos pregunta sus inquietudes sobre la biodiversidad. La línea está también abierta a la comunidad y a la empresa, a lo interno. La gente que trabaja en la empresa también forma parte de la comunidad, y son los primeros a los que tenemos que escuchar», señaló Lerer.

Asimismo dijo que por ahora «muchos llamados son para dejar su currículum, para contactarse con personal, consulta por el tema de los olores, que estamos optimizando recursos para minimizarlos al máximo».

Crisis de las exportaciones

Adrián Lerer confirmó que las exportaciones a Estados Unidos han sufrido una importante caída. «En el tema de madera estamos muy preocupados en Estados Unidos. Es una crisis que nos pega fuerte a los aserraderos misioneros. Estamos viendo como otros aserraderos en el mundo están cerrando, hay una crisis hipotecaria, ha caído seriamente el mercado de la madera destinada a ese fin. En Chile también hay cierre de aserraderos», advirtió.

Señaló que esperan no llegar a ese punto, pero que por el momento no aguardan nada, «porque los analistas no avizoran el fin de la crisis o soluciones a corto plazo».

En relación a las exportaciones de pasta celulósica, Lerer señaló que se mantiene igual. «El mercado está tranquilo. Sabemos que la celulosa se mantiene bien arriba. Argentina importa pasta celulósica. Uno tiene que estar siempre cuidando esta situación, porque no se pone el precio y hay que estar preparado para los vaivenes».

En cuanto a la continuidad del secretario de Agricultura de la Nación, Javier de Urquiza, Lerer expresó que «es un gusto tener un secretario de agricultura que se preocupe tanto por el sector forestal».

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