Abrieron la Muestra por la Memoria y se recibieron tres nuevos casos de desaparecidos en Misiones Los «Jóvenes de Pie» son los guías de la Muestra Inicial del Archivo Provincial de la Memoria que abrió sus puertas ayer en la flamante Subsecretaría de los Derechos Humanos de Posadas.
Amelia Báez, subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia, comentó que «fue muy gratificante este espacio nuevo creado por medio de la proyección de trabajos de la subsecretaría». «Esta es una de las líneas de trabajo que maneja el organismo, saber lo que aconteció en estos siniestros años en la provincia. Tratar de que este tema tenga que ver con prácticas de democracia participativa», indicó la mujer.
Por otro lado, informó que están teniendo un acercamiento con los juicios por la verdad, aunque todavía no son parte querellante. «Estamos teniendo reuniones con el juez Chavez, con el fiscal Negro. Y estamos recibiendo nuevas denuncias sobre personas desaparecidas, que por primera vez hablan, o sea que se está engrosando la lista de misioneros desaparecidos. Y esto tiene que ver con la apertura que la gente está viendo y la seguridad que le permite hablar hoy, a treinta años», dijo.
Agregó que «desde que estamos como Subsecretaría hemos tenido tres nuevos casos. Los desaparecidos eran 59 y ahora son 62. En tanto, los presos políticos superan los 300. Estamos haciendo un directorio nuevo. Justamente ellos ahora se están reuniendo en este ámbito para ver sobre leyes que los protejan a nivel previsional y asistencial».
Los destinatarios principales son estudiantes de los diferentes colegios secundarios de la provincia, y la comunidad en general. Están guiados por el grupo «Jóvenes de Pie», los que se conformaron para el ciclo Teatro Por la Identidad. «Queremos rescatar los sentimientos de los jóvenes de antes, como estaban más unidos, eran más fraternales, le pasaba algo a alguien y estaban todos juntos luchando por lo mismo», señaló Alejandrino Vázquez, presidente.
«Además, la sociedad está pensando que los jóvenes hoy en día son el mal de la sociedad, pero tienen que saber que no es así; y que por ahí ocurren cosas con los jóvenes porque no somos escuchados. Tendrían que escuchar qué es lo que quieren decir los chicos para concretar otro tipo de actividades y no estar en el alcohol y en la droga. Los jóvenes ocupan esas cosas como último recurso, cuando tienen problemas y nadie más los escucha», dijo.
