Roberto Mayerhofer, miembro de la Fuerza Aérea oriundo de Eldorado, aseguró que la posibilidad de viajar fue “cumplir un sueño”. “Extraño todos los días, todo el día, pero mi familia me apoya y entiende”. Roberto realiza apoyo logístico para tareas científicas. Actualmente hay 75 habitantes en la Base y la temperatura promedio es de -12º C, aunque en invierno llega a los -32ºC. “Nos preparamos física y psicológicamente para venir. En verano hace 1ºC y ya salimos en remeras”, bromeó. Su tarea concluye en septiembre.
Radio Libertad. Roberto Mayerhofer, miembro de la Fuerza Aérea oriundo de Eldorado
Roberto Mayerhofer, es oriundo de Eldorado y miembro de la Fuerza Aérea. Hoy kilómetros lo separan de la tierra que lo vio nacer y de la que se alejó para cumplir según él mismo dijo, su sueño; el de conocer la Antártica.
Desde la Base Marambio habló en Radio Libertad y relató la experiencia. Hasta abril del año pasado se desempeñaba como Jefe del Servicio de Transito Aéreo de Puerto Iguazú aunque su anhelo personal estuvo siempre unos cuántos kilómetros más al sur.
“Yo quería conocer la Antártica, ya que no muchos pueden y me llega esa posibilidad casi al final de mi carrera y lo siento como un premio poder venir a cumplir tareas acá, y siento orgullo de que haya un misionero en este continente blanco”.
Su trabajo en la base es proporcionar el apoyo logístico para el desarrollo de las tareas científicas que se realizan y hace desde tareas comunes, como cocinar, lavar los pisos, hasta tareas específicas, como limpiar pista de aterrizaje y los generadores de energía.
La temperatura es otra particularidad a la que se tuvo que acostumbrar. Actualmente tienen -12º C, pero en pleno invierno llegan a -40º C mientras que en verano, tienen 1ºC y hasta 6º C. “En verano cuando hay sol ya estamos en remeras, está como para ir a la playa”, bromeó.
En la base actualmente hay 75 personas habitándola pero cuando las temperaturas son más bajas se reduce el número.
“Yo soy nacido y malcriado en Eldorado, pero mi esposa e hijos están en Iguazú. Esto ya lo charlamos hace mucho tiempo con la familia, es una decisión difícil porque ella (su esposa) tiene que hacerse cargo de todo, afortunadamente los medios tecnológicos hacen que las distancias sean menores y más llevadera la estadía”.
Agregó por su parte, que la decisión de viajar requiere de una preparación física y psicolgógica y hasta realizan un curso para tomar conciencia sobre cómo cuidar el medio ambiente. “Acá el agua es oro, ya que para poder tomarla hay que hacerla, es decir, tenemos que derretir nieve”.
“Para mí es un sueño cumplido a nivel profesional, extraño todos los días, todo el día y además porque tengo una nena de dos años, uno de 17 y una nena de 14 años, sin ellos es difícil estar acá”, dijo y agregó: “me siento orgulloso y espero que sepan que hay un misionero haciendo Patria en la Base Marambio”.
