Se trata de una estadounidense que se hacía pasar por criadora, pero luego dejó a los canes encerrados y abandonados sin comida ni agua.
Se trata de Julie Bernet, de 49 años, que fue detenida en 2015 luego de que un vecino vio a uno de los animales de la mujer caminando por la calle con la cabeza de otro can en la boca. Ante tan aberrante episodio, el hombre hizo la denuncia y la Policía de Kansas allanó la casa de Bernet.
En el lugar, los efectivos encontraron al menos 11 perros fallecidos y también varios más encerrados, al borde de la muerte. Incluso, había cadáveres esparcidos por el patio y hasta un caballo en completa desnutrición.
La mujer vivía una doble vida: en Facebook ocultaba su apellido y se hacía llamar Julie Cabernet. Fingiendo ser una criadora de perros, adoptó varios canes de la calle para venderlos, pero le fue mal en su emprendimiento y abandonó el lugar donde los tenía guardados, dejando a los caninos a la deriva.
Luego de ser arrestada en 2015, la mujer escapó y se mudó de Kansas a Missouri, donde tiempo después volvió a ser aprehendida.
Finalmente, Bernet fue declarada culpable de 11 cargos de crueldad contra los animales el año pasado, pero obtuvo el beneficio de la libertad condicional. Sin embargo, un juez revocó ayer esa sentencia y le dictó un año efectivo en la cárcel.