Quitá el “me” del mapa y ya no te sentirás atacado por las acciones de los otros

¿Por qué siempre “me” hacen esto? ¿Para qué “me” está pidiendo siempre ayuda? No puedo creer que “me” estén tratando así…

En la danza de las interacciones humanas, a menudo nos encontramos atrapados en la telaraña de nuestras propias percepciones y juicios. Nos esforzamos por entender por qué las personas hacen lo que hacen, especialmente cuando sus acciones nos afectan directamente. Sin embargo, la capacidad de liberarnos y no tomar las acciones del otro como personales emerge como una virtud transformadora. Esta comprensión puede conducir a una vida más plena y relaciones más armoniosas.

Aquí están las virtudes clave de adoptar esta perspectiva:

Claridad mental: cuando dejamos de interpretar las acciones de los demás como dirigidas personalmente hacia nosotros, despejamos la neblina de la confusión y obtenemos una visión más clara de la situación. Esta claridad nos permite responder con serenidad en lugar de reaccionar desde un lugar de estrés o emociones desbordadas.

Empatía profunda: al reconocer que cada individuo actúa desde su propia realidad, entendemos que las acciones de alguien pueden estar influenciadas por una variedad de factores, como experiencias pasadas, valores personales y circunstancias actuales. Esta comprensión nos permite conectarnos auténticamente con los demás, fomentando relaciones más genuinas y significativas.

Libertad emocional: al liberarnos de la carga de tomar las acciones del otro como personales, ya no estamos atados por el resentimiento, la ira o el dolor que pueden surgir cuando nos sentimos agraviados por las acciones de los demás.

La capacidad de no tomar las acciones del otro como personales fortalece nuestra resiliencia emocional. Reconocemos que las críticas o el comportamiento desafiante de los demás no amenazan nuestra valía personal. Sabemos lo que valemos, independientemente de la mirada del otro… no lo dejamos en sus manos.

Te dejo algunos ejemplos para que puedas experimentar cómo se siente diferente… puedo expresar esa persona “me” grita… o esa persona grita… él “me” trata mal o él, trata mal a la gente.

Este simple cambio, deja en manos de la persona que hace lo que hace la responsabilidad y yo asumo mi parte, lo que puedo cambiar. Dejo de ser víctima de esa situación que no me pertenece y puedo elegir pasar a ser protagonista eligiendo mi actitud ante los hechos.

Esta perspectiva transforma nuestras relaciones, creando un ambiente de confianza, compasión y colaboración. Fomentamos un espacio donde cada individuo se siente visto, escuchado y valorado.

Te dejo algunas preguntas para reflexionar…

¿Crees que las acciones de los demás están dirigidas específicamente hacia vos?

¿Te sientes atacado/a o criticado/a herido/a fácilmente por lo que otros dicen o hacen?

¿Sientes que tus emociones están fuertemente influenciadas por cómo percibes el comportamiento de los demás hacia ti? ¿Te resulta difícil separar tus propios sentimientos de las acciones de los demás?

¿Crees que siempre tienes que defenderte o justificarte cuando alguien hace algo que te afecta? ¿Te resulta difícil aceptar críticas o comentarios negativos sin tomarlos de manera personal?

Si crees que por el momento no estas pudiendo hacerlo solo/a, estoy para acompañarte.

Ester Inglese

Coach Ontológico Profesional acreditado

Coach de Prosperidad en formación

wsp 3751 660207 / ig ester.inglese

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