Muchos hombres experimentan esta misma lucha. La falta de tiempo, la indecisión puede convertir la elección del vestuario en una tarea tediosa y frustrante. En este artículo, te doy una guía paso a paso para ayudarte a superar este desafío y convertir tu armario en tu aliado.
Planificar, es la acción clave para la solución a esta batalla.
- Dedica tiempo al inicio de la semana:
- Ordena las prendas en tu placard, de acuerdo a cómo te vestís. Primero camisas, luego pantalones, medias y calzado, por último, tercera pieza: blazer, chaqueta, campera, piloto.
- Realiza revisión de tu guardarropa, esto quiere decir que controles semanalmente o cada quince días, qué prendas y accesorios tenés, en qué estado están, si hace falta comprar algo o arreglar. Quizás encuentrás prendas y accesorios perdidos (que estén en buen estado) que podés darle uso nuevamente.
- Arma los conjuntos de toda una semana, cada día en una percha diferente (podes agregarle una etiqueta de lunes, martes…etc., con la parte superior, la inferior, los accesorios, todo lo más completo posible. Todo esto de acuerdo al clima, tus actividades, laborales y sociales del día. Este sería como tu menú de comidas diarias, solo que en esta oportunidad es tu menú de conjuntos de vestuario. Si tenés que repetir alguna pieza, no te olvides, de dejar descansar la misma por lo menos 48 horas, para que la misma vuelva a tener su forma.
- Establece una rutina: Define un horario y los minutos que dedicaras a tu vestimenta y tu aseo personal, el cuidado del cabello, barba, cejas y uñas de las manos. Verifica de tener todos los productos de belleza que necesitas (desodorante, perfume, espuma de afeitar, cremas, shampoo, crema de enjuague, cera para la barba, fijador o gel para el cabello, etc.) para que este paso, sea rápido.
Para tu día a día con tu menú de prendas organizado, te sugiero:
I. Chequeá la noche anterior el look que vas a usar al día siguiente, verificando la agenda, el clima y otras variantes de último momento, para ahorrar tiempo en la mañana.
II. Cumplí con tus horarios y tiempo establecido para dedicarle a tu imagen personal y evitar el estrés de último minuto.
III. Mantené tu ropa limpia y planchada: La ropa arrugada o sucia puede arruinar tu imagen profesional, valéte de la plancha manual a vapor, te ayudará que en un abrir y cerrar de ojos a que las prendas queden impecables.
IV. Destiná un tiempo y presta atención a los detalles, aseguráte de que tus zapatos estén limpios, los cierres funcionen, los ruedos estén listos, los botones estén en sus lugares y en buen estado.
¡Claro que esto te demandará un tiempo, sí! Pero te aseguro que una vez tengas esto organizado y este hábito instalado, lo harás de forma rápida y asertiva.
También, el tener el hábito de hacer la revisión del guardarropa, te ayudará a hacer compras inteligentes, cuidar tus prendas para que tengan mayor durabilidad para que finalmente tengas un guardarropa inteligente, sacándole provecho a todo lo que hay en él.
Esta es la fórmula para no perder tiempo en las mañanas, no gastar dinero sino invertir dinero en artículos que te dan beneficios, hacerlos más duraderos y combinables.
¡Toma el control de tu armario y transforma tu imagen personal!
Si no podés yo te ayudo, armando tus conjuntos para tu día a día. Seguíme en IG para más consejos.
Tu imagen personal es una poderosa herramienta de comunicación que puede abrirte puertas y ayudarte a alcanzar tus objetivos.
Por Ana Polasek – Diseñadora de Indumentaria y Consultora en Imagen.