La guerra en Gaza lleva 5 meses y hay cada vez más niños que mueren de hambre: el desesperado pedido de la ONU

El desplome nutricional en Gaza “no tiene precedentes a nivel mundial”, indicó la Organización Mundial de la Salud, que alerta sobre el riesgo de una hambruna. La falta de agua provoca además la aparición de brotes de enfermedades.

La guerra entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza cumplió el jueves cinco meses sin que los mediadores internacionales lograran llegar a una tregua. El conflicto ya dejó más de 31.000 muertos -según cifras de las autoridades del enclave- y el territorio palestino está convertido en un campo de ruinas y al borde de la hambruna. En los últimos días, las principales agencias internacionales difundieron fotos de chicos raquíticos, con ojos hundidos y el rostro demacrado.

Al menos 20 civiles, la mayoría niños, murieron en los últimos días por malnutrición y deshidratación, según el gobierno de Hamas. También dijeron que numerosos bebés están en grave peligro por malnutrición aguda. “Creemos que decenas de personas mueren en silencio de hambre sin haber llegado a los hospitales”, declaró un vocero del ministerio de Salud. En Gaza se habla de chicos que se desmayan y mueren de hambre en las calles, sobre todo en el norte de la Franja.

La situación se volvió tan crítica que la ONU lanzó un llamado este martes para “inundar” de ayuda la Franja de Gaza tras visitar dos hospitales por primera vez desde que empezó la guerra, en octubre.”Que los niños empiecen a morirse de hambre […] debería ser una alarma distinta a las demás”, declaró el martes Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) habló por su parte de escenas “siniestras” de niños hambrientos, tras haber llevado ayuda a dos hospitales del norte de la Franja. Según indicó el jefe de la OMS para los territorios palestinos, Rik Peeperkorn, “el rápido y grave declive nutricional en Gaza no tiene precedentes a nivel mundial, cuando esto nunca había sido un problema allí”.

“Gaza era autosuficiente cuando hablamos de pescado, de aves de corral, de huevos, de hecho si hablamos de verduras y frutas, las fresas de Gaza son famosas y se exportaban”, comentó. Pero la respuesta israelí al ataque de Hamas del 7 de octubre, los bombardeos y el desplazamiento masivo de la población de Gaza generaron una crisis humanitaria sin precedentes en el enclave palestino.

La agencia Reuters publicó días atrás la imagen de un chico internado por desnutrición en el centro de salud Al-Awda en Rafah, en el sur de Gaza. El pequeño Ahmed Qannan pesaba 6 kg, la mitad de su peso antes de la guerra, según dijo su tía, Israa Kalakh, que estaba a su lado. “Su situación empeora cada día. Dios nos proteja de lo que viene”, dijo.

Según los médicos, uno de los factores del elevado número de muertes infantiles es que las madres también están desnutridas y “no pueden amamantar a sus hijos”. No tenemos leche de fórmula. Esto ha provocado la muerte de niños aquí en la unidad de cuidados intensivos. También en la guardería hay numerosas muertes”, afirmó el doctor Ahmad Salem a Reuters.

“Estas muertes trágicas y horrendas son provocadas por el hombre, predecibles y totalmente prevenibles”, declaró Adele Khodr, la directora de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África.

“La disparidad de condiciones en el norte y el sur es una prueba clara de que las restricciones de ayuda en el norte están costando vidas. Los exámenes de desnutrición realizados por UNICEF y el PMA en el norte en enero revelaron que casi el 16 por ciento (o 1 de cada 6 niños menores de 2 años) sufre desnutrición aguda. Exámenes similares realizados en el sur de Rafah, donde la ayuda ha estado más disponible, encontraron que el 5 por ciento de los niños menores de 2 años sufren desnutrición aguda”, precisó. Desde entonces, la situación solo empeoró.

“Las muertes infantiles que temíamos están aquí y es probable que aumenten rápidamente a menos que termine la guerra y se resuelvan de inmediato los obstáculos a la ayuda humanitaria”, manifestó.

La ONU advirtió que la hambruna en la Franja es “casi inevitable” para 2,2 millones de personas por la guerra que asola el territorio palestino desde que milicianos de Hamas atacaron el sur de Israel el 7 de octubre, dejando unos 1160 muertos, en su mayoría civiles. Los milicianos palestinos también secuestraron a 250 personas, de las cuales Israel calcula que 130 siguen retenidas. Según el Hamas, los bombardeos dejaron más de 30.600 muertos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños.

La falta de agua, el otro factor mortal de la crisis humanitaria en Gaza

La aguda escasez de alimentos no es la única dificultad que enfrentan los palestinos. También falta agua, lo que aumenta el riesgo de brotes de enfermedades en la Franja. Según Unicef, al menos la mitad de las instalaciones de agua y saneamiento de Gaza quedaron destruidas o dañadas por los bombardeos, mientras que la UNWRA informa de que alrededor del 70% de la población de Gaza bebe agua salinizada o contaminada

La ONG Médicos sin Frontera (MSF) indicó en un uniforme que casi el 30% de las dolencias de los pacientes menores de cinco años que acuden a los puestos médicos que tienen en Rafah, en el sur de Gaza, son por enfermedades de la piel o diarrea, lo que aumenta el riesgo de deshidratación y desnutrición.

“La falta de agua limpia y los escasos medios para mantener una higiene adecuada están provocando muchas diarreas y enfermedades de la piel, especialmente en niños y personas más vulnerables, pero el solo hecho de no tener suficiente agua también puede causar deshidratación, sobre todo en personas de mayor edad”, explicó Marina Pomares, responsable médica de MSF en Gaza.

La higiene personal diaria también se ve afectada, lo que aumenta el riesgo de infección, especialmente en mujeres embarazadas. “Los efectos son peores en los niños, que tienen un sistema inmunitario más débil que los adultos y están más expuestos a contraer enfermedades o alergias”, añadió.

En una situación normal, “una persona necesita entre dos y tres litros de agua potable al día”, subrayó Youssef Al-Khishawi, agente de agua y saneamiento de MSF. “Ahora, con la escasez actual, la media para una familia de seis miembros es de apenas un galón de agua (3,8 litros)”, es decir, poco más de medio litro por persona.

Desde UNICEF, recalcaron que la malnutrición suele tener secuelas a lo largo de toda la vida, ya que compromete el desarrollo del cerebro y de los principales órganos de los chicos.

En casos más extremos, el déficit de calorías puede llevar al fallo de un órgano vital. El vocero de Unicef, James Elder precisó que un niño menor de cinco años con desnutrición severa tiene 11 veces más posibilidades de morir de neumonía, que es enfermedad más letal en la infancia. “Sin suficiente agua potable, alimentos y servicios sanitarios, que solo un alto el fuego humanitario puede lograr, las muertes infantiles a causa de enfermedades podrían superar a las de los bombardeos”, expresaba Elder en diciembre pasado en un mensaje en la red social X.

Fuente: TN

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